De activista empresarial que subió escalón por escalón, Gustavo de Hoyos Walther rememora cómo logró presidir la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y ahora, como activista ciudadano y presidente de la agrupación Alternativas por México, busca sacar a Morena de Palacio Nacional.
Por eso fundó Alternativas por México, desde donde lucha para que el país tome un rumbo correcto y, por eso, como ciudadano activo, busca construir con una “propuesta opositora” para evitar la involución militarista que se pretende, lo cual es absolutamente retrógrada y parte de una dictadura latinoamericana.
En entrevista en el programa Las Piezas del Rompecabezas, de EL UNIVERSAL, De Hoyos comentó que la próxima administración tendrá el reto de reconstruir la adicción a la tolerancia, el entendimiento de la pluralidad, el valor de la diversidad. “Ahí está el gran reto, más allá de lo económico y político”.
Añadió que se tiene que revertir lo hecho en este sexenio, que es la polarización y división de los mexicanos que alienta a diario el presidente Andrés Manuel López Obrador, y que lleva a las personas a insultarse entre ellas.
Dijo que la oposición ya logró rechazar gran cantidad de propuestas del gobierno actual, como la reforma eléctrica. Pero, hoy, los partidos de oposición deben cambiar la forma de hacer política, pues no es lo mismo que en el pasado. “Si no lo reconocen perderán en 2024”, recalcó.
Afirmó que su meta es “echar a Morena de Palacio Nacional”, logrando la alternancia, manteniendo los programas sociales e incluso ideas como la austeridad, pero se deben rescatar los valores de la democracia, lograr la alternancia en la diversidad, la concordia y tolerancia. Culpó al gobierno de “deconstruir” las capacidades del Estado mexicano, de gobernar mal y de operar mucho peor de lo que se vio en muchos años. De Hoyos dijo que las principales áreas de “pecado” de esta administración tienen que ver con empeorar los niveles de pobreza, el aumento de la inseguridad (“a pesar de que no veníamos del paraíso”) y el incremento de los niveles de corrupción. “¿Cuándo habíamos visto la cantidad actual de asignaciones directas o invitaciones restringidas para asignar obras?”, cuestionó.
Agregó que a pesar de que empeora la situación, parece haber resignación, porque la gente tolera esa situación.
Líder carismático
De Hoyos comentó que al presidente López Obrador “hay que reconocerle como gran líder opositor, carismático, terco en la consecución de sus propósitos, perseverante y que logró poner en el mapa asuntos que muchos millones de mexicanos, especialmente empresarios, gustaban tener barridos debajo del tapete”.
Por ejemplo, “los problemas de corrupción, pobreza y desigualdad fueron muy bien diagnosticados por quien fue el candidato López Obrador”; el problema es que, cuando logró la confianza de los mexicanos y tuvo la oportunidad histórica al ganar la Presidencia, fue cuando “empezó la parte negra de la historia”.
Consideró que el mandatario “desaprovecha la oportunidad de pasar a las buenas en la historia”, y ahora “es la cabeza de un gobierno destructor, y eso que no hemos visto su última faceta”.
Afirmó que es enemigo de las posiciones maniqueas que ven todo negro o blanco, solamente ángeles o demonios, ya que los seres humanos, entre ellos los políticos, son balance de grises: “lo importante es ver cuál es la escala de grises de cada persona”.
Sobre los programas sociales, De Hoyos dijo estar convencido de que, a pesar de la prédica cotidiana, la entrega de dinero o paliativos tienen razón de ser.
“Están pésimamente administrados, pero tienen razón de ser”, reconoció. Aun cuando Morena tiene una ventaja competitiva, porque cuenta con todo el poder del Estado, las personas deben decidir libremente su voto.