Con los boletos para el partido entre los Patriots de Nueva Inglaterra y Raiders de Oakland, agotados desde los primeros minutos de venta al público —hace dos semanas—, el mercado secundario mantiene plusvalía. 

La segunda visita consecutiva de la NFL tiene varias localidades de reventa que han elevado el costo hasta nueve veces por arriba del precio original (Ticketmaster). 

En la sección de asiento club del Estadio Azteca, los precios por un boleto están entre 52 mil 590 y 72 mil 393 pesos. Estas entradas fueron puestas al público con un valor de 8 mil 400 pesos y son las más costosas para el partido del 19 de noviembre. Las personas que adquirieron sus entradas, les incluye el consumo de comida y bebida. 

La presencia de Tom Brady y los Patriots despertó el ánimo de los fanáticos que quieren estar presentes en el primer encuentro en la historia de un actual campeón del Super Bowl en el extranjero. El sitio de reventa StubHub, cuenta con la mayor cantidad de clientes que ofertan los boletos. 

Los más accesibles rondan los 6 mil pesos y se ubican en la parte superior del inmueble, en cada una de las cabeceras. Conforme el partido se aproxime y los Patriots siguen aumentando su popularidad por los resultados que obtendrán, los precios incrementarían. 

Nueva Inglaterra es la tercera organización con más seguidores en nuestro país (Pittsburgh, Dallas), mientras que Oakland se encuentra en el quinto peldaño. 

Profeco sigue investigando los procesos de venta que tuvo Ticketmaster y que generaron molestias.

En los minutos finales del partido Cruz Azul vs Chivas, que el Guadalajara se llevó 0-1 ante La Máquina, hubo una bronca en un sector de la tribuna del Estadio Azteca.

Como consecuencia de estas agresiones, la Liga MX dio a conocer que hubo tres detenidos por estos actos en el Coloso de Santa Úrsula.

"Al finalizar el partido entre Cruz Azul y Chivas elementos de seguridad contuvieron un conato de bronca siguiendo el protocolo de cero tolerancia, identificando y deteniendo a tres personas", escribió la liga en el comunicado que publicó en redes sociales.

La #LIGABBVAMX informa:

Al finalizar el partido entre Cruz Azul y Chivas elementos de seguridad contuvieron un conato de bronca siguiendo el protocolo de cero tolerancia, identificando y deteniendo a tres personas #GritaMéxicoC22 pic.twitter.com/7yqsWHlKKS

— Liga BBVA MX (@LigaBBVAMX) April 17, 2022

Estos detenidos se suman a los aficionados que en las semanas anteriores habían sido expulsados de varios estadios del país por mala conducta dentro de los mismos.

El triunfo del juego entre cementeros y rojiblancos fue gracias a un gol de Cristian Calderón. El 'Chicote' a los 58 minutos puso el único gol del encuentro, que le dio a las Chivas tres puntos, que ahora las colocan en el puesto 10 de la tabla del Clausura 2022.

México está construyendo una imponente réplica del Templo Mayor, el sitio más sagrado de la antigua civilización azteca, en el centro de Ciudad de México para conmemorar los 500 años de la conquista española.

La maqueta monumental será exhibida en la bulliciosa explanada del Zócalo capitalino, cerca de las ruinas del verdadero Templo Mayor, donde los indígenas aztecas, o mexicas, veneraban a dos de sus principales deidades con elaboradas ceremonias rituales y ofrendas de sacrificio.

El templo fue destruido por las fuerzas españolas después de someter a los aztecas en 1521 y arrasar con su capital, Tenochtitlan, que a la postre se convirtió en Ciudad de México. En su lugar fue erigida una catedral católica, utilizando como materia prima muchas de las piedras del santuario derrumbado.

Con 16 metros de altura, la maqueta será la réplica más grande del Templo Mayor, según la Secretaría de Cultura de México. De acuerdo con arqueólogos, el templo original era tan alto como un edificio de 15 niveles.

"Para los mexicas (era) el centro del universo. Era el punto donde se podía ingresar al inframundo y a los distintos niveles celestiales", afirmó Argel Gómez, director de festividades de la Secretaría de Cultura.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, asistirá el viernes a un acto público en el Zócalo para conmemorar los cinco siglos desde la caída de Tenochtitlan ante los conquistadores comandados por Hernán Cortés.

López Obrador ha solicitado una disculpa de España y la Iglesia católica por las atrocidades cometidas tras la conquista de lo que es el México actual.

Después de las fiestas decembrinas, los mexicanos enfrentan la cuesta de enero, situación que se vuelve más complicada debido al alza de precios en el arranque del año.

Al iniciar enero, 62% de mexicanos se queda con la cartera vacía para cumplir con los compromisos financieros, de acuerdo con una encuesta de Brad Engagement, en colaboración con Coru.com.

Las principales deudas que las personas contraen en la cuesta de enero tienen que ver con la renta, servicios atrasados y créditos pendientes. Además, el pago de agua, predial e impuestos, créditos y préstamos solicitados, la renovación del seguro del auto, la anualidad o saldo pendiente de las tarjetas y el pago de colegiaturas figuran entre los gastos que más preocupan.

Aunado a ello, este miércoles entraron en vigor los principales cambios a la miscelánea fiscal que modificaron el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a productos como refrescos, cigarros, gasolinas y diesel.

