Croacia vence a España y está viva en la Liga de Naciones
Acogidos por el lleno total del Estadio Maksimir de Zagreb, Croacia demostró durante los primeros 15 minutos su calidad como subcampeón del mundo ante una potencia a la alza como lo es España.
Perisic y Rebic pusieron en predicamentos a la zaga española durante los primeros 10 minutos. De no haber sido por la increíble atajada de David de Gea al minuto cinco, Croacia habría hecho mucho más en la primera parte.
Tras el cuarto de hora, España se hizo del balón, bajó las revoluciones, se puso a tocar por toda la cancha, pero esperó 42 minutos para realizar un disparo a arco abierto de los pies de Saúl Ñíguez.
Y un par de minutos después, Isco tuvo la jugada más clara para los españoles en todo el primer tiempo, cuando aprovechó un error en la salida del rival y probó a Kalinic con un remate envenedado.
A pesar del dominio de España en la segunda mitad, Croacia se puso adelante en el marcador vía Kramaric, quien aprovechó un desvío en la salida para entrar solo al área y definir abajo ante la salida de De Gea.
Pero más duró el festejo croata que el tiempo transcurrido para que España encontrara el empate al 55', gracias a una jugada de pizarrón entre Aspas, Isco y Ceballos; este último autor del gol.
Los visitantes ganaron confianza con cada minuto de juego, y por momentos hicieron ver muy mal a la defensa croata que se dedicó a despejar todo balón que caí cerca de su área. Aspas se perdió el 2-1 de forma inimaginable al 61'.
La falla de Aspas vendría con penitencia, ya que Jedvaj le daría la vuelta al conectar de cabeza un magnífico centro de Luka Modric. El Maksimir de Zagreb volvía a la vida con mucho tiempo aún por jugar.
Cuando parecía más cerca el empate de España, Rebic tuvo una oportunidad de oro que no supo traducir al marcador, cuando falló en el mano a mano con De Gea. Los locales poco sabrían que la jugada les costaría muy caro cuatro minutos después.
El que perdona pierde, y Vrsaljko se encargó de cumplir la profecía al cometer una mano infantil y regalar una pena máxima que Sergio Ramos no perdonó.
Pero cuando todo parecía destinado a un empate a dos goles por equipo, Jedvaj logró su doblete en tiempo de compensación y le daba a los croatas una merecida revancha en casa.