Por AJ Cassavell | MLB.com

Han pasado dos semanas desde que Manny Machado se abotonó por primera vez la camisa con el número 13 en la espalda durante la rueda de prensa en la que fue presentado como nuevo refuerzo de los Padres. Ahora dice que finalmente se está empezando a adaptarse.

Tras 15 días en el campamento primaveral de su nueva casa, Machado ya está a toda máquina en el terreno. Ha jugado en cuatro encuentros y ha conseguido un buen número de cosas, como su primer hit, su primera carrera, su primer extrabase y su primera oportunidad defensiva (que extrañamente no se presentó sino hasta su cuarto juego) con San Diego.

Pero quizás más importante que todo eso es que Machado se encuentra cada vez más aclimatado en los Padres. Todos los días toma práctica de bateo en un grupo que incluye a veteranos como Ian Kinsler y Eric Hosmer, pero también dos grandes prospectos como el mexicano Luis Urías y Fernando Tatis Jr.

No hay mejor indicativo del rumbo que ha tomado el club que ese grupo de práctica de bateo, una combinación de inmenso talento joven con experiencia traída desde afuera con la intensión de terminar de empujar a los Padres de vuelta a la relevancia. Mientras Machado pensaba en dónde firmar, Machado estudió la visión a largo plazo del gerente general A.J. Preller. Ahora la ha visto puesta en práctica.

“Es un compromiso a largo plazo, así que uno averigua sobre todo”, aseguró Machado. “Pero por más que uno vea y haga preguntas, nunca sabes en qué te metiste hasta que llegas aquí. Quería verlo por mí mismo”.

“Ahora estoy aquí y sé que tomé la decisión correcta. Hay suficiente talento y vamos en la dirección correcta. Esto va a ser algo especial. Si todo el mundo viene y pone de su parte, definitivamente podríamos hacer algunas cosas especiales”.

Hubo, por supuesto, 300 millones de razones para que Machado escogiera San Diego. Pero Machado deja claro que la situación era la adecuada para él. Y las razones no son enteramente financiaras: quiere ganar.

Para un aficionado casual, San Diego no parecería como un destino obvio. Pero Machado no cree en lo más mínimo que los próximos 10 años van a seguir iguales a los 10 anteriores. Cita el gran sistema de granjas, una ofensiva que mejora y mejora y todo el pitcheo joven que arribará en el futuro cercano.

“Lo que han hecho los últimos años con la reconstrucción es bien impresionante”, contó Machado. “Bien por A.J. y su staff. Sabe reconocer el talento. El talento que ha tomado en el Draft amateur, que ha firmado, que ha conseguido en cambios, todos están aquí por una razón. Vamos a ser uno de los mejores equipos del béisbol. Nuestra meta es darle un campeonato a San Diego”.

Machado admite que es una meta ambiciosa para el 2019. Pero está en San Diego a largo plazo. El mejor sistema de ligas menores de todo el béisbol debería pagar dividendos pronto, empezando con el arribo de Tatis y Urías, a quienes Machado ha visto de cerca por primera vez esta primavera.

“Obviamente tienen el talento, pero es más que eso”, dijo Machado. “Quieren salir a jugar, quieren ganar, quieren mejorar. Es impresionante verlos juegos, lo que aportan, el tipo de peloteros que son. Tienen un tremendo futuro por delante mientras mantengan esas ganas”.

Machado está allí para asegurarse de que no pierdan el apetito. Le da crédito al ex torpedero J.J. Hardy por haberlo ayudado cuando llegó por primera vez a Baltimore. Ahora quiere hacer lo mismo por Tatis y Urías.

Sus hábitos claramente han empezado a propagarse. El manager Andy Green notó la intensidad con la que Machado toma sus prácticas de bateo. En ese sentido, no es una coincidencia que esté bateando con los novatos.

“Es como ir a la escuela todos los días”, dijo Urías. “Puedes aprender muchísimo solo viéndolo”.

Muy pronto, los dos estarán compartiendo en el infield en San Diego. Eventualmente, Tatis se les va a unir. Y más jóvenes se irán sumando.

Machado sabía todo eso cuando firmó. Dos semanas después, está más convencido que nunca.

“Me encanta estar aquí”, sentenció Machado. “Realmente creo que vamos a hacer algo especial”.

