La defensa de los Cowboys no puede con el ataque de los Rams
La defensa de los Dallas Cowboys es sospechosa. Cuando su ataque puede establecer el juego de carrera, algo que pasa a menudo, y domina el tiempo de posesión, no se le ven tanto las costuras y resulta incluso atractiva en algunos momentos. Cuando su ataque no puede recorrer el campo a su antojo, se aprecian todos sus múltiples defectos. Si, encima, su indiscutible mejor hombre, el linebacker Sean Lee, no está presente, que se echen a temblar.
Y vaya sin temblaron frente a Los Angeles Rams.
En una segunda mitad en la que el equipo de Sean McVay dominó todos los registros del juego, les pasaron por encima e hicieron parecer a la defensa de los Cowboys la unidad sin recursos que es cuando el partido se pone cuesta arriba.
Porque en la primera mitad los Cowboys fueron los que dominaron y parecieron dispuestos a una nueva victoria. Fue en la segunda mitad cuando los Rams explotaron con un Todd Gurley sensacional.
El corredor estrella de Los Angeles pareció imparable. Sumó muchas carreras en las que se acercaba con peligro al primer down y rompió para una big play, un touchdown de más de 50 yardas, que hizo cambiar el oleaje del encuentro.
El ataque de los Rams había sido una de las más gratas sorpresas de este inicio de temporada en la NFL. Pero lo cierto es que las dos victorias que había conseguido habían sido frente a los San Francisco 49ers y los Indianapolis Colts y eso hacía que no se les tomara muy en serio. El hecho de pasar de ser el peor ataque de la liga a uno de los mejores, estadísticas en mano, no decía gran cosa.
Ahora sí. Ahora desde luego que sí. Ir a Dallas y ganar, ir a Dallas y anotar 35 puntos ya son cosas muy serias. El 35-30 final, con gran remontada en la segunda mitad, habla de un ataque que es difícil de parar y de un equipo que juega con gran solidez.
Son los Dallas Cowboys los que salen peor parados de este duelo. El año pasado sólo perdieron tres partidos en todo el año, incluido el de playoff, y en este 2017, en tan sólo cuatro jornadas, ya llevan dos derrrotas y en ambas fueron avasallados por dos ataques, Rams y Broncos, que les hicieron parecer juguetes en manos de adultos.