Los directivos non gratos de la Liga MX
A lo largo de su historia y fiel a sus peculiaridades, el futbol mexicano ha estado metido en polémicas de todo tipo, aunque muchas de ellas han sido generadas por los propios dueños y directivos que en distintas épocas han ocupado el ojo del huracán con escándalos que van de las declaraciones hasta los problemas con la justicia.
La más reciente de estas situaciones ha sido generada por Fidel Kuri, dueño del Veracruz quien en días pasados aseguró que sacaría a la luz los malos manejos que existen en el futbol mexicano, sin embargo, el propietario de los escualos no es el único dirigente que ha estado metido en líos de esta índole, que sin duda alguna, son un dolor de cabeza para la Federación Mexicana de Futbol.
Desde declaraciones fuera de lugar hasta delitos graves, estos son algunos de los polémicos personajes que con sus acciones pudieran considerarse como “personas non gratas” para el balompié azteca.
Nicandro Ortiz
El prominente empresario michoacano (de blanco) fue uno de los primeros directivos en estar inmiscuido en polémicas. Dueño de los Ates del Morelia a principios de los ochenta, Ortiz regalaba dinero en efectivo a los jugadores y los incitaba a la fiesta. Su mayor escándalo en su gestión sucedió en el año de 1990, cuando presuntamente fue secuestrado, sin embargo, se rumoró que esta acción fue planificada por él mismo.
Fidel Kuri
El dueño del Veracruz es famoso por su carrera política que lo ha llevado a convertirse en diputado federal, aunque también ha estado inmerso en demasiados escándalos. Los más sonados han sido la agresión directa al ex presidente de la Comisión de Arbitraje, los adeudos a los jugadores y dobles contratos, peleas con la prensa y amenazas a los aficionados a cambio de votos en las pasadas elecciones locales.
Amado Yáñez
El empresario capitalino se convirtió en dueño de los Jaguares de Chiapas en 2013, equipo que pasaría a convertirse en el Querétaro con la compra de la franquicia. Yáñez, dueño de la empresa petrolera Oceanografía, tuvo que dejar al equipo en 2014 tras haber sido acusado de un fraude por más de 500 millones de pesos, investigación que continúa abierta por las autoridades mexicanas y que le valió cuatro años de prisión al ex directivo de los Gallos.
Jorge Lankenau
El hoy fallecido banquero mexicano fue dueño de una reconocida marca deportiva, bancos y empresas de seguros, aunque a la par se convirtió en el propietario de la Pandilla del Monterrey durante la década de los noventa. En 1997, Jorge Lankenau fue arrestado por un millonario fraude y evasión fiscal, por lo que tuvo que dejar al equipo rayado para permanecer casi ocho años en prisión purgando su pena.
Emilio Maurer
El hoy ganadero fue uno de los hombres más poderosos del futbol mexicano a principios de los noventa al grado de convertirse en presidente de la Federación Mexicana de Futbol. Maurer logró que México participara en la Copa América al sobornar a los dirigentes sudamericanos con relojes finos, pero también fue acusado de un desvío de fondos por más de 30 millones que le valió pisar la cárcel en 1993.
Roberto Zermeño
El empresario y político guanajuatense fue propietario del León durante gran parte de la década de los noventa. Debido a su gran relación con toda la cúpula empresarial del Bajío, Zermeño se convirtió en uno de los hombres más poderosos de Guanajuato, sin embargo, fue detenido en 2005 y liberado en 2011 tras haber sido acusado de evasión fiscal durante su gestión al frente de los Panzas Verdes.
Los hermanos López Chargoy
Jesús (en la foto) y Carlos López Chargoy incursionaron de mala manera en el futbol mexicano. Carlos se convirtió en dueño del San Luis, pero terminó por mudar la franquicia a Chiapas luego de que el Gobierno del Estado le retirara el apoyo. Jesús fue dueño del Puebla hasta el 2018 con la ayuda de su hermano, sin embargo, el equipo nunca tuvo solidez económica y los adeudos con los jugadores estuvieron a la orden del día.
Carlos Ahumada
El empresario argentino incursionó en el futbol mexicano al convertirse en propietario de los equipos León y Santos Laguna en 2002 y 2003, respectivamente. Bajo la gestión de Ahumada, estos equipos quedaron inmersos en una grave crisis económica, mientras que su ex dueño se convirtió en prófugo de la justicia al sobornar al entonces político René Bejarano. Estuvo preso durante cuatro años.