En Europa, el jugador tiene la última palabra, en México no: Araujo

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EFE,  España, Madrid, Madrid, 

El jugador mexicano Néstor Araujo, fichado este verano por el Celta de Vigo, mostró este día su extrañeza por cómo funciona el mercado de fichajes en el futbol europeo.


"Esto es muy diferente a lo que tenía en México. Acá la última palabra la tiene el jugador si pagan su cláusula. En México, los cambios los hacen los dirigentes y de repente te dicen que ya estás allá y te tienes que ir. Estos días escucho que quieren a Maxi, que a lo mejor Lobotka se marcha y esto es nuevo, raro para mí", dijo el central en una conferencia de prensa.


"En México tienes un día para registrarte y si no te registras ese día te quedas sin jugar un año. Tienes que buscar fuera. Me gusta que al final el jugador tenga la última palabra, lo que no es agradable es que faltando diez días todavía exista la posibilidad de que se vaya un jugador cuando en realidad llevas un mes trabajando con la estructura", añadió.


En este sentido, el ex jugador del Santos Laguna confesó que desconocía que en la Liga española incluso se puede fichar con el campeonato ya iniciado: "No sabía eso, es algo raro y no me gusta mucho. En nuestro país son los extranjeros los que tienen más tiempo para llegar, el mexicano ya no. Allá los equipos ya están formados desde mes y medio antes".


Dijo estar sorprendido por la "calidad" que se ha encontrado en el vestuario celeste, y no escondió su preocupación por la cantidad de goles que está recibiendo el equipo en esta pretemporada, cinco en los últimos dos amistosos.


"Entre nosotros hemos hablado de que no nos pueden hacer gol cada vez que nos llegan. Es importante recibir pocos goles, conseguir tener una defensa sólida. Lo estamos trabajado con Antonio desde la primera semana, el orden defensivo, buscar el cero atrás es fundamental", explicó.


Aseguró sentirse cómodo tanto en la defensa de cinco, la más utilizada por Antonio Mohamed durante la pretemporada, como en la de cuatro, y avanzó que el choque de este sábado contra el Mainz 05 será un buen test para ver a qué nivel están a una semana de comenzar la Liga.





Orbelín Pineda es nuevo jugador del Celta de Vigo

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Orbelín Pineda ya se ha reportado con su nuevo equipo, el Celta de Vigo. En su video subido en redes sociales, el mexicano prometió "romperla a lo Celta".

El ex de Cruz Azul firmó contrato hasta junio de 2027, pero para ser registrado, el brasileño Thiago Galhardo, quién es delantero del Celta, tiene que recibir su pasaporte de europeo, lo que hará cuando termine sus trámites con el consulado de Italia.

La página oficial del Celta, presentó al mexicano de la siguiente forma: "La magia y la polivalencia de Orbelín Pineda impulsarán el ataque del RC Celta, que abre este periodo de fichajes invernal con la llegada, tras la conclusión de su contrato con Cruz Azul, del internacional Mexicano. Orbelín Pineda (Coyuca de Catalán, (24/03/1996) firma hasta junio de 2027 y llega al conjunto celeste avalado por una extraordinaria carrera jalonada con varios títulos de Liga y Copa, la Copa Oro y la Liga de los Campeones de Concacaf".

De igual forma el cuadro español destacó las actuación de Orbelín con la Selección de México "ha superado ya los 40 partidos, ha aportado seis goles y otras tantas asistencias, mientras que en la liga de su país ha anotado 32 goles y cuenta con 29 asistencias."

Celta de Vigo describió en el comunicado lo que el futbolista le aportará al club, "Orbelín Pineda, el ‘Maguito’ es un futbolista polivalente, que en ataque se desempeña con soltura y acierto tanto en ambas bandas como por dentro y puede también ocupar la posición de mediocentro. Tiene unas fantásticas condiciones técnicas, de ahí el apodo de mago, y una gran visión de juego, cualidades que le condujeron a disfrutar de un rotundo éxito en su país".

El club detalló que el mexicano se incorporará de inmediato a los entrenamientos con el resto del equipo, donde ahora será compañero de su compatriota, Néstor Araujo.

Si todos los trámites salen como están previstos, Orbelín Pineda podría debutar el 19 de enero, en el juego contra el Osasuna.



El Celta se estrena en 2021 y agrava la crisis del Elche

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EFE,  España, Pontevedra, Vigo, 

El RC Celta logró este viernes su primera victoria de 2021 ante el Elche (3-1), un triunfo, con protagonismo del goleador Santi Mina, que aleja al equipo gallego de la zona de descenso y agrava la crisis de resultados del club alicantino, que acumula dieciséis jornadas sin ganar un partido de liga.

