Messi y Wembley nunca fallan al Barca
Wembley, que forma parte de la historia del Barcelona con letras de oro, no falló a los de Valverde. El cuadro azulgrana selló las grietas que aparecieron en su armazón en los últimos partidos de septiembre y parece que todo vuelve a la normalidad. Lo que no ha desaparecido es el sufrimiento. El cambio de sistema al 4-4-2 sacrificando a Dembelé fue el primer paso para este cambio hacia la victoria y el segundo lo fue una mala salida de Lloris, que dejó en bandeja el 0-1 de Coutinho a los dos minutos de partido. Después de tres partidos sin ganar en los que fue por detrás en el marcador comenzar ganando y tan rápido dio mucha confianza al Barça.
Un pase de esos que sólo sabe poner Messi superó a Trippier por alto y dejó a Jordi Alba sin marca en su banda, Lloris salió a lo loco y se quedó vendido cuando el lateral buscó a Coutinho que marcó casi a placer sin portero en la meta del Tottenham. Mejor arranque imposible. La confianza del Barça fue tal que el cuadro de Pochettino ni la olía. Los cuatro del centro azulgrana mandaban a su placer y los ingleses no sabía ni de qué color era la camiseta de Ter Stegen
Un disparo lejano de Kane sin mucho peligro que detuvo Ter Stegen fue lo único destacado del cuadro londinense antes de que Rakitic sentenciara el choque con un potente derechazo desde fuera del área imposible de detener para el meta internacional francés del Tottenham. Pese al 0-2 a la media hora de juego, el Barça no reculó y buscó el tercero con ganas. Luis Suárez, Coutinho y Messi lo tuvieron en sus pies, pero no llegó la puntilla antes del descanso. Ter Stegen se dejó ver en una acción en la que Semedo estuvo a punto de meter un gol en propia puerta a remate de Son, pero los reflejos del alemán evitaron lo que hubiera sido un injusto 1-2.
Recital y dos postes de Messi
Los primeros minutos de la segunda parte fueron un recital de Messi. Uno más. Dos jugadas suyas acabaron en el poste de Lloris cuando no se habían cumplido los cinco minutos. Y de lo que podía ser un 0-4 sin exagerar lo más mínimo se pasó a un 1-2 después de que Kane demostrara su clase en la jugada siguiente al segundo poste de Leo. Recortó a Semedo en el área y cruzó ante Ter Stegen. Wembley rugió con el tanto inglés buscando dudas en el Barcelona pero no las hubo. Y menos con Messi en el campo.
Sin tiempo a que el Tottenham se lo creyera, sólo cuatro minutos después, el argentino buscó a Jordi Alba en banda y el centro del lateral azulgrana lo acabó rematando el propio Messi -después de que Coutinho y Luis Suárez dejaran pasar con acierto el balón- para el 1-3. Este tanto, tras 25 pases seguidos del Barça, dejó tocado al cuadro inglés, pero los de Pochettino no habían dicho aún su última palabra. Y está claro que esta temporada no hay partido tranquilo, por muy bueno que sea en ataque, para el Barcelona. Un disparo de Lamela desde fuera del área dio ligeramente en Lenglet y 2-3. El Tottenham se volvió a meter en el partido y con 90.000 almas apoyándole. Tocaba sufrir con 20 minutos por delante.
Pero el sufrimiento sólo lo puso Semedo, en dos malos controles dentro del área que pudieron meter en su lío a los suyos, y Lucas Moura con un remate desde cerca que envió a córner Lenglet. Rafinha y Vidal salieron para que los ingleses no tuvieran tanta posesión y sólo en los córners dieron alguna sensación de peligro los de Pochettino. Y fue Messi el que cerró el partido con un nuevo gol a pase de Jordi Alba tras otra dejada de Luis Suárez. Dos partidos, cinco goles, Messi quiere la Champions y no va mal encaminado.
El Barcelona recuperó la senda del triunfo, con sufrimiento, pero lo consiguió. Wembley, con hierba y sin hierba como en este caso, no falla al Barcelona. Un clásico.