Insólito balón suelto mantiene con vida a Cowboys
De manera insólita, Derek Carr soltó un balón a centímetros de anotar con 31 segundos restantes, y los Cowboys de Dallas superaron el domingo 20-17 a los Raiders de Oakland para mantener vivas sus esperanzas de avanzar a los playoffs mediante un triunfo milagroso.
Los Cowboys (8-6) ganaron por el más estrecho de los márgenes. El entrenador Jason Garrett había decidido jugársela en cuarta y uno desde su yarda 39, con unos cinco minutos restantes en el apretado duelo.
El quarterback Dak Prescott se lanzó entre un montón de jugadores, y los árbitros tardaron tiempo en hacer que todos se levantaran.
El árbitro Gene Steratore pidió las cadenas para medir. Cuando ni eso aclaró la duda, trató de deslizar una tarjeta de cartón entre la punta del ovoide y un extremo de la cadena.
La tarjeta no entró, y Seratore concedió el primero y 10 a Dallas. Luego, Prescott completó un pase de 40 yardas con Dez Bryant, lo que dejó la mesa servida para que Dan Bailey convirtiera un gol de campo de 19 yardas, con 1:44 minutos por jugar.
Con ello, los Cowboys tomaran la delantera. Pero el partido y las rarezas no terminaron ahí.
Los Raiders (6-8) recibieron un obsequio navideño cuando Jourdan Lewis cometió una interferencia de pase en cuarta y 10 desde su yarda 30. En tercera y tres desde la ocho, Carr acarreó el balón y se arrojó hacia la zona de anotación.
Pero el ovoide se le resbaló de la mano antes de cruzar la línea de gol, y se escapó hacia las diagonales. Los árbitros marcaron un touchback, con lo que Dallas obtuvo el balón y la victoria.
Así se evaporó cualquier oportunidad de que los Raiders avancen a la postemporada.
Están empatados en el noveno puesto de la Conferencia Americana.
Dallas está igualado con otros dos equipos en el séptimo puesto de la Nacional. Marcha medio juego detrás de Atlanta en la lucha por el último pasaje de playoffs.
Pero los Falcons tienen ventaja en el criterio de desempate, tras haber derrotado a los Cowboys.