Un nuevo estudio descubrió que un ácido graso, presente en el aceite de palma, estimularía la propagación del cáncer de boca y de piel a otros órganos, condición mejor conocida como metástasis, la principal causa de muerte en los pacientes de oncología, etapa de la enfermedad que sólo puede ser tratada y no curada.
Para comprender el papel de este ácido palmítico, los investigadores del Instituto de Investigación en Biomedicina (IRB), de Barcelona, experimentaron con ratones. El trabajo, publicado en "Nature" consistió en suministrar una cantidad de esta sustancia en la dieta de los roedores que padecían esta clase de cánceres, la probabilidad que la enfermedad se propagara aumentó.
De acuerdo a los estudiosos, este tipo de ácido graso estimula a un subconjunto de células que habitan dentro del tumor, con tal fuerza que produce que estas se diseminen a otras partes del cuerpo y terminen atacadas por la enfermedad.
“Hay algo muy especial en el ácido palmítico que lo convierte en un promotor extremadamente potente de la metástasis”, dijo el profesor del IRB Salvador Aznar-Benitah, uno de los autores del estudio.
Además, el científico, junto con sus colegas, advirtió que no todas las biomoléculas lípidas -como también se les conoce a los ácidos grasos- actúan de la misma forma, ya que también se dieron a la tarea de estudiar al ácido oleico y ácido linoleico y no mostraron el mismo efecto. En cambio, ninguno de las otras gradas evaluadas aumentó el riesgo de desarrollar cáncer.
El estudio sugiere que la exposición a este ácido provocó que los roedores sufrieran cambios en la función de los genes en las células cancerosas. Otros de los hallazgos fue que el ácido palmítico impide que las células cancerosas alcancen un "estado regenerativo", por lo que continúan generando redes de señalización que traspasan al tumor y producen la propagación cancerígena.
¿En qué alimentos se encuentra el ácido palmítico?
De acuerdo con Aznar-Benitah, el ácido palmítico, que se encuentra en el aceite de palma, pero también en una amplia variedad de alimentos como la mantequilla y el aceite de oliva, las papas fritas, margarinas, cremas, helados, productos de pastelería y bollería, así como en las salsas, untables como crema de avellana y cacahuate.
Por ello, los investigadores consideraron que este descubrimiento será de mucha ayuda para establecer dietas más seguras y planes de alimentación cuidadosamente diseñados que sumen a la salud de los pacientes. Sin embargo, Salvador Aznar-Benitah reconoció que si bien, este trabajo visibiliza la importancia de una alimentación correcta y como esta pueda compaginar a los tratamientos contra el cáncer, aún hay mucho por indagar.
"Creo que es demasiado pronto para determinar qué tipo de dieta podrían consumir los pacientes con cáncer metastásico que ralentizaría el proceso metastásico", pormenorizó.