Manny Machado, tercera base de los Padres de San Diego, ha sido nombrado tercera base del primer equipo de ALL-MLB, superando a José Ramírez de Cleveland y Justin Turner de Los Ángeles. 

El ”Ministro" tenía una línea ofensiva de .304/.370/.580 junto con 16 jonrones y 47 carreras impulsadas mientras jugaba en los 60 juegos en 2020.

Se esperaba que Dinelson Lamet compitiera por estar en la rotación del primer equipo de Las Mayores pero todo indica que competirá por un lugar en el segundo equipo.

Horas antes de pararse en la caja de bateo para enfrentar a Clayton Kershaw en el Globe Life Field, Manny Machado dijo que algo que los Padres necesitaban más que nada era jugar con energía, “jugar el béisbol al estilo de los Padres que venimos jugando todo el año y no preocuparnos por nada más”.

¿Qué mejor ejemplo de ese “béisbol al estilo de los Padres” que conectar jonrones consecutivos y ejecutar un agresivo bat-flip?

Machado le aportó esa chispa a un lineup de San Diego que se había visto algo callado en la sexta entrada del Juego 2 de la Serie Divisional la noche del miércoles, cuando disparó un vuelacercas por todo el jardín izquierdo abriendo el inning y luego lanzó su bate de manera enfática hacia el dugout mientras les gritaba palabras de aliento a sus compañeros.

Al final, los Frailes se quedaron cortos en Arlington y ahora se encuentran contra la pared abajo 0-2 en la SDLN tras caer por marcador de 6-5, pero el tablazo en solitario de Machado—y su emotiva reacción – parecieron ser justo lo que San Diego necesitaba para revivir su lineup. 

“Fue la chispa para encender al equipo entero. Siento que recuperamos ese envión anímico. Encendió el dugout y ciertamente puso a todos de pie”, expresó el inicialista de los Padres, Eric Hosmer. “Eso es lo que él hace. Aporta esa chispa. Nuestra ofensiva estaba apagada en ese momento y él despertó al dugout, despertó a la ofensiva y nos echó a andar de nuevo.

Hosmer respondió conectando su primer vuelacercas de esta postemporada por todo el jardín central. Con dos swings, los Padres acortaron la ventaja de los Dodgers a una sola carrera. Esos tablazos en la sexta entrada y el ataque en la novena fueron un recordatorio de lo que este dinámico orden al bate es capaz de hacer. 

“El primer batazo que le conectó con autoridad a Kershaw, creo que despertó a nuestros muchachos. Sus turnos al bate fueron grandiosos, pero el que tuvo en la novena entrada fue una verdadera batalla entre él y [Joe] Kelly”, manifestó el timonel de los Padres, Jayce Tingler. “'Hoz' con ese jonrón después de Manny, estos muchachos echaron a andar a todo el equipo. Fue entonces cuando nuestra ofensiva finalmente despertó”.

El tercera base de los Padres, Manny Machado, fue nombrado el Jugador de la Semana en la Liga Nacional, presentado por Chevrolet.

El toletero bateó .393 con tres jonrones, tres dobles, nueve empujadas y OPS de 1.290 la semana pasada por San Diego, que tuvo marca de 7-0 en ese lapso.

Para Machado, es la quinta ocasión en que es reconocido como Jugador de la Semana, pero su primera como integrante de los Padres.

Manny Machado logró un grand slam tras dos errores consecutivos de los Dodgers en el tercer inning, Garrett Richards ganó por primera vez en dos años y los Padres de San Diego derrotaron 6-2 el martes a Los Ángeles.

Los Padres se han llevado los dos primeros juegos de la serie, tras perder dos de tres ante los Dodgers la semana pasada.

Richards (1-1) se alzó con la victoria por primera vez desde el 4 de julio de 2018, poco antes de pasar por una cirugía de Tommy John que retrasó su preparación para la temporada 2019. El derecho admitió una carrera y seis hits en seis innings. Ponchó a tres y dio dos boletos.

El 10mo grand slam en la carrera de Machado llegó ante Ross Stripling (3-1) poco después de que los Padres ficharan a su cuñado, el primera base Yonder Alonso. El pelotero cubano regresa a San Diego, donde jugó entre 2012 y 2015 y donde viven fuera de temporada Machado y la hermana de Alonso.

