Alabama gana 45-34 a Oklahoma; va a final
Tua Tagovailoa lanzó para 318 yardas y cuatro anotaciones y Alabama, número uno, derrotó el sábado 45-34 a Oklahoma, número cuatro, en la semifinal del Fútbol Colegial en el Orange Bowl.
Los Sooners que habían tenido una campaña de marcadores abultados llegaron a la semifinal no obstante su porosidad defensiva que no fue rival para la variedad ofensiva de Alabama.
Prueba de ello es que la Crimson Tide se había despegado 28-0 a los 17 minutos de juego. Alabama (14-0) avanzó al campeonato nacional por cuarta temporada consecutiva y enfrentará el 7 de enero en Santa Clara, California, a su conocido rival Clemson, que apabulló el sábado 30-3 a Notre Dame en el Cotton Bowl.
“Tienen un gran programa y un gran equipo”, dijo el entrenador de Alabama, Nick Saban, en referencia a sus próximos contrincantes. “Tengo la certeza de que será una gran prueba para nosotros, y tengo la certeza de que tendremos que jugar mejor que hoy”.
La actuación de Tagovailoa en la semifinal quizá justificaría un recuento en la votación por el Trofeo Heisman.
Fue segundo después de Kyler Murray, de Oklahoma, pero se desquitó completando 24 de 27 pases, en los que cuatro receptores consiguieron las anotaciones. “Siempre da gusto ver que el esfuerzo personal brinda resultados”, dijo Tagovailoa, que jugó con una dolencia en el tobillo izquierdo.
Tagovailoa conectó sus primeros nueve pases para 184 yardas mientras que Murray fue atrapado en dos ocasiones.
Murray completó su primer pase cuando su equipo estaba abajo 21-0. En un momento brillante, Murray hizo un lanzamiento profundo perfecto de 49 yardas a Charleston Rambo que atrapó el balón en la zona de anotación.
Murray hizo pases para 308 yardas y corrió para 109, pero recibió varios golpes fuertes, incluido uno en el que el guardia nariz Quinnen Williams le zafó el casco y lo obligó a salir del partido una jugada en el último cuarto.
La Crimson Tide (Ola Carmesí) pasó por encima de los Sooners (12-2). Cuando Robert Barnes intentó parar a Josh Jacobs en campo abierto, el running back de Alabama bajó la cabeza para la colisión y continuó su avance de 27 yardas hasta la zona de anotación.
En contraste, el safety de los Sooners fue a dar al césped aturdido sin que pudiera reincorporarse con rapidez.
“Nuestra ofensiva controló el ritmo del partido”, declaró Saban.
“El único momento en que nos detuvimos en el encuentro fue cuando nos detuvimos nosotros mismos”.
En este partido entre las dos ofensivas más letales del país, Oklahoma se rezagó por mucho en el marcador desde el inicio del encuentro.