A festejar o a sobrevivir en Washington
Pareciera que el Clásico de Otoño ha llegado a su punto de no retorno. Tras haber jugado los dos primeros encuentros de la Serie Mundial 2019, los Nacionales de Washington y los Astros de Houston volverán a verse las caras, pero ahora en la capital de Estados Unidos.
El Nationals Park, la casa de la novena que viste de rojo, será el escenario en el que los dos mejores equipos de la temporada vuelvan a medir fuerzas para ver cuál organización se queda con el gallardete más anhelado en el mundo del beisbol.
En esta ocasión, la Serie Mundial llega a Washington con todo a favor de los suyos. Tras haber triunfado en los dos primeros encuentros celebrados en el Minute Maid Park de Houston, los Nacionales jugarán un encuentro del Clásico de Otoño en su casa por primera vez en la historia de la franquicia.
La novena dirigida por Dave Martínez busca su primera corona de las Grandes Ligas y para que esto suceda tratará de aprovechar los tres encuentros que disputará ante su gente. En caso de ganar la mayor parte de la trilogía, la Serie Mundial no retornará a la Ciudad Espacial y Washington celebrará ante los suyos.
En contraparte, los dirigidos por A.J. Hinch van por una hazaña que hace tiempo no se logra: remontar dos derrotas consecutivas para dejar la moneda en el aire y tener la oportunidad de volver a casa para definir todo en terreno propio.
Los Astros buscan su segundo anillo de Serie Mundial, aunque su papel de favoritos se ha desvanecido gracias al oportuno bateo de los Nacionales y la poca explosividad que el equipo texano ha tenido en momentos clave.
Mientras que Washington busca un festejo sin precedentes, del que cada vez están más cerca, Houston va en busca de una complicada, pero no imposible proeza. Los abridores para el tercer juego serán Aníbal Sánchez por parte de los locales y Zack Greinke asumirá los controles por los Astros.
El joven jardinero dominicano se ha convertido en la sensación de toda la Gran Carpa gracias a su poder, que lo hace parecer un bateador experimentado, pese a tener apenas 20 años. En esta Postemporada, Soto mantiene un registro de 13 imparables y 10 carreras producidas.
El patrullero de los Astros ha demostrado que jugar la Serie Mundial le sienta muy bien, ya que es el único pelotero en la historia en conectar cuadrangulares en cinco encuentros consecutivos del Clásico de Otoño. Springer ha bateado en el momento oportuno durante la actual Postemporada.
Altos costos para los fanáticos
Considerado como uno de los espectáculos deportivos más grandes del orbe, la Serie Mundial de las Grandes Ligas atrae a visitantes de diferentes lugares del mundo. Los fanáticos al rey de los deportes se concentran en dos ciudades y a partir de ahí surgen un sinfín de emociones… y muchos gastos.
Aunque pareciera que toda la atención se centra en el diamante durante las nueve entradas de duración de cada encuentro, lo cierto es que también los amantes del beisbol disfrutan con todo lo que rodea a este magno evento del deporte.
Para comenzar hay que asegurar las entradas, las cuales llegan a tener un costo que va de los 100 hasta los cinco mil dólares, aunque en la reventa, la cual es legal en Estados Unidos, el precio para el boleto más económico para un juego de esta índole va de los 400 hasta los siete mil dólares y hay pocos lugares en existencia.
Otra de las situaciones que se debe tomar en cuenta son los souvenirs. En las tiendas oficiales hay para todos los gustos y también para todos los bolsillos. La franela oficial de los equipos tiene un precio aproximado de 150 dólares, mientras que las gorras van de los 35 hasta los 50 dólares. Un llavero o una pelota oscilan entre los 10 y los 15 dólares.
Pero el beisbol es un deporte de larga duración y el hambre y la sed hacen de las suyas en los presentes. Para eso los escenarios de la Gran Carpa, en este caso Houston y Washington, