Bracamonte, todo un veterano lanzando en el Derby
Cuando se le pidió que tratara de estimar cuántos lanzamientos de práctica de bateo había hecho en su vida, el venezolano Javier Bracamonte, catcher de bullpen de los Astros, dijo en broma que debían ser millones. Y gracias al tercera base Alex Bregman, ahora tendrá que tirar algunos más el lunes.
Por segundo año consecutivo, el antesalista de los Astros escogió a Bracamonte para que le lanzara el lunes durante el Festival de Jonrones. Bregman, cuarto sembrado, se enfrentará a Joc Pederson de los Dodgers en la primera ronda en el Progressive Field.
“Honestamente, es un privilegio”, dijo Bracamonte. “Quiero darles las gracias a los Astros de Houston por darme la oportunidad, y también a Bregman y a Dios por permitirse hacerlo”.
El año pasado, Bregman bateó 15 jonrones en la primera ronda y fue eliminado por Kyle Schwarber de los Cachorros, que sacó 16. Al día siguiente, Bregman fue nombrado Jugador Más Valioso del Juego de Estrellas después de romper un empate con un jonrón en la 10ma entrada.
“Él no falla”, dijo Bregman sobre Bracamonte. “La lanza ahí donde me gusta. No falla. Le he bateado desde que llegué a las Grandes Ligas en el 2016”.
Bracamonte dijo que la consistencia es la clave para lanzar una buena sesión de práctica de bateo.
“Tienes que tirar la bola en el sitio correcto y a la velocidad correcta”, dijo. “Yo supongo con que los años, después de tanto tiempo tirando práctica, eso es lo que me ha llevado a ser consistente”.
Esta será la quinta vez en la que Bracamonte participa en el Derby de Jonrones. Le lanzó a Jason Bay y Andruw Jones en la edición del 2005 en Detroit y al venezolano Miguel Cabrera en el 2006. En la pelota invernal, también le ha lanzado en festivales de ese tipo a Miguel Cabrera y el también venezolano Richard Hidalgo, que fue quien le abrió la puerta en los Astros.
Un ex campocorto y segunda base, Bracamonte jugó en la academia de los Yankees en Venezueña entre 1988 y 1990, convirtiéndose en apenas el tercer venezolano en firmar un contrato al profesional después de ser bat boy en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Luego se mudó a la zona de Houston y empezó a trabajar como entrenador de béisbol mientras trabajaba como repartidor en Pizza Hut y UPS para sobrevivir.
Hidalgo y otra estrella venezolana, Bob Abreu, vivieron con Bracamonte cuando ambos llegaron por primera vez a las Mayores con Houston a finales de los 90. En el 2001, Hidalgo llamó a Bracamonte un día desde Colorado y le dijo que había una oportunidad para lanzar práctica de bateo en Minute Maid Park porque uno de los coaches no estaba disponible.
“Yo estaba súper emocionado, ‘Claro que sí’, le dije”, contó Bracamonte. “Pensé que iba a ser como una prueba. Cuando llegó el equipo, el coach de bateo era Harry Spilman y me dijo, ‘Mira, yo confío en Richard. Le has estado lanzando y dice que lo haces bien. Le vas a lanzar al segundo grupo hoy’. Y todavía le sigo lanzando al segundo grupo”.
Bracamonte dice que otra figura venezolana, el infielder Edgardo Alfonzo, le dijo hace mucho tiempo que aunque no tuvo el chance de llegar a las Grandes Ligas como pelotero, tenía que valorar al máximo la oportunidad de trabajar en la Gran Carpa.
“Me dijo, ‘Tienes que ser el mejor en lo que hagas, sea tirando practicando, como catcher de bullpen o lo que sea’”, recordó Bracamonte. “Y me tomé sus palabras con mucha seriedad”.