Veracruz le pega a Querétaro en duelo por la permanencia
Tiburones Rojos de Veracruz quiere quedarse en la primera división del futbol mexicano, así lo demostró este sábado al vencer en el estadio La Corregidora 1-0 a Gallos Blancos de Querétaro, rival directo por la permanencia en el máximo circuito.
El solitario tanto de la victoria de Tiburones Rojos cayó a los 26 minutos, obra del ex seleccionado mexicano Carlos Esquivel, a pase del argentino Daniel Villalba para darle tres puntos de oro a su equipo.
Gracias a la que fue su primera victoria en el Torneo Clausura 2018 de la Liga MX, los "escualos" se colocan en la posición número 12 con cinco puntos, mientras Querétaro se queda en la treceava posición con cuatro unidades; en el tema porcentual, ambos siguen en el fondo de la tabla, sin embargo, Veracruz recortó de 10 a siete puntos la desventaja respecto de Gallos.
La visita se fue al frente sorpresivamente con una anotación de Carlos Esquivel, quien con un tiro a bocajarro venció a Volpi, luego de recibir una asistencia de tacón del argentino "Keko" Villalba dentro del área queretana. Los tiburones pegaban primero en el Estadio de La Corregidora, 1-0.
Los "emplumados" intentaron responder cerca del final de la primera parte con un ataque de Edson Puch, que llegó a línea de fondo y sirvió a la llegada de Camilo Sanvezzo, quien no pudo concretar gracias a una estupenda atajada del guardameta peruano "Dida" Gallese, para mantener la ventaja a favor de los "escualos".
Ya en la segunda mitad, el "tiburón" siguió apretando al cuadro local y por poco vuelve a horadar la portería de Thiago Volpi; sin embargo, el guardameta brasileño desempolvó el traje de héroe y apagó el sofocón sobre su cabaña para mantener con vida a Querétaro.
Gallos Blancos no mostraba cómo podría reaccionar, tanto así que vieron penal en donde no, luego de una conducción de Candelo que llegó hasta el área del Veracruz, el extremo "cafetero" tiro a portería y su disparo se estrelló en la defensa jarocha provocando los reclamos del equipo local, que pedía se señalara una pena máxima inexistente.
El árbitro del encuentro fue Fernando Guerrero quien mantuvo bajo control las acciones de un partido de alto voltaje por la situación tan comprometida de ambos equipos en la tabla porcentual, amonestando a tres jugadores por la visita y dos más por el equipo local.