El día en que Michael Jordan enfrentó a México
Michael Jordan se cruzó por única ocasión con México en 1983. Fue en los Juegos Panamericanos de Caracas, cuando el guardia estaba terminando su tercer año con la Universidad de Carolina del Norte. A sus 20 años llegó al torneo como una de las grandes figuras, pues venía de ser nombrado el mejor jugador del baloncesto colegial.
El torneo Panamericano le dio a los mexicanos la oportunidad de tener una probada de las jugadas espectaculares que caracterizaron a Jordan, un año antes de que se convirtiera en el tercer pick de los Chicago Bulls del Draft 1984.
"Apenas estaba saliendo del cascarón, pero ya era el Michael Jordan que al año siguiente se catapultó. Ya era un gran jugador del colegial", recuerda José Luis Satanás Arroyos, quien formó parte de la escuadra mexicana que casi le gana a los estadunidenses.México estuvo sembrado en el Grupo A junto con Estados Unidos, Brasil, Venezuela (equipo anfitrión) y Uruguay, que terminó no asistiendo al torneo por problemas políticos.
Aunque el equipo nacional sabía que enfrentar a Estados Unidos sería difícil por su gran historia del baloncesto, no tenían ni idea de a quiénes se enfrentarían. "De esa generación, todos llegaron a jugar en la NBA", mencionó.
Además de Jordan, en ese equipo, que terminó conquistando la medalla de oro, estaban Sam Perkins, Wayman Tisdale, Mark Price, entre otros jugadores, dirigidos por el coach de Kansas, Jack Hartman.
El equipo mexicano llegó animado a pesar de que les tocó iniciar el torneo ante la poderosa Estados Unidos. Para sorpresa de los presentes, México comenzó ganando y se fue al medio tiempo con el marcador 47-36 a su favor, pero esto fue lo único que pudieron hacer los nacionales. En la segunda mitad, Estados Unidos comenzó a presionar desde la media cancha y dieron la vuelta para ganar por 74-63.
"Ellos ajustaron en el medio tiempo y nos hicieron una presión de tres cuartos de cancha que no pudimos descifrar", recuerda el Satanás Arroyos a 35 años de ese momento.
Jordan también ya mostraba indicios del jugador que lo llevó a ganar seis anillos en la NBA, pues a pesar de que durante todo el torneo sufrió de una tendinitis, no le afectó en su juego.
"Lo primero que notamos fue su salto, no era como el de nosotros, tenía una chispa especial", que en cierto momento del partido, el guardia de la Universidad de Carolina del Norte le robó el balón a Alberto Mena desde la media cancha y con gran facilidad se puso el balón en el antebrazo y voló para clavarla. "No sabíamos cómo pudo despegar de tan lejos para llegar a la canasta, fue ahí que comenzó a escribir su historia internacional".
Directo al podio
México venció en el segundo partido a la local Venezuela por 86-76 y después derrotó a Puerto Rico. Posteriormente perdió contra Brasil y nuevamente ante Estados Unidos. En el último duelo la selección nacional superó a Canadá por 93-92. Aunque quedó empatado con Brasil en el segundo puesto del torneo, se llevó el bronce tras haber perdido el partido ante los brasileños.
"Esos panamericanos fueron importantes porque le ganamos la medalla de bronce a Canadá. Quedamos empatados con Brasil en el segundo lugar, pero nos tocó el bronce porque ellos nos habían ganado el duelo", cuenta José Luis Arroyos.
Estados Unidos tuvo un camino más tranquilo y terminó invicto el torneo para conquistar la presea dorada.
Se vuelven a encontrar
Nueve años después, la selección mexicana volvió a ver de cerca a Michael Jordan.
Entre el 28 de junio y el 5 julio de 1992, el Dream Team y México se vieron de lejos, pues no coincidieron en el grupo. "Lo bueno fue que no nos volvió a tocar enfrentar a Estados Unidos. Lo que si notamos fue, primero, el cambio físico que tuvo Jordan, pero también el liderazgo que tenía con su equipo", comentó.
Para ese momento, Jordan había ganado tres veces el MVP y Defensivo del Año.
"Esta experiencia es algo que siempre cuento, muy pocos tuvimos la fortuna de enfrentar a Michael especialmente en un duelo oficial. No sabíamos en ese momento que sería el mejor jugador de la historia, pero ahora cuando uno participa en alguna conferencia, y uno comenta que enfrentamos a Michael no te creen o no entienden. Les doy una explicación y entonces se sorprenden".