Se prevé que este año aumenten los precios sobre productos y servicios de consumo regular como pan dulce, leche, bebidas alcohólicas, juegos de azar, hospedaje, tenencia y boletos de avión. De los encuestados, 47% asegura que el alza y ajuste en los precios impactará en su economía, de manera que tendrán poca capacidad para cubrir los gastos.

En tanto, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) advirtió sobre el aumento en los precios de alimentos al inicio de 2020.

Aunque la cuesta de enero es uno de los periodos más complicados para mantener las finanzas sanas, 16% de mexicanos optan por empeñar algún bien y 11% recurre a instituciones bancarias.

Aunque los Cowboys de Dallas todavía pueden meterse a la postemporada, hay un sentimiento de inevitabilidad en una de las temporadas más decepcionantes en los 30 años de Jerry Jones como dueño y gerente general.

La sensación de perdición empieza con que el entrenador Jason Garrett se encuentra en el último año de su contrato y ha guiado a un equipo de bajo rendimiento a una foja de 4-8 luego de arrancar la temporada 3-0 y crear esperanzas de una posible aparición en el Super Bowl, para una franquicia que no ha llegado a uno desde que conquistó el último de sus cinco campeonatos en 1995.

La derrota por 17-9 ante Filadelfia con la oportunidad a la vista para coronarse en la División Este de la Conferencia Nacional dejó a los Cowboys (7-8) con la necesidad de obtener una victoria en casa sobre Washington y que los Eagles pierdan contra los Giants de Nueva York el domingo para poder acceder a los playoffs.

E incluso el siempre optimista Jones no mencionó ese escenario restante en los comentarios que hizo tras el juego.

Frustrante, señaló el quarterback Dak Prescott. Me he sentado aquí después de cada juego y he dicho que lo bueno de esto es que controlamos nuestro destino. Eso se fue. 

Prescott y Ezekiel Elliott comenzaron la campaña creyendo que el cuarto año de los novatos sensación podría ser especial. Cuando el dos veces campeón de yardas por tierra firmó un contrato por 90 millones de dólares en la mañana de la primera práctica de la temporada regular, había una sensación de que los Cowboys habían obtenido la pieza que les faltaba para lograr su objetivo.

En lugar de eso, están a punto de repetir el patrón que ha definido las últimas seis temporadas bajo el mando de Garrett. Un final con marca de 8-8 y sin un lugar en la postemporada también podría ser un poco familiar. Así es como las primeras tres temporadas completas de Garrett acabaron de 2011 a 2013.

Como ya es común cuando los Cowboys se enfrentan a una situación complicada, las interrogantes sobre el futuro de Garrett acaparan la atención. Su respuesta, en tanto, nunca ha cambiado.

Lo que tenemos que hacer es intentarlo y procesar este juego, aprender de esto y seguir adelante, comentó. Vayan y tengan una buena práctica el miércoles y prepárense para el domingo.

QUÉ FUNCIONA 

El receiver Michael Gallup ha mostrado un desarrollo significativo en su segunda temporada. Fue el receptor líder por quinta ocasión en la temporada con 98 yardas contra los Eagles. Gallup tiene su primera temporada con 1.000 yardas y probablemente registrará más del doble de las 507 que tuvo como novato.

QUÉ FALTA
Los Cowboys han construido su identidad alrededor de Elliot y del juego por tierra. Y la inconsistencia en esa zona ha reflejado la naturaleza general del equipo. Una semana después de registrar 263 yardas _la mayor cantidad en la temporada_ en una victoria por 44-21 sobre los Rams de Los íngeles, Dallas tuvo 54 contra Filadelfia. 

Elliott (47 yardas) se vio limitado a menos de 100 por sexta ocasión en siete partidos. Fue su cuarto juego con menos de 50 yardas. Elliott no tuvo más de un juego así en ninguna de sus primeras tres temporadas.

Después de perderse casi toda la temporada 100 de la NFL por una lesión en el codo, no hay garantía de que el quarterback de los Pittsburgh Steelers, Ben Roethlisberger, regrese a los emparrillados.

Roethlisberger todavía no ha empezado a lanzar desde su cirugía de codo en septiembre.

‘Big Ben’ sufrió una lesión en el codo durante en la Semana 2, terminando su temporada 2019 después de solo dos juegos sin pases de touchdown.

Aunque fue colocado en la reserva de lesionados, inicialmente hubo mucho optimismo sobre su regreso con toda su fuerza para el 2020.

El entrenador en jefe Mike Tomlin tenía un enfoque más moderado, pero aún así esperaba que Roethlisberger regresara la próxima temporada.

"Tiene toda la intención de regresar de su lesión, estamos cómodos, y es una gran posibilidad", dijo Tomlin en septiembre.

Sin embargo, ahora parece que el jugador de 37 años tuvo su último partido de la NFL.

Esto podría ser un golpe significativo para Pittsburgh, no solo porque Roethlisberger cuenta con toda la experiencia necesaria, sino también porque a lo largo de 2019 Mason Rudolph y Devlin Hodges han sido inconsistentes, totalizando 18 touchdowns y 17 intercepciones.

Los Steelers podrían fichar a un agente libre veterano como Philip Rivers, Eli Manning o Teddy Bridgewater si Roethlisberger no puede regresar para la siguiente campaña.