El Chapecoense, el modesto club brasileño que suscitó una ola de solidaridad mundial tras el accidente aéreo que lo diezmó en 2016, regresará en 2021 a la primera división del futbol de Brasil tras una temporada en la serie B.
El cuadro de Chapecó venció 2-1 a Figueirense la noche del martes y garantizó su vuelta al Brasileirao a falta de cuatro fechas para el final del campeonato de la segunda división de 2020, trastocado por la pandemia.
Paulinho (22) y Derlan (66) anotaron los goles del Chape en el estadio Arena Condá. Por los visitantes descontó Diego Gonçalves, de penal, en el 84.
Con el triunfo, el equipo verde alcanzó 66 puntos, catorce más que el quinto Juventude.
Chapecoense es segundo de la serie B, en la que el líder América-MG, con 67 unidades, ya firmó su plaza a primera.
Aún restan dos cupos para definir los cuatro equipos que ascenderán. A falta de nueve fechas, siete escuadras luchan por no descender en el Brasileirao, entre ellos Botafogo, Vasco da Gama, Bahia o Fortaleza.
Siguen las tragedias del Chapecoense
El ascenso es un bálsamo para Chapecoense, que en los últimos tiempos ha recibido golpes contundentes.
El covid-19 acabó con la vida de su presidente, Paulo Magro, a finales de diciembre y profundizó su crisis económica, hasta el punto de tener que lanzar en julio una recaudación virtual para pagar los sueldos.
Pero el mazazo más contundente fue el accidente aéreo que sufrió en noviembre de 2016 en Colombia, donde debía disputar la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional de Medellín.
De las 77 personas a bordo, 71 murieron, entre ellos 19 jugadores del Chapecoense y 14 de la comisión técnica.
Tras la catástrofe, el Chape fue declarado campeón del torneo continental.
El club logró reconstruirse y mantenerse dos años más en la Serie A del Brasileirao, pero en 2019 descendió tras finalizar penúltimo en la máxima categoría del fútbol brasileño.
Desde su ascenso a la Serie A en 2014, Chapecoense era considerado un ejemplo de gestión y administración, aunque la situación cambió tras el siniestro, en el que también falleció su presidente Sandro Pallaoro, principal artífice de esa trayectoria.
Fichajes que no cuajaron, ingresos menores por los derechos de televisión, constantes cambios de técnico, la caída del número de socios y las indemnizaciones a las familias de las víctimas del accidente aéreo mermaron la caja del club, que cerró 2019 con un déficit cercano a los 25 millones de reales (6,3 millones de dólares al cambio promedio de ese año).