Danny Green anotó siete de sus 16 puntos en el tiempo extra, y los Spurs de San Antonio superaron la lesión de Kawhi Leonard para vencer a James Harden y los Rockets de Houston 110-107 la noche de este martes para tomar una ventaja de 3-2 en las semifinales de la Conferencia Oeste.

Leonard tuvo 22 puntos y 15 rebotes en 38 minutos, antes de salir por lesión en el tobillo derecho. Leonard pisó el pie de Harden con 5:37 restantes en el tercer periodo y luego jugó minutos limitado, antes de sentarse definitivamente.

Harden anotó 33 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Tuvo la oportunidad de encestar la potencial canasta del empate con segundos restantes del tiempo extra, pero fue bloqueado por el argentino Manu Ginobili, quien lo sorprendió llegando de atrás.

El viernes se realizará el sexto encuentro en Houston.

Al comenzar el periodo extra, cada equipo se estancó en anotaciones, hasta que Patrick Beverly, de larga distancia sumó tres puntos para los Rockets, que con dos minutos por jugar tenían una ventaja en la pizarra de 104-101.

Durante el partido, Leonard se volvió a resentir de una molestia en la rodilla derecha. Periódicamente se acercaba a la línea lateral para solicitar apoyo a los médicos que trabajaron sobre el área.

Ginobili se encargó de reemplazar a Kawhi. El sudamericano culminó la noche con 12 puntos y el tapón estrella de la noche.

Danny Green hizo bueno un lanzamiento desde fuera de la línea de tres puntos y convirtió la jugada que le dio la delantera 109-107 a los comandados por Gregg Popovich. En el reloj de juego restaban 30.1 segundos, lo que ya comenzó a inclinar en definitiva el resultado para los Spurs de San Antonio.

James Harden se unió al ‘Magic’ Johnson como los únicos jugadores con un triple-doble jugando en casa de Spurs. Harden necesita que sus compañeros lo ayuden para llevar la serie al séptimo partido.

El Dato

22 PUNTOS encestó Kawhi Leonard, el mejor de su equipo en este rubro y en el de rebotes, al conseguir 15.

Atlanta salió victorioso en casa ante Houston, ganaron 2-0 el juego 3 de la Serie Mundial en lo que fue un partido parejo e intenso hasta el último out donde los lanzadores de los Bravos se vieron dominantes permitiendo solo dos sencillos. 

La primera carrera del partido entró en la tercera, Austin Riley conectó duro hacia jardín izquierdo y Eddie Rosario llegó a home plate. El tercera base seguía con el bat en llamas. 

Ian Anderson hizo su trabajo con gran nivel después de 5 entradas sin hit, el joven lanzador demostró control y calidad en sus lanzamientos en lo que fue la salida más importante de su carrera. 

El no hitter terminó hasta la octava entrada, Aledmys Díaz consiguió el sencillo pero Tyler Matzek lo volvió a hacer con otra entrada limpia. El lanzador de los Bravos ha sido el mejor brazo del bullpen esta postemporada y tiene las agallas para salir de problemas en el clutch. 

Travis D’Arnaud convirtió por unos segundos al Truist Park en un manicomio al mandar a volar una pelota por el centro del campo, eran 2 outs y ese batazo se convertía en el colchón perfecto. 

Mañana será el juego 4 y Atlanta se puede volver a poner 3-1 arriba en series consecutivas. Los Astros buscarán reagruparse y ejecutar como lo hicieron todo el año para seguir con probabilidades altas de llevarse el trofeo. 

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El juego entre los Spurs de San Antonio y los Pistons de Detroit programado para el martes fue pospuesto, lo que representa la segunda ocasión en lo que va del mes que la NBA cancela un encuentro debido a los protocolos de COVID-19.

La liga anunció la cancelación el lunes, señalando que un miembro de los Spurs arrojó positivo y que, aunándose al rastreo de contactos, significaba que no contarían con el mínimo de ocho jugadores disponibles para el encuentro.

La NBA no anuncia los nombres de los jugadores que dan positivo a coronavirus, aunque algunos de ellos han anunciado su diagnóstico. Los Spurs no contaron con el escolta Quinndary Weatherspoon para su juego del domingo ante Charlotte debido a los protocolos de la liga; Weatherspoon había jugado 10 minutos en el duelo del viernes en Atlanta y posteriormente fue alertado por los protocolos durante el fin de semana.

