Real Madrid, a calmar las aguas antes de ir al Mundial
El último partido del año en el Santiago Bernabéu en que Real Madrid se medirá al Rayo Vallecano antes de partir rumbo a Abu Dabi para disputar el Mundial de Clubes debía servir para preparar el torneo de la FIFA en que el equipo merengue debe defender el título. Dar minutos a los menos habituales; cuidar a los titulares y que los jóvenes tuvieran algo de ‘cariño’ de su público.
Pero Santiago Solari no se puede dar el lujo de arriesgar tres puntos que, en pleno diciembre, pueden significar la diferencia entre irse al parón navideño aún a la caza de la cima (sigue lejos, a cinco puntos) o hacerlo fuera de la zona de Champions League. Y el público no está para regalar mimos.
Han pasado apenas cuatro días desde que el equipo merengue sufrió la peor goleada como local en Champions League; una derrota por 0-3 ante el CSKA de Moscú, que pese a dos victorias sobre el Campeón de Europa acabó en el último puesto de su grupo.
Asegurada la primera plaza, el partido era intrascendente y como tal lo afrontaron los merengues. Solari ha defendido la actitud de sus jugadores. Que jugaron con “la misma intensidad” y fueron otros factores los que causaron la derrota. Pero las derrotas ya no parecen accidentales. Ya son dos en menos de un mes, ambas por goleada, y ambas ante rivales menores. Eibar y CSKA.
En tanto, la última victoria, u sufrido 0-1 sobre el sotanero de la Liga, Huesca, ha dejado aún más dudas en torno al equipo merengue.
Esta vez toca enfrentarse al penúltimo clasificado de la Liga. El Rayo Vallecano, que apenas ha sumado diez unidades después de dos victorias, cuatro empates y nueve derrotas.
El error – otro ‘accidente’ – no es una opción para el equipo de Santiago Solari, que saldrá a la cancha bajo una enorme presión, tanto deportiva como de la masa social, que no perdona la mala imagen.
Cuatro días después de despedir al equipo con rechiflas no se espera una cálida recepción a pesar de los ruegos de Solari para que la afición apoye a su equipo, pues “la unidad” ha sido clave en los éxitos recientes – los cuatro títulos de Champions League en los últimos cinco años de las que el técnico actual sigue haciendo mención.
Pero el equipo merengue ya no es el mismo. más allá de la marcha de los grandes artífices de la ‘era dorada’ que parece haber llegado a su final desde mayo.
Acusa el cansancio. El hartazgo. Suma ya ocho derrotas en lo que va de la temporada, cinco de ellas en Liga.
Todo apunta a que no podrá contar con Gareth Bale, autor del tanto ante Huesca, aquejado de un problema en el tobillo a raíz de una torcedura. Tampoco con Casemiro, que ha vuelto a los entrenamientos pero podría ser reservado para el Mundial, y Nacho, que sigue en recuperación.
La ausencia del galés debería abrirle un hueco a Marco Asensio en el equipo titular junto a Lucas Vázquez y Karim Benzema en ataque. Pero el mallorquín está lejos de su mejor versión. Volverán, se espera, Sergio Ramos y Raphael Varane, al centro de la zaga, luego de descansar a media semana. También Luka Modric, Dani Ceballos y Toni Kroos a la media.
La gran necesidad de los merengues llama a enviar al equipo más fuerte posible, por lo que Isco, estará en Isco, en medio de la polémica después de que se encarara con la grada, volvería a la banca.
“No estamos para matemáticas y no tiramos ningún partido. Tenemos que ir convencidos de que vamos a ganar y de que será el punto de partida para nuestra remontada”, dijo Míchel, entrenador del Rayo Vallecano.
El Real Madrid, tampoco.