Jared Goff y su respeto por Tom Brady
Jared Goff tenía apenas 7 años cuando Brady venció a los Rams para ganar su primer Super Bowl a inicios de 2002. Desde entonces, ha sido su admirador.
Ahora con 24 años, Goff tiene la misma edad que Tom Brady en ese entonces. Cuando Brady aparezca en su noveno Super Bowl el próximo fin de semana en Atlanta, Goff estará del otro lado del terreno, sin intimidarse pero tampoco perdiendo la humildad.
La brecha de 17 años es la más grande entre quarterbacks titulares en la historia del Super Bowl. Sin embargo, la diferencia de edad parece no significar mucho para Brady, y mucho menos para Goff, quien no ve una ventaja en su juventud ni una desventaja en su inexperiencia.
“Es un tipo al que has admirado durante tanto tiempo”, dijo Goff el jueves. “Ahora tengo la oportunidad de jugar en uno (Super Bowl) con él. Lo respetamos, pero saldré a dar mi máximo y a ser lo mejor que pueda ser, y ojalá salgamos con un triunfo”.
Ambos quarterbacks estarán incesantemente bajo los reflectores a partir de la próxima semana. Así es la vida de Brady, mientras que Goff apenas comienza a acostumbrarse apenas tres años después de ser la primera selección global en el draft, y pasar problemas en su primer año antes de alcanzar el éxito en la posición.
Goff no admite que el Super Bowl LIII le da la oportunidad de unirse a Brady entre el selecto grupo de pasadores de élite de la liga, incluso cuando buena parte del mundo del fútbol americano se lo dice. Pero después de que Goff guio a los Rams a 24 triunfos y dos victorias en playoffs en las últimas dos temporadas, los Rams ya piensan que pertenece a la realeza.
“Confiamos mucho en su capacidad para guiarnos en un juego tan grande”, dijo el coach de los Rams Sean McVay. “Creo que Jared será el de siempre, que es precisamente lo que queremos”.
Goff y Brady son de generaciones distintas, pero tienen unas cuántas cosas en común.
Ambos son originarios del Área de la Bahía y ninguno de ellos estaba en los radares de la NFL antes de ingresar a la Universidad. Ninguno de los dos dejó que eso fuera un obstáculo.
Goff obviamente tiene el brazo y la capacidad para tener éxito en la ofensiva de McVay. El domingo pasado en Nueva Orleans también demostró que puede hacer más.
Completó 25 de 40 envíos para 297 yardas con un touchdown y una intercepción ante los Saints. Más importante aún, comandó tranquilamente a los Rams de una desventaja temprana de 13 puntos e hizo las jugadas suficientes en la recta final para mantener al equipo en el partido.
“Lo que llamó la atención fue la forma en que enfrentó las adversidades”, dijo McVay. “La fortaleza mental que desplegó el equipo y Jared lo personificó con la manera en que manejó el juego, su comando, los pases que completó cuando más los necesitábamos. Jared mostró su capacidad de alcanzar su mejor nivel cuando más se le requiere. Desplegó su competitividad”.