El Elche sorprendió al inicio del partido con una fuerte presión, un buen comienzo que se concretó con un potente disparo desde la frontal del argentino Lucas Boyé que desvió a córner Rubén Blanco.

La respuesta celeste fue inmediata: una rápida transición de Santi Mina desde su propia área hasta la rival, contra que finalizó con un lanzamiento de Nolito y una gran parada de Edgar Badía.

El trabajo incansable de Raúl Guti en la zona de creación hacía daño al Celta, con Denis Suárez sin espacios y con los centrales Murillo y Araujo teniendo que arriesgar en la salida de balón. Sin embargo, el Celta aprisionó al Elche, pese a que esa fase de dominio solo tuvo un tiro lejano de Brais Méndez.

Cerca de la media hora de partido, los contratiempos llegaron para Jorge Almirón con la lesiones de Josan y Mojica, dos fatalismos sucesivos que trastocaron los planes del conjunto alicantino, pese a que minutos después de esas bajas rozó el gol con una volea de Raúl Guti.

El infortunio visitante continuó poco después con un doble resbalón defensivo, primero de Cifuentes y después de Verdú, que propició un contraataque celeste, una clara ocasión que malgastó Santi Mina, que, tras un pase de Nolito, optó por buscar a Aspas en vez de lanzar a portería, una decisión que desesperó a Coudet en el banquillo.

El Celta transmitió la sensación de que con más ritmo en su ataque podría desarmar al Elche. Y, al borde del descanso, lo logró en poco más de un minuto con dos goles. Aspas apareció para asociarse con sus compañeros. El Elche se extinguió en un suspiro.

El primer gol nace en un pase de Aspas a Nolito, que asiste para el tanto de Santi Mina; el segundo gol se inicia con un nuevo pase de Aspas a Nolito, que asiste para que culmine Brais Méndez.

La sociedad Aspas-Nolito abrió la segunda mitad con una nueva oportunidad que inquietó a Badía, un inicio esperanzador del Celta deslustrado al momento por un grave error defensivo que facilitó un gol del Elche.

Con la intención de evitar un córner, el portero Rubén Blanco se lanzó al suelo para meter la pelota en el campo, un acción que acabó en un regalo para Carrillo. Solo tuvo que centrar y Rigoni marcó.

Ese gol espabiló al Elche y desorientó al Celta durante muchos minutos. El equipo visitante se apoderó de la pelota, empujó hacia atrás al conjunto gallego, pero apenas formalizó todo su dominio con ocasiones, más allá de un disparo lejano de Josema.

Contra el pequeño dominio del Elche, Eduardo Coudet refrescó su ataque con Solari. Y al poco de aparecer en el campo, el argentino destapó la vulnerabilidad defensiva del conjunto de Jorge Almirón.

Un pase largo y raso de Araujo llegó a Solari, que corrió e inventó desde la banda derecha un buen centro para que Santi Mina, pese al marcaje de Cifuentes, certificase la victoria gallega con una gran remate, un latigazo que exhibe la enorme riqueza ofensiva del Celta, consolidado en la zona media de la clasificación.



El Celta sorprende al líder y Suárez lo rescata

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EFE,  España, Madrid, Madrid, 

Al borde del final, el Celta logró lo que nadie había conseguido en las últimas ocho jornadas de la Liga, restó al Atlético de Madrid dos puntos y aplacó la pegada de Luis Suárez, cuando el conjunto rojiblanco ya sentía suyo un triunfo, construido por el goleador uruguayo y frustrado por Ferreyra (2-2).

El fichaje invernal argentino regresó a LaLiga Santander con un protagonismo que quizá no intuía, como el goleador a última hora y decisivo del 2-2 que reduce la diferencia que sostenía el Atlético en el liderato. Aún es relevante, pero ya no tanto. Son ocho puntos sobre el Barcelona y el Real Madrid, que aún pueden ser once.

La puesta en escena del Celta fue imponente. A la presión alta que lo transforma en un equipo atrevido, agobiante y concluyente cuando la desarrolla con la eficacia con la que lo hizo en el primer tiempo en el Wanda Metropolitano añadió el buen manejo de la pelota, la precisión y la contundencia que en otras ocasiones no ha tenido, porque tampoco dispuso de demasiadas ocasiones frente a Jan Oblak.

