En el mundo del deporte, prevalece el pánico a "salir del clóset"
Hasta este momento, no hay un jugador en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), que haya bateado o pitchado como homosexual. Eso significa que ninguno de los 500 peloteros activos es gay, o al menos ninguno se siente lo suficientemente cómodo para hacerlo público.
Las probabilidades indican que es lo segundo. Y es que los peloteros, como el resto de los atletas, al tener carreras tan cortas, perciben que arriesgan el futuro al aceptar su preferencia sexual. Finalmente no es raro escuchar insultos homosexuales entre los aficionados que acuden a un estadio.
Para el waterpolista español Víctor Gutiérrez, los tabúes, y sobre todo los propios equipos, impiden que los deportistas "salgan del clóset".
"Evidentemente hay deportistas gay en todas las ligas, pero la homofobia está latente en todos lados. El miedo sigue estando en el deportista por los insultos que pueda recibir con sus compañeros de vestuario y los contratos que pueda perder. De hecho, los propias organizaciones impiden que salgan para no perder patrocinios", declaró Gutiérrez, jugador de la selección española de waterpolo, quien es gay.
Si bien las noches como la que celebrará la LMB el viernes pueden animar a jugadores a tomar la decisión de hacer pública su orientación sexual, según Gutiérrez hace falta que deportistas top abran el camino.
"Entiendo el miedo, pero cuando cae la primera ficha del dominó, puede ayudar a más a dar este salto", dijo.
El presidente de la Liga Mexicana de Beisbol, Javier Salinas, reconoció que abrazan cualquier orientación sexual y que a pesar de que sólo juzgan la calidad atlética, sí falta mucho tiempo para que un jugador se anime a declarar su homosexualidad.
"Desgraciadamente y, poniéndolo en un lenguaje coloquial, estamos en pañales. No vamos a forzar a nadie y es una decisión individual, pero que sepan que en la LMB estamos abiertos a todos".
En una encuesta realizada por EL UNIVERSAL Deportes entre jugadores de diversos equipos del circuito que contestaron bajo la condición del anonimato, la mayoría contestó que tener un homosexual en el clubhouse "enrarecería el ambiente".
Tal vez el Día de la inclusión ayude a cambiar esta dinámica, porque hasta ahora no ha sucedido.