Basta un chispazo de Oribe Peralta
Oribe Peralta puso el despertador hasta el minuto 63. Instante de explosión en el Estadio Azteca, el que le dio una bofetada a Rayados de Antonio Mohamed (1-0) y pone al América en zona de Liguilla por primera vez en el torneo.
El “Cepillo” cerró una pinza, luego de un tiro descompuesto de Osmar Mares. Tres puntos más para el americanismo, ante uno de los planteles más poderosos de la Liga Mx, pero que en la capital se hizo diminuto fiel a su costumbre. Águilas que ya vuelan en el certamen con 17 puntos, por 19 de Monterrey.
Ricardo La Volpe encontró la manera de sacar resultados, pese a que sus dirigidos siguen enemistados con el buen juego. América, invicto -en tiempo regular- en el Azteca desde la llegada del “Bigotón”.
Tampoco pierde con La Pandilla desde 2012 (nueve juegos).
Como es una tradición, el club emplumado tampoco escapó a la polémica arbitral. El silbante Diego Montaño dejó de marcar una falta dentro del área americanista sobre Yimmi Chará. El partido, en el primer tiempo, fue un tributo perfecto al aburrimiento. Un paseo constante del balón en la mitad de la cancha, sin trascendencia alguna. Ambas escuadras apostaron a los yerros contrincantes que a tratar de imponer el talento propio.
En las áreas, chispazos, sólo eso.
Una atajada espectacular de Agustín Marchesín a tiro de Dorlán Pabón y fue todo lo que Rayados generó en su visita a la capital.
Del bando americanista, sólo un desborde de Michael Arroyo que atajó abajo el portero regio, Hugo González. Nada más. La única noticia sobresaliente en el terreno de juego la dio Cecilio Domínguez, quien de resintió de su lesión en el hombro. El habilidoso atacante emplumado duró apenas 21 minutos en la cancha para dejar su sitio a Arroyo. Sufrimiento en las gradas.
Bostezos de un público decepcionado por la pobreza del espectáculo en el Azteca. Sin embargo, la esperanza intacta de ver algo mejor para el complemento.
Hubo más emociones en el descanso para los espectadores. La “Kiss Cam” (cámara de besos) divirtió más a los presentes que el partido. Parejita que enfocaba despertaba risas en las gradas.
El segundo tiempo amenazó con ser idéntico al primero.