Se reencuentran los hermanos Gurriel en Grandes Ligas
Los hermanos Gurriel cumplieron un sueño la noche del lunes, cuando Yuli y Lourdes Jr. se pararon en el mismo terreno de Grandes Ligas por primera vez en sus respectivas carreras.
El cariño fraternal fue el centro de atención antes del primer encuentro de la serie entre los Azulejos y los Astros, conquistado por Houston con marcador de 5-3. En dicho choque, Yuli se fue de 4-2 con una empujada, mientras que Lourdes abandonó el partido con rigidez en la corva izquierda al batear para doble-play en su único turno.
Y es otro capítulo feliz de una travesía que estuvo gestándose por más de dos décadas dentro de una de las familias más prestigiosas del béisbol en todo el mundo.
Yuli y Lourdes se han estado siguiendo los pasos uno al otro a lo largo de sus carreras. Las rutinas después de los juegos siempre empiezan con el revisar del boxscore y de los videos de lo que hizo el otro hermano. Ninguno se quiere perder un segundo de lal acción. Pero en el encuentro del lunes en el Rogers Centre, no tuvieron que encender la televisión. Pudieron verlo de cerca.
"Yo lo sigo muchísimo", dijo Yuli el lunes. "Después de cada juego, veo todos sus turnos. Sigo todo lo que hace. Siendo honesto, estoy bien orgulloso de que esté aquí. Todavía no creo que esté en las Grandes Ligas, especialmente tan rápido".
Yuli y Lourdes desertaron del equipo de Ciego de Ávila, Cuba, después de la Serie del Caribe en Santo Domingo en febrero del 2016. Su padre jugó con la selección de Cuba durante 15 años y ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, dos títulos de bateo y un premio al Jugador Más Valioso en la Serie Nacional de Cuba. Su hermano mayor, Yunieski, pasó 16 campañas en la Serie Nacional y se llevó dos premios JMV.
El pedigrí y el talento de ambos inmediatamente despertaron el interés de los scouts de Grandes Ligas una vez dejaron Cuba. Yuli firmó un contrato de cinco temporadas con los Astros en julio del 2016 y ese mismo año subió al equipo grande. Lourdes demoró un poco más, pues firmó por seis años con los Azulejos en noviembre del 2016 y debutó en las Mayores a principios de esta campaña.
Los hermanos ya han dejado su huella en sus respectivas organizaciones. Yuli tuvo un papel estelar para unos Astros que ganaron la Serie Mundial del 2017 y el lunes fue nombrado Jugador de la Semana en la Liga Americana, mientras que Lourdes es un potencial jugador clave para unos Azulejos que están en el proceso de abrirles paso a sus jóvenes.
"Yo soy el afortunado", dijo Lourdes. "Yo soy el menor y tuve la oportunidad no sólo de verlo a él, sino a mi otro hermano y a mi papá, ver cómo se preparaban y todas esas cosas. No sólo en el terreno, sino fuera, lo disciplinados y respetuosos que eran con todo el mundo. Tengo mucha suerte de tenerlo como hermano".
En la casa de los Gurriel hay sentimientos encontrados durante esta serie de tres juegos. Yuli dijo, bromeando, que su madre no sabía a qué equipo irle y que por eso se mandó a hacer una camisa mitad Toronto y mitad Houston con el apellido Gurriel en la espalda.
Ahora bien, que nadie se equivoque: los dos hermanos son bien unidos, pero también son extremadamente competitivos y ambos saben que el que salga mejor parado del Rogers Centre se ganará el derecho de sacárselo en cara al otro.
"Somos hermanos, pero cuando arranque el juego, allí entre las líneas, voy a tratar de ser mejor que él y ganarle", aseguró Yuli.
Una de las disputas se resolvió antes del primero de la serie. El exclusivo corte de cabello de Yuli lo ha hecho una especie de referencia cultural en Houston. Suele ser seguido por las cámaras y frecuentemente se puede ver a sus compañeros jugando con su cabello antes de los partidos y después de que batea un jonrón.
Lourdes, como muchos hermanos menores, trató de emular al al que ha admirado tanto desde que era un niño. Y en lo que a Yuli respecta, Lourdes salió ganando en este departamento.
"Una mañana me levanté y mi cabello estaba así", contó Yuli. "A la gente le empezó a gustar. Cuando su cabello creció, él empezó a hacer lo mismo también. Ahora el suyo es mejor que el mío. No puedo hacer nada contra eso".