Jurickson Profar pegó un jonrón solitario en el segundo lanzamiento de Stripling para iniciar el episodio en el quinto, ampliando a 6-1 la ventaja de San Diego. Los 32 jonrones de los Padres lideran las mayores.

Stripling admitió seis carreras y seis hits en 4 innings y dos tercios en su primera derrota de la temporada. Ponchó a cuatro y dio dos pasaportes.

Por los Padres, el dominicano Fernando Tatis Jr. de 5-2 con una anotada. El curazoleño Jurickson Profar de 3-2 con dos anotadas y una impulsada.

Por los Dodgers, el puertorriqueño Kiké Hernández de 3-1.

Manny Machado pudo concentrarse sólo en el béisbol durante el receso previo a esta campaña. Y ello marca ya una diferencia respecto de lo ocurrido el año anterior.

“Fue bueno, fue un receso normal para mí”, dijo Machado el martes, antes de que los Padres de San Diego realizaran su primer entrenamiento de la pretemporada con plantel completo. “Pude ejercitarme, tener un receso completo, sin preocuparme por los negocios”.

Un año atrás, el toletero cuatro veces elegido al Juego de Estrellas y dos veces galardonado con el Guante de Oro como antesalista, seguía siendo agente libre a estas alturas de la pretemporada. Terminó firmando un contrato colosal por 10 años y 300 millones de dólares y tuvo después una decepcionante primera campaña con los Padres.

“Creo que ahora Manny tiene una página en blanco. Finalmente fue a casa en el invierno y no tuvo que preocuparse por contratos, negociaciones ni nada de eso. Sólo se preocupó por ser un pelotero”, dijo el primera base Eric Hosmer. “Sabemos que él es uno de los mejores jugadores que hay. Así que el hecho de que él sólo se haya enfocado en esto nos hace sentir muy bien sobre él para este año”.

Incluso después de lanzarse al mercado de agentes libres con más decisión que la que habían mostrado en toda su historia, los Padres se quedaron fuera de los playoffs por 13er año consecutivo. Han tenido una foja negativa en las últimas nueve campañas. Y en cada una de las cuatro más recientes, han sufrido al menos 90 tropiezos.

Machado estaba ya en su novena campaña cuando debutó con los Padres. El pelotero de 27 años y ascendencia dominicana tuvo la peor cifra de su carrera, con .256 y 32 jonrones _únicamente seis en los últimos dos meses. Produjo 85 carreras, pero se ponchó 128 veces, la mayor cifra en su trayectoria.

Aunque se dijo decepcionado por su desempeño, Machado aseguró que eso está en el pasado. Negó que tenga que demostrar a la gente que sigue siendo uno de los mejores bateadores en las Grandes ligas.

“No necesito mostrar nada a nadie. Ellos saben quién soy”, dijo. “Me tienen miedo todavía cuando estoy en la caja de bateo. No importa si bateo para .100 o para .500. Simplemente tengo que salir y hacer lo mío”.

Cuando se le preguntó quién era él mismo como pelotero, Machado respondió: “Uno al que le pagan 300 millones de dólares”.

Los dueños de los Padres ciertamente están conscientes de ello.

“Firmamos con Manny un contrato muy grande. Lo hicimos porque vemos a Manny como uno de los líderes del equipo”, dijo Ron Fowler, uno de los copropietarios que estuvieron en el campamento para la primera práctica con plantel completo.

Fowler confió en que el trabajo durante el receso se traduzca en un gran éxito para Machado.

“Estamos muy complacidos con la forma en que se condujo desde que terminó la temporada”, indicó Fowler. “Él se da cuenta de que no tuvo el año que él o nadie quería. Y pienso que volvió a comprometerse para estar seguro de que 2020 fuera un mejor año para él y para los Padres”.

San Diego tiene un piloto debutante, Jayce Tingler, pero su nuevo personal da a Machado la oportunidad de reencontrarse con dos de sus antiguos coaches en los Orioles de Baltimore. Se trata de Bobby Dickerson, nuevo coach de banca de los Padres, y de Wayne Kirby, el coach de primera.

Machado tenía 20 años en agosto de 2012, cuando debutó en las mayores con Baltimore. Jugó ahí hasta que fue cedido en canje a los Dodgers de Los Ángeles durante la temporada de 2018.