Quedar descartado como parte de los protocolos puede significar varias cosas, incluyendo un resultado positivo, un posible positivo o rastreo de contactos que indiquen que el jugador pudo haber estado expuesto a una persona con COVID-19.

El único otro juego suspendido este mes por problemas relacionados con el coronavirus fue el 1 de febrero, también involucrando a los Pistons. El duelo de Detroit en Denver fue pospuesto por rastreo de contactos en un miembro de los Pistons.

La NBA ha realizado algunos cambios en su horario desde entonces — programando para una fecha posterior el duelo de Portland en Charlotte programado para el 7 de febrero — pero no había cancelado ningún otro encuentro hasta el lunes.

Se prevé que la NBA dé a conocer su calendario de la segunda mitad de temporada en los próximos días.

El entrenador de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, recibió la vacuna COVID-19, anunciándolo el jueves para alentar a otros a recibir la vacuna cuando tengan la oportunidad.

Popovich dio a conocer la noticia en su cumpleaños número 72. Hizo el anuncio a través de la NBA en forma de video, tal como lo hizo Kareem Abdul-Jabbar, el líder anotador de todos los tiempos de la liga, la semana pasada. Ambos están dentro de las pautas de edad establecidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en torno a la elegibilidad para vacunas.

"Desde el punto de vista científico, es obvio. Es lo correcto para que todos podamos volver a encaminarnos", dijo Popovich en el video.

El video también muestra a Popovich recibiendo la vacuna. “No lo sentí”, le dijo al trabajador de la salud que le puso la inyección.

Las pautas de los CDC sugieren que la prioridad para recibir la vacuna debe ir al personal de atención médica, los que viven en centros de atención a largo plazo, los trabajadores esenciales de primera línea, los mayores de 65 años y las personas “con afecciones médicas subyacentes” que aumentan su vulnerabilidad al COVID-19.

James Harden forzó su salida de Houston sin darle a los Rockets un título de la NBA.

Ahora que está con Brooklyn, los Rockets esperan que la gran cantidad de selecciones del draft que recibieron en el canje les permita pelear por el título en un futuro.

“Nuestra meta se mantiene sin cambios”, afirmó el gerente general Rafael Stone el domingo, al hablar por primera vez sonre el traspaso. “Creo que estamos en una buena posición para desarrollar algo realmente especial”. 

Houston envió a Harden a los Nets la semana pasada, un día después que el escolta de 31 años comentara que los Rockets no eran lo “suficientemente buenos”, en un acuerdo entre cuatro equipos que también involucró a Cleveland e Indiana. Los Rockets no recibieron ninguna pieza clave en el canje, pero consiguieron selecciones de draft que los protegerán para armar un plantel talentoso.

Los Rockets obtuvieron selecciones sin protección de primera ronda de Brooklyn para 2022, 2024 y 2026 y el derecho a cambiarlos por selecciones de primera ronda en 2021, 2023, 2025 y 2027. Houston también se quedó con la selección de primera ronda de Milwaukee en 2022 que recibió de Cleveland. 

Houston adquirió tres jugadores en el acuerdo: Victor Oladipo, de los Pacers; Dante Exum, de los Cavaliers; y Rodions Kurucs, de los Nets.

“Lo que es súper emocionante sobre este acuerdo es que nos da flexibilidad”, indicó Stone. “En la NBA, las selecciones —especialmente en las selecciones altas— son la mejor moneda de cambio. A todos les gustan. Todos las valoran. Así que eso fue grandioso. Como organización, nos da flexibilidad de hacer diferente tipo de acuerdos que lleguen este año, el próximo año o cuando sea”. 

Aunque el canje debería beneficiara los Rockets a largo plazo, no los deja en buena posición esta temporada. En ocho campañas completas con Harden, Houston nunca se perdió los playoffs y en dos ocasiones llegó a la final de la Conferencia Oeste. Los Rockets no ha ganado un título de la NBA desde que obtuvo dos de manera consecutiva en 1994 y 1995 con Hakeem Olajuwon, miembro del Salón de la Fama.

