Con un incremento de los reclamos de igualdad de género en todo el mundo, el deporte femenino había ganado un nivel de atención y apoyo sin precedentes antes de la pandemia de coronavirus.
La Copa del Mundo de fútbol en Francia le dio protagonismo al fútbol femenino, lo que quedó patentizado cuando las campeonas de Estados Unidos levantaron el trofeo entre gritos de “igualdad de pago”. La Liga Profesional de Fútbol Femenino de Estados Unidos (NWSL), donde juega la mayoría de las integrantes de la selección, esperaba iniciar su octava temporada con un nuevo contrato televisivo.
Además, el sóftbol profesional de mujeres estaba ansioso por su regreso al programa de los Juegos Olímpicos, del que se había ausentado desde 2008. El voleibol profesional, muy popular en Europa, Rusia y Brasil, generaba también interés en un año olímpico.
Cualquier impulso que habían ganado estas ligas o el deporte femenino en general se vio interrumpido por la pandemia. Ahora la pregunta es si las mujeres perderán todos los logros que habían alcanzado cuando la vida regrese a la normalidad.
“Si el mar está picado y se pone difícil y estás en un yate, puedes irte a la parte baja, seguir y navegar para salir. Los deportes de hombres son los que tienen un yate”, dijo Cheri Kempf, comisionada de la liga nacional de sóftbol profesional. “Pero si estás ahí en una canoa y el mar está picado, estás en serios problemas. Ese es el deporte femenino. Estamos navegando en una canoa”.
Una señal de que el deporte femenino podría quedar más perjudicado por la crisis presente fue la decisión del club colombiano Independiente Santa Fe de suspender el contrato de su plantel femenino de fútbol, mientras que el equipo masculino sólo recibió una reducción de salario.
El impacto del COVID-19 y el subsecuente golpe a la economía podrían ser similares a la recesión de 2008.
La WNBA, la liga profesional de baloncesto femenino en Estados Unidos, está en mejores condiciones que otros deportes de mujeres debido a su afiliación con la NBA. La liga pospuso el inicio de la temporada, programado para el 15 de mayo, pero la comisionada Cathy Engelbert planteó recientemente una reanudación más próxima de lo anticipado.
“Quizá podremos iniciar la temporada antes de que otras ligas debido a que sólo contamos con 12 equipos y 144 jugadoras”, le dijo a The Associated Press.
Pero hay preocupación en otras ligas sin el mismo apoyo.
La directora ejecutiva de la asociación de jugadoras de la NWSL Yael Averbuch West dijo que su temor de más pérdidas es legítimo.
El sindicato internacional de futbolistas, FIFPro, publicó el martes un reporte advirtiendo del impacto del coronavirus en el fútbol femenino en todo el mundo y recomendó implementar medidas de contención, incluyendo continuar las inversiones.
La WTA, gira femenina de tenis, anunció la semana pasada que el 13 de junio es la nueva fecha para retomar la temporada. Wimbledon fue cancelado este año.
“La salud y la seguridad sigue siendo la prioridad, al tiempo que lidiamos con los obstáculos que tenemos enfrente en este momento sin precedente y haremos todo lo posible para reanudar la gira lo más pronto posible en cuanto sea seguro”, señaló Andrea Gaudenzi, el director de la gira masculina ATP.