Woods y McIlroy, listos para el Masters de Augusta
El Masters debió haber sido el primer grande ganado por Rory McIlroy. Ahora es el único que le falta. Augusta National es el campo idílico de Tiger Woods. Aquí fue donde ganó cuatro chaquetas verdes antes de cumplir 30 años. Ahora tiene 43 y ha sido sometido a ocho cirugías de la espalda. Ha pasado tanto tiempo que el club ha cambiado de presidente dos veces desde su última victoria, hace 14 años. Woods y McIlroy son los principales participantes en el torneo que empieza el 11 de abril.
Comparten el escenario con un elenco cada vez más competitivo: 23 de los últimos 25 campeones de las grandes citas figuran dentro de los 25 puestos del ránking mundial. Uno está tratando de meterse en la élite del golf en busca del título que le falta para completar el Grand Slam. El otro está tratando de revivir sus días de gloria. Woods siempre ha dominado el Masters, a tal punto que el domingo su camiseta roja atrajo tanta atención como la chaqueta verde.
En ocasiones anteriores, cuando se le veía enfilar hacia la cena del Club Masters, uno no podía evitar pensar si él algún día volvería otra vez a jugar en el torneo, y ni hablar de ganar. Fue apenas pocas semanas después que Woods fue operado por cuarta vez de la espalda, a fin de fusionar las vértebras. Woods no sólo regresó, sino que coronó su regreso con una victoria en Georgia el año pasado, llevándose su 80va victoria en la gira de la PGA. Pero fue en East Lake a finales de septiembre, no en Augusta National en abril. ¿Se puede hablar de un regreso triunfal de verdad, si no se ha llevado uno de los grandes torneos?
El año pasado Woods aún se recuperaba de su cirugía. Venía de dos reñidas competencias en Florida, pero no hizo par en el Masters hasta el último día, cuando ya era demasiado tarde. Ahora está preparándose intensamente, y si bien sus resultados en cinco torneos en lo que va del año no han sido demasiado impresionantes, Woods tiene la mirada fijada en esta semana. "Estoy exactamente donde debo estar”, declaró el golfista.
"Me he vuelto un poquito más consistente en la cancha, y creo que todo marcha bien con miras a abril”. Sus últimos dos torneos grandes fueron reveladores ya que en ambos estuvo en la pelea hasta el final. Por un tiempo breve estuvo de primero en el Abierto Británico en Carnoustie. Compitió reñidamente contra Brooks Koepka hasta la última fase del Campeonato de la PGA. McIlroy tenía razones para pensar que para ahora ya habría ganado el campeonato. Fue en el 2011 cuando iba con ventaja de cuatro golpes, pero la desperdició. Se recuperó y ganó cuatro de los próximos 15 torneos grandes, antes de ser afectado por unas cuantas lesiones.
“Años atrás estaría diciendo: ‘Necesito ganar un Masters, necesita el chaleco verde’. Ahora es: ‘Quiero ganarlo, me gustaría ganarlo’, señaló el norirlandés. “Pero si no puedo, voy a estar bien. Alguna gente dirá que no me motivo lo suficiente. Creánme que estoy lo suficientemente motivado para hacer lo mejor posible y estampar mi nombre entre los grandes de nuestro deporte”.