Pero sin Harden, los Rockets ahora serán liderados por el base John Wall, elegido cinco veces al Juego de Estrellas, que llegó en un cambio con Washington por Russell Westbrook antes de la campaña. Houston también cuenta con los veteranos P.J. Tucker, Eric Gordon y DeMarcus Cousins y el equipo se dice emocionado sobre el potencial de Christian Wood, Jae’Sean Tate y Sterling Brown.

El coach de primer año Stephen Silas, que había sido asistente durante dos décadas antes de llegar a Houston, ha tenido un turbulento comienzo mientras lidiaba con la situación de Harden y los protocolos de COVID-19 de la liga. 

“Si tuviera que darme una calificación, diría ‘incompleto’, sólo porque no hemos contado con una alineación completa y tiempo de entrenamiento y todo lo que se necesita para poner tu sello en un equipo”, indicó. “Pero estoy haciendo lo mejor que puedo y creo que ha estado bastante bien”. 

Oladipo entrenó el domingo por primera vez desde el canje y se espera que debute el lunes cuando, los Rockets visiten Chicago.

Anthony Davis, con una magistral efectividad de cara al aro, y la dura defensa de Los Angeles Lakers desarmaron a los Houston Rockets (102-120) en un partido que consolida a los actuales campeones de la NBA al frente de la Conferencia Oeste.

Tras perderse el anterior encuentro por una lesión en el abductor, Davis se comió hoy la pista con 27 puntos (9 de 12 en tiros), 4 rebotes, una asistencia y 3 tapones.

LeBron James (18 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) fue el otro gran puntal de la coral ofensiva de unos Lakers en los que Marc Gasol sumó 6 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias en 25 minutos en cancha. 

El equipo de púrpura y oro lidera ahora la Conferencia Oeste con 8 victorias y 3 derrotas por delante de los pujantes Phoenix Suns (7 triunfos y 3 partidos perdidos).

Por parte de los Rockets, que ahora se quedan con un balance de 3 victorias y 5 derrotas, Christian Wood (23 puntos) y James Harden (20 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias) fueron los más destacados de una noche de pobre acierto desde el perímetro para los de Houston (12 de 41 en tiros de tres). 

Los tejanos tenían hoy la oportunidad de vengarse de lo sucedido en la "burbuja" de Orlando (EE.UU.), cuando los Lakers les eliminaron en las semifinales de la Conferencia Oeste como parte de su triunfal camino hacia el anillo de la NBA.

Pero los Lakers no dieron pie hoy a ningún tipo de sorpresa.

Desde el salto inicial, los angelinos agobiaron a los Rockets con una pegajosa y esforzada defensa que les permitió salir al contraataque con facilidad y distanciarse en el marcador sin demasiados sudores (12-21, a falta de tres minutos en el primer cuarto). 

En ese momento, el duelo entró en un momento confuso.

Markieff Morris tuvo un encontronazo con DeMarcus Cousins y recibió dos faltas técnicas consecutivas que le mandaron al vestuario antes de tiempo y que alteraron la rotación de los Lakers. 

La balanza se equilibró poco después: Cousins le dio un manotazo a James y también fue expulsado nada más empezar el segundo cuarto.

Entre polémicas y roces de todo tipo, los Rockets se acercaron ligeramente en el marcador, pero Davis sostuvo a los Lakers de manera impecable en la primera mitad con 21 puntos (8 de 8 en tiros) para lograr una ventaja de lo más apacible (46-65). 

Unos Rockets muy oxidados (5 de 25 en triples en los dos primeros dos cuartos) no parecían dar con la tecla para desactivar la defensa de los Lakers.

Pero un arrebato de Harden junto a una pájara de los Lakers en ataque impulsó un parcial para los Rockets de 11-0 que animó algo la situación de cara al último cuarto (75-88).

Sin embargo, cada vez que los angelinos se veían en leves apuros les bastaba con apretar un poco en defensa, con fantásticas aportaciones de reservas como Talen Horton-Tucker (4 robos en todo el partido además de 17 puntos), para volver a tomar el control del partido. 

Así, 4 puntos consecutivos del siempre intenso Montrezl Harrell (16 puntos en total) unidos a una nueva canasta al contraataque de Kyle Kuzma rindieron definitivamente a unos Rockets (79-98 a falta de nueve minutos) que se vieron muy sobrepasados y sin demasiadas ideas a lo largo de todo el partido.

Los Lakers y los Rockets volverán a verse las caras el martes.