Emery depende de la Liga Europa otra vez
Unai Emery recurre a su torneo predilecto para rescatar su primer año como técnico de Arsenal. En el tramo final de una temporada de altibajos, el club inglés solo tiene dos caminos para clasificarse a la Liga de Campeones: ¿Colarse entre los cuatro primeros de la Liga Premier o consagrándose en la Liga Europa? ¿Acaso se tiene alguna duda sobre lo mejor para Emery?
El español es el rey de la Liga Europa, campeón del torneo en tres años seguidos con el Sevilla desde 2014, así que sería su inclinación natural — tal vez subconscientemente — de dejarse encandilar por esa competición. Los últimos resultados indican que este es el caso. Tras triunfos consecutivos sobre el Napoli, el segundo mejor equipo en Italia, en los cuartos de final de la Liga Europa, los jugadores del Arsenal han perdido tres partidos consecutivos en la Premier.
Encajaron tres goles en cada uno de estos tres partidos, ante Crystal Palace, Wolverhampton Wanderers y Leicester, para atascarse en el quinto lugar. Valencia — rival del Arsenal en las semifinales y club que Emery dirigió entre 2008 y 2012 — no debería fiarse de los recientes tropiezos de los “Gunners” en el torneo doméstico, con unas prestaciones defensivas que han hecho recordar los momentos aciagos al final del largo ciclo del técnico Arsene Wenger.
Los resultados de Arsenal como local también deben servir de advertencia al equipo español de cara al partido de ida en el estadio Emiratos el jueves. Antes de perder 3-2 ante el Palace el 21 de abril, Arsenal enlazó ocho victorias en casa en todas las competencias, y uno de esas fue el 2-0 sobre Napoli, un resultado que debió ser más abultado. Sin embargo, una eliminación en las semifinales dará rienda suelta a los cuestionamientos sobre Emery. Fue elogiado al inicio de la temporada al dirigir al club a una racha invicta de 22 partidos a lo largo de tres meses. También por no temblarle la mano con sus alineaciones, en la que sacó del once titular a Mesut Ozil, el jugador de más alto perfil y que más gana en el club. Pero la manera cómo el Arsenal ha perdido últimamente ha sido alarmante, exponiendo las debilidades del equipo — especialmente en la defensa central y el centro del mediocampo que — que también les atormentaron con Wenger. Shkodran Mustafi, ex del Valencia, ha sido criticado en particular.
Valencia llega en una situación parecida al Arsenal. Sufrió derrotas consecutivas que dejaron al equipo en el sexto lugar y en apuros para terminar entre los mejores cuatro para asegurar la clasificación a la próxima Liga de Campeones. La última vez que alcanzó esta instancia en la Liga Europa fue en 2014 al caer ante el Sevilla, entonces dirigido por Emery. Valencia busca disputar una final europea por primera vez desde 2004, cuando la Copa UEFA y luego la Supercopa.
EINTRACHT FRANKFURT-CHELSEA
La presencia de Chelsea en las semifinales era algo lógico. No se esperaba algo similar de Eintracht Frankfurt. Pero bajo la nueva dirección de Adi Huetter, el club alemán está cumpliendo su mejor temporada en la Bundesliga — marcha cuarto — y está en una semifinal europea por primera vez en 39 años. Los campeones de la Copa UEFA de 1980 se clasificaron a esta Liga Europa tras vencer al Bayern Múnich en la final de la Copa de Alemania en mayo pasado y ganaron todos sus partidos en un grupo en el que estaban Lazio y Marsella.
Dejó fuera a Shakhtar Donetsk, Inter de Milán y Benfica en la etapa de eliminatoria directa. "No estamos entre los favoritos, pero hemos sabido responder a esa condición en la Liga Europa hasta ahora", dijo el director deportivo de Frankfurt Bruno Huebner. "Hemos crecido con cada reto y nos sentimos confiados con nuestras posibilidades”. El artillero serbio Luka Jovic es una de las nuevas sensaciones del fútbol alemán, autor de ocho goles en la Liga Europa, solo superado por los 10 que Olivier Giroud anotado para Arsenal.
Eintracht jugará sin Ante Rebic, quien está suspendido, y sin el delantero Sebastien Haller, quien está lesionado. El técnico de Chelsa Maurizio Sarri busca ganar el primer trofeo en sus 29 años de carrera como entrenador.