La responsabilidad de tener el apellido Flores sobre duela
¿El talento se hereda? A veces sí, a veces no. Lo único claro es que todo comienza desde una educación familiar que inculca valores y herramientas básicas para el éxito. Se sabe que las cosas van bien cuando uno o más miembros rondan por ese mismo camino.
Tal es el caso de Estefanía y Saraí Flores Nieto, quienes estudian en CETYS Universidad Campus Tijuana y defienden la camiseta de la institución en el baloncesto femenil. Es la primera vez que coinciden en la misma alineación desde que estudiaban Primaria.
Siempre me ha gustado cómo juega mi hermana, pienso que tiene mucho potencial -dijo Estefanía-. Nos conocemos de toda la vida, pero es una sensación muy especial tenerla en el mismo equipo; me siento libre y segura cuando estamos juntas en la duela.
Estefanía nació en 1997 y estudia Ingeniería Industrial, es 3 años mayor que Saraí (Ingeniería en Energía Renovable); ambas provienen de padres que también experimentaron el alto rendimiento en algún momento.
Me sentí emocionada y nerviosa, al mismo tiempo, cuando entrené al lado de mi hermana por primera vez. En todos los años que llevo jugando básquetbol, sólo había coincidido con ella hace mucho tiempo. Con ella me siento en confianza, atenta y activa a todo; siempre cuento con su apoyo, agregó Saraí.
La hermana mayor ya supo lo que fue ganar el Campeonato Ocho Grandes de Liga ABE y la Universiada Nacional del CONDDE, la menor lo que es encarar Juegos Nacionales de CONADEMS y Juvenil C de CONADEIP. Ambas conocen la responsabilidad del apellido Flores y de los colores de portan, pero sin dejar de ser ellas.
Confieso que soy más bromista y le gano en los quehaceres -contestó Estefanía entre risas-. Pero hablando en serio, Saraí tiene un gran futuro. Me supera en talento y no me da pena decirlo. Me encanta verla jugar. Me enorgullece decir que es una deportista segura de sus objetivos y guerrera como pocas en la duela. Y si se lo propone, llegará muy lejos.
Saraí, por otro lado, recordó y lamentó cuando accidentalmente tumbó dos dientes a Estefanía en algún pasaje de la infancia; etapa que recuerdan con alegría y nostalgia al lado de otros miembros de la familia: un hermano aficionado a los cómics y otra hermana a las artes marciales.
Es su último año como jugadora de CETYS, por eso quiero que Estefanía muestre todo lo que ha aprendido en tanto tiempo; a mí me gusta su manera de desenvolverse sobre la cancha. Ella es mi inspiración, sigo sus pasos de vida, estoy muy agradecida y segura que siempre le irá muy bien, concluyó Saraí.