Eliud Kipchoge avanza en la demolición del "muro"
El muro de las dos horas en el maratón comenzó a resquebrajarse con la segunda descarga del keniano Eliud Kipchoge, que por segundo año consecutivo dejó una marca para la historia, instalado ya en los aledaños de la frontera cronométrica con miras al asalto definitivo.
Kipchoge, leyenda viva del atletismo procedente del Valle del Rift, y la saltadora colombiana Caterine Ibargüen, avasalladora en triple salto pero también en longitud, reinaron entre Mundiales y fueron coronados en Montecarlo como los Mejores Atletas del Año.
En una temporada sin más competiciones globales que la Copa Continental de Ostrava, el momento más prodigioso se produjo el 16 de septiembre en Berlín. Kipchoge ganó el maratón con un r egistro récord de 2h01:39, en su segundo asalto al "muro" por excelencia.
Un año y medio antes, el 5 de mayo de 2017 en el autódromo de Monza, el campeón olímpico había cuajado el maratón más rápido de la historia, culminando con una marca no aprobada de 2h00:25 el reto diseñado por Nike para bajar de las dos horas. No lo consiguió por muy poco en el proyecto Breaking2, pero pulverizó la mejor marca de la historia anterior (2h03:02) de su compatriota Geoffrey Mutai.
Con 33 años Kipchoge ha demostrado que el muro de las dos horas en el maratón está a la vuelta de la esquina. En Berlín las liebres "legales" le llevaron hasta el km 5 en 14:24, al 10 en 29:01, al 15 en 43:38. Ahí se apartaron dos de los tres ayudantes, dejando como único tirador al keniano Josphat Boit, que cubrió el medio maratón en 1h01:06 y se retiró en el km 25 con un parcial de 1h12:24.
Kipchoge se quedó solo en la punta con más de un minuto de ventaja sobre sus perseguidores, los también kenianos Wilson Kipsang y Amos Kipruto, de modo que corrió sin ayuda los últimos 17 km, pulverizando plusmarcas a su paso: 1h26:45 en el km 30, 1h4100 en el 35, 1h55:32 en el 40 hasta rematar con el récord mundial que rebajaba el anterior en 1:18, el margen más amplio en 51 años.
El insigne fondista fue el responsable de uno de los dos récords mundiales absolutos que deparó el año 2018 en categoría absoluta. El otro fue obra del decatleta francés Kevin Mayer.
El destino concentró las dos plusmarcas en un solo día. Aquel mismo 16 de septiembre Mayer remató su victoria en Talence (Francia) con una suma de 9,126 puntos, borrando de la lista de récords los 9,045 del estadounidense Ashton Eaton. Se convertía en el tercer hombre que rompía la barrera de los 9,000, 17 años después de que el checo Roman Sebrle lo hiciera por primera vez con 9.026.
La temporada dejó también prestaciones sobresalientes del estadounidense Christian Coleman (campeón y plusmarquista mundial de 60 lisos con 9.79); el sueco Armand Duplantis, campeón de Europa absoluto de pértiga y sub-20 del mundo con 6.05, y el catarí Abderrahman Samba, invicto en nueva carreras de 400 m vallas y autor del mejor registro mundial desde 1992, con 46.98.
En categoría femenina, los tres dobletes longitud-triple de Caterine Ibargüen le otorgaron, al quinto intento, el trofeo de Mejor Atleta Mundial del Año. Venció por partida doble en la Diamond League (con un solo día de diferencia), en la Copa Continental y en los Centroamericanos y del Caribe.
La campeona olímpica fue preferida en las votaciones frente a la ganadora del año anterior, la belga Nafissatou Thiam, campeona de Europa de heptatlón -disciplina en la que termina el año invicta-; la británica Dina Asher-Smith, campeona de Europa y líder mundial del año en 100, 200 y 4x100; la keniana Beatrice Chepkoech, que batió por ocho segundos el récord mundial de 3.000 m obstáculos con 8:44.32; y la velocista bahamesa Shaunae Miller-Uibo, invicta en 15 competiciones.