Cinco ramificaciones de la nueva fecha límite de cambios en MLB
En diciembre se cumplirán 100 años de una de las transacciones más famosas en la historia del béisbol: El canje de Babe Ruth de los Medias Rojas a los Yankees por US$100,000.
Como aquel canje “cambió” el béisbol, quizás sea apropiado, que las reglas que gobiernan los movimientos durante la temporada hayan sido modificadas este año.
Ya no nos referiremos más al 31 de julio como la fecha límite para hacer cambios “sin que los jugadores pasen por waivers”. Ahora es la fecha límite para hacer cambios, y punto. Los movimientos en agosto que requerían de que los jugadores pasaran por waivers – como el de Justin Verlander en el 2017—ya no serán permitidos.
Entonces, para prepararlos para una temporada de cambios distinta a cualquiera que hayamos visto en la historia reciente del béisbol, aquí les dejamos cinco interesantes historias a seguir.
1. Prepárense para dos semanas intensas
Esperen varios cambios importantes durante los días previos al 31 de julio.
En el pasado, las conversaciones de finales de julio podían perder fuelle cuando un gerente general le decía a otro, ‘Estamos muy lejos de concretar algo, mejor esperamos a ver qué podemos lograr en agosto’. Eso ya no es una opción.
Ahora dos meses de cambios se van a condensar en uno. Tanto compradores como vendedores van a estar motivados a tomar sus decisiones finales uno o dos días antes del 31 de julio, para asegurarse de que tengan espacio para maniobrar y explorar cada opción posible.
En consecuencia, esos equipos que no tengan claras sus aspiraciones van a tener que tomar una decisión definitiva al terminar los juegos del domingo 28 de julio. Sin muchos duelos el lunes – sólo siete- ese domingo parecería el límite natural para que los dueños, presidentes de equipos y gerentes generales decidan qué dirección tomarán.
2. Los vendedores son salvadores
La naturaleza de los cambios vía waivers convertían el mes de agosto en el momento perfecto para mover contratos grandes.
Consideren lo que significaba un cambio después del proceso de waivers. Cada vez que un jugador era colocado en waivers, su equipo efectivamente les estaba preguntando a los otros 29 conjuntos, “¿Ustedes creen que este pelotero vale esto?”. En algunas ocasiones, como el movimiento del puertorriqueño Alexis Ríos de los Azulejos a los White Sox en el 2009, un equipo descubría que permitirle a otro club absorber un acuerdo grande – por nada a cambio—era valioso en sí mismo.
Bajo las nuevas reglas, julio es el mes para salir de ese tipo de acuerdos, creando una ventaja para los compradores. Un equipo en la lucha puede llamar a los gerentes de los equipos que están vendiendo y decirles, “Si quieres ahorrar dinero y mejorar tu club para el próximo año, ésta es nuestra última y mejor oferta”.
En ese sentido, los vendedores realmente necesitados de repotenciar su roster – como los Mets—harían bien en ser agresivos ahora en vez de esperar la temporada muerta cuando tendrán más competencia.
3. Hay más flexibilidad de nómina entre los compradores
Una ventaja para los vendedores es que los compradores tienen más capacidad para gastar ahora que en años anteriores, porque varios de los que más gastan han colocado sus nóminas por debajo del tope del impuesto al lujo.
En el 2018, sólo los Medias Rojas y los Nacionales pagaron ese impuesto. Por lo tanto, los Dodgers y los Yankees – entre otros-- tienen más espacio para maniobrar con su dinero. Esto es especialmente cierto en el caso de los Dodgers, que se prepararon para firmar a Bryce Harper y al final se quedaron cortos.
En otras palabras, los Dodgers y los Yankees están listos para sumar dólares a su nómina si encuentran a los jugadores adecuados.
4. ¿Quién tiene un lugar en su nómina para el venezolano Pablo Sandoval (y jugadores como él)?
Una de las tradiciones de agosto era sumar a un bateador de ésos que no juegan defensa, justo antes de la llegada de septiembre (cuando se expandían los rosters), con la tranquilidad de saber que no tendrían que preocuparse por cómo hacerlo encajar en el roster de 25.
Un caso interesante este año es el del venezolano Pablo Sandoval, quien dejó .895 de OPS en la primera mitad de esta temporada y ha sido un exitoso jugador en octubre. En una era de bullpens amplios y bancas cortas, ¿cuántos contendores, especialmente en la Liga Nacional, tienen espacio para un jugador de las esquinas del cuadro interior que ha jugado menos de 300 innings a la defensa este año?
Lo sabremos dentro de poco. Los Rangers podrían ser un destino para el Panda, dada la poca producción que han tenido tanto desde la inicial como la antesala.
5. ¿Excepciones? Bueno, hay un par…
Sabían que esto venía, ¿verdad?
Es incorrecto decir que no habrá cambios en agosto. Se permitirán cambios, pero sólo si todos los jugadores involucrados tienen contratos de ligas menores y no están en el roster de 40. (Bajo las normas anteriores, esos jugadores no necesitaban pasar por waivers para poder ser cambiados).
Esta particularidad podría ser de especial importancia para los receptores suplentes. Drew Butera, actualmente en Triple-A con los Rockies, es un buen ejemplo. Ha jugado con dos equipos en postemporada y ganó la Serie Mundial del 2015 con los Reales. Es considerado un gran receptor y brinda una excelente presencia en el clubhouse, atributos que un gerente general va a buscar si se lesiona uno de sus caretas en agosto.
Obviamente, un gerente inteligente se va a mover rápido y buscar a Butera (u otros veteranos similares) en julio, para así no tener que preocuparse tanto cada vez que su cátcher titular recibe un golpe detrás del plato.