Super Bowl LIII: mandos contrastantes
Bill Belichick es uno de los entrenadores en jefe más experimentados de toda la NFL, quizá el mejor de todos los tiempos; Sean McVay está dando sus primeros pasos en la profesión, pero está cerca de la gloria.
El Super Bowl LIII es un duelo entre dos generaciones distintas dentro de la Liga y no hay mejor ejemplo que el que viene desde las líneas de banda de ambos equipos.
Belichick, ganador de 30 juegos de Playoffs (el mejor de la historia), le dobla la edad a su contraparte -66 años contra 33-, que dirigirá su cuarto encuentro en Postemporada mañana en Atlanta.
Sus estilos contrastan ampliamente, pues el veterano entrenador privilegia el orden defensivo y a forzar el error del contrario, mientras que el joven McVay busca los triunfos con jugadas explosivas al ataque.
El domingo, la historia dictará si uno se afianza más como leyenda o si el otro da sus primeros pasos hacia un legado indeleble.
Ganador, calculador y polémico
El Bill Belichick del presente es fiel reflejo de los 43 años que ha pasado en la NFL.
Su primera gran oportunidad en la Liga le llegó a los 23 años con los Colts de Baltimore y sus primeros éxitos los consiguió con los Giants de Nueva York, ganando dos Super Bowls como coordinador defensivo.
Tras un breve y no tan exitoso paso por los Browns, Belichick llegó a los Pats acompañado de aquello que no lo soltaría ya nunca más: la polémica.
En enero del año 2000, “El Monje” llegó a Nueva Inglaterra un día después de haber renunciado a los Jets de Nueva York... a partir de ahí, el resto es historia.
Innovador, joven y carismático
McVay llegó a los Rams de Los Ángeles para revolucionar el puesto de entrenador en jefe en la Liga.
Cuando llegó de cara a la temporada 2017-2018, el ex coordinador ofensivo de los Redskins de Washington transformó a la que era la peor ofensiva de la Liga en quizá la unidad de ataque más explosiva de toda la NFL, y todo esto gracias a la experiencia adquirida desde que los Buccaneers de Tampa Bay le dieron su primera oportunidad a los 22 años.
Sus métodos ahora son modelo a seguir en otros frentes de la Liga, y no es para menos, pues en dos campañas como entrenador en jefe ha puesto a un equipo que era gris en la antesala por el título.
Momentos clave: Sean McVay
Los primeros pasos de un joven sin experiencia
Recién egresado de la Universidad de Miami en Ohio, donde se desempeñó como receptor abierto del equipo de futbol americano de la escuela, McVay es llamado por Jon Gruden para que se una al staff de entrenadores de los Buccaneers de Tampa Bay, donde se desempeñó como asistente del entrenador de receptores, apenas a los 22 años de edad.
Tras esa temporada, Gruden es despedido por los Buccaneers y McVay migró a una Liga de futbol americano de menor nivel, convirtiéndose en el coach de receptores de los Tuskers de Florida, equipo de la United Football League (UFL).
El éxito comienza a forjarse en Washington
Tras un paso fugaz en la UFL, donde permanece una sola campaña, en 2010 McVay es llamado por Mike Shanahan, entonces entrenador en jefe de los Redskins de Washington, a que ocupe el puesto del asistente del coach de alas cerradas del equipo. Para 2011, McVay asume ese puesto, el cual conserva hasta la campaña de 2013, teniendo bajo su mando a jugadores como Chris Cooley, Fred Davis y Logan Paulsen.
Al finalizar la temporada 2013, Shanahan es despedido por los Redskins, pero McVay se queda y es ascendido a coordinador ofensivo bajo el mando de Jay Gruden. En 2016, logra colocar al ataque de los Redskins como el tercer mejor de la Liga.
El llamado que cambió su vida y el rumbo de una franquicia
La más que satisfactoria actuación del ataque de los Redskins en la temporada 2016 le valió a McVay ser llamado por los Rams de Los Ángeles para que tomara los controles del equipo a partir de la campaña de 2017, convirtiéndose en entrenador en jefe a los 30 años de edad, siendo así el más joven en la historia de la Liga.
Un año antes de la llegada de McVay, los Rams se mudaron a Los Ángeles provenientes de San Luis; en 2016, el equipo angelino tuvo marca de 4-12, fue el cuadro que menos puntos anotó en toda la temporada y fue la peor ofensiva del año. Con McVay al frente, los Rams lideraron en puntos en 2017 y fueron la segunda mejor ofensiva esta última campaña.
Momentos clave: Bill Belichick
El génesis de una mente maestra a la defensiva
Belichick comenzó a florecer como genio defensivo cuando asumió la coordinación de esa unidad con los Giants de Nueva York a partir de la temporada de 1985, con Bill Parcells como entrenador en jefe.
En sus seis campañas desempeñándose en dicho puesto, las defensivas de Belichick estuvieron entre las 10 mejores de la Liga en cinco de ellas, siendo la segunda mejor en las temporadas de 1985, 1986 y 1990; curiosamente, en éstas dos últimas los Giants se convirtieron en campeones del Super Bowl.
En Nueva York, Belichick tuvo bajo su mando a uno de los mejores defensivos de la historia en la figura de Lawrence Taylor, quien fue Jugador Más Valioso de la NFL en la temporada de 1986.
Una no tan placentera primera experiencia como el mandamás
Las buenas actuaciones de las defensas de los Giants con Belichick como coordinador defensivo entre 1985 y 1990, le valieron ser considerado para entrenador en jefe de los Browns de Cleveland a partir de la campaña de 1991.
En cinco años al frente de Cleveland, Belichick sólo pudo conseguir una temporada ganadora, siendo ésta la de 1994, en la que logró llevar al equipo a los Playoffs. En dicha Postemporada, los Browns derrotaron a los Patriots en la ronda de Comodines.
En Cleveland, y después de cinco temporadas, estuvo al frente en 80 encuentros, ganando 36 y perdiendo 44; sólo dirigió dos encuentros de Playoffs, levantando la mano en uno y cayendo en otro.
El gestor del “giro de tuerca” que cambió la historia de la Liga
Luego de su paso con los Browns, Belichick se reencontró con Bill Parcells en los Patriots, en 1996, ocupando el rol de entrenador asistente y coach de los jugadores de perímetro. En 1997, asumió el cargo de entrenador en jefe interino de los Jets de Nueva York mientras el equipo neoyorkino negociaba con los Pats por los derechos de Parcells para que éste fuera su entrenador en jefe.
En Nueva York, Belichick fue el coordinador defensivo de Parcells y al término de la temporada 1999 se le ofreció el puesto de entrenador en jefe. El 4 de enero del año 2000, en una servilleta, Belichick renuncia a los Jets y al día siguiente es presentado como entrenador en jefe de los Patriots de Nueva Inglaterra.