Suyo fue el primer tramo. Sin discusión. Al Atlético no sólo lo minimizó, sino que lo devoró con esos mecanismos tan visibles, tan inherentes al proyecto de Eduardo Coudet, que lo postulan para robar la pelota cuanto más cerca mejor de la portería contraria y que lo proponen para desafíos mayores por ambición, como este lunes.

Al minuto 12 vencía por 0-1 -y no resultó nada extraño- con una acción de las que se enseñan en cualquier escuela de fútbol como un modelo: la apertura a la banda, el buen centro de primeras desde la derecha de Hugo Mallo y el desmarque y el remate en plancha, a un metro de Jan Oblak, del certero Santi Mina entre Felipe y Giménez.

Hubo mérito del Celta en todo eso, en todo el primer tiempo de claro color celeste, ganador del duelo que planteó entonces con la presión, pero también muchas deficiencias en el Atlético, demasiadas para un equipo de su calibre, impensables en algunos jugadores de su talla, como Lodi o Felipe (fue cambiado al descanso por Torreira), por ejemplo, aunque hubo otros muchos más, con concesiones que ya ha deslizado en algunos de sus partidos más recientes, aunque los gane.

Hay datos que lo describen más allá de un puntual momento este lunes: tres de sus últimos cuatro choques los empezó con el marcador en contra y en las últimas diez citas ligueras, incluida ésta, ha encajado nueve goles. En las diez primeras, en cambio, sólo recibió dos tantos. Lo ha ocultado con su contundencia ofensiva. Le sobra.

Porque el Celta fue mejor, sí, todo el primer tiempo, pero ni siquiera tal superioridad le bastó para irse al descanso al frente del marcador. La razón es evidente: el Atlético -o en concreto Luis Suárez- tiene una eficacia tremenda en ataque, juegue como juegue, aunque no aparezca casi por el área rival, no haya tenido ninguna ocasión o el partido apunte a todo menos al gol rojiblanco. No necesita casi nada para anotar goles.

Y no lo necesita porque tiene futbolistas que marcan las diferencias en un instante, en este caso en la última jugada del primer acto. Uno es Marcos Llorente, aunque su circunstancial posición de carrilero derecho apague muchas de sus cualidades. Suyo fue el centro perfecto por la banda. Y otro, sobre todo, por encima del resto, es Luis Suárez. Suyo fue el remate, desde el suelo y al primer toque. La revisión del VAR, por milímetros, validó la ajustada posición del ‘9’. Era el 1-1.

El empate era lo mejor del Atlético. Y el empate fue lo peor para el Celta. Y cuando pasa eso, ya parece que no hay más margen en el Wanda Metropolitano. No se lo dio entonces el líder de la Liga, que surgió del intermedio para ganar, como hace 15 días ante el Valencia, pero finalmente no lo consiguió, ni siquiera con el 2-1.

A los cinco minutos del segundo tiempo, en la siguiente aparición de Luis Suárez. Dos ocasiones, dos goles. La segunda a centro al primer toque de Lodi, al que le había dado el pase antes Kondogbia, en su estreno atlético como titular liguero, en el que también fue clave para salvar el 2-2 ante Iago Aspas y en el que fue omnipresente en el segundo tiempo en el medio centro.

Pero, de pronto, al borde del 90, Facundo Ferreyra cambió la historia repetitiva de las últimas jornadas, con el 2-2. Esta vez no bastó con la pegada de Luis Suárez.



Igualdad, pocas ocasiones y tablas entre Granada y Celta

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EFE,  España, Granada, Granada, 

El Granada y el Celta empataron 0-0 en el Nuevo Los Cármenes, lo que propicia que los andaluces acumulen tres jornadas sin ganar, aunque siguen séptimos en la tabla, y eleva a cinco partidos seguidos sin vencer la mala racha en liga de los vigueses, a los que sirvió de poco la reaparición de Iago Aspas tras varias semanas lesionado.

Fue un partido igualado, con dominio alterno, más ocasiones en el segundo tiempo que en el primero y que estuvo marcado por varias buenas intervenciones del meta Rubén Blanco para salvar a los célticos, sin que nunca contendiente se marchara disgustado con el empate final.

El cuadro gallego tuvo más posesión de balón merced a buscar acciones ofensivas más elaboradas en una primera parte equilibrada, en la que los locales mostraron un juego mucho más directo, aunque no hubo ocasiones claras para ningún conjunto.

El meta portugués Rui Silva sólo tuvo que intervenir en un disparo lejano de Fran Beltrán, acción a la que respondió el Granada con potentes tiros también desde fuera del área del brasileño Robert Kenedy y de Fede Vico que no encontraron portería por poco.

Un chut del francés Dimitri Foulquier hizo trabajar a Rubén Blanco, que despejó el esférico con ciertos apuros, mientras que la última acción destacada del primer tiempo fue en el otro área con una falta lanzada por Brais Méndez que no llegó a rematar por centímetros el mexicano Néstor Araujo.

Nada más comenzar el segundo tiempo tuvo el Celta una clarísima opción para marcar con un tiro franco de Manuel Agudo ‘Nolito’. No acabó con el balón en las mallas porque tocó lo justo el zaguero portugués Domingos Duarte para que se marchara a córner.

El choque se abrió más tras el descanso, replicando el Granada a la opción celeste con otra buena llegada desde atrás de Foulquier y con un ajustado disparo del venezolano Darwin Machís, acciones que obligaron a lucirse a Rubén Blanco para evitar el gol.

El técnico del Celta, el argentino Eduardo Coudet, hizo debutar a la hora de juego a su compatriota Augusto Solari, último fichaje invernal de su equipo, para intentar reactivar a los suyos tras tomar el mando del partido los granadinos.

El meta visitante volvió a salvar a los suyos en un durísimo disparo de falta de Kenedy y ante un cabezazo flojo de Domingos Duarte, mientras que Hugo Mallo rozó el gol para el Celta con un tiro en franca posición para marcar que desvió un defensa local.

En los últimos minutos regresó el equilibrio, con los dos equipos buscando el triunfo, pero sin arriesgar más de lo justo para no perder el punto que se aseguraban con una igualada que ambos dieron por buena.



El Celta de Coudet no da con la clave en 2021

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EFE,  España, Pontevedra, Vigo, 

Un nuevo error defensivo y la falta de pegada en ataque ante la ausencia del internacional español Iago Aspas volvieron a limitar al Celta, que empató en Balaídos ante la SD Eibar (1-1) en un igualado partido con pocas ocasiones de gol. El conjunto gallego que dirige el argentino Eduardo Coudet sigue sin ganar en el 2021.

El Celta, que pudo contar en la defensa con el colombiano Jeison Murillo y volvió a alinear al uruguayo Lucas Olaza -próximo a su regreso a Boca si no llega a buen puerto la negociación- se encontró una carambola al poco de comenzar el partido: un taconazo de Santi Mina rebotó en Sergio Álvarez y la pelota rechazada colocó a Brais Méndez solo ante Dmitrovic. Ese fatalismo del Eibar le costó un gol, un tempranero tanto dentro de un primera parte con pocas ocasiones.

Sin un claro dominador, y pese al empuje del equipo vasco durante muchos minutos, el primer tiempo avanzó sin grandes sobresaltos para los porteros. El Eibar lo intentó con un disparo lejano de Bigas; respondió el Celta con un centro de Nolito que envió el uruguayo Lucas Olaza al poste; minutos después, en un córner mal defendido por el conjunto celeste, llegó un mal remate de Kike García; cerca del descanso, probó Kike García con un tiro desviado.

Eduardo Coudet reforzó su centro del campo con el turco Okay, quizás para tener más control. Sin embargo, el plan del entrenador quebró al inicio de la segunda mitad. Una pérdida de pelota de Okay facilitó el gol del empate del Eibar, que aprovechó el error defensivo celeste para contestar con una veloz combinación Muto-Bryan Gil. Ese fallo del conjunto gallego cerca de su área -con gol del rival- se asemeja a los que cometió contra el Betis y el Villarreal en las dos jornadas anteriores.

El empate calmó al Eibar y estiró al Celta. El equipo de Eduardo Coudet adelantó sus líneas. Se apoderó de la pelota, creó peligro. El primer aviso fue un tiro desviado de Brais Méndez; luego, un centro de Olaza finalizó con un potente cabezazo a bocajarro de Hugo Mallo que despejó Dmitrovic; el portero volvió a ser determinante minutos más tarde para tapar un tiro de Brais Méndez.

El Celta no aflojó, pese a que, sin la genialidad de Iago Aspas, carece de pegada en ataque. Consiguió encerrar al Eibar, que resistió sin apenas apuros, salvo en la última acción del partido, una lejana falta colgada sobre el área vasca que, tras un cabezazo de Okay, dejó solo a Brais cerca del área pequeña para cerrar el partido con un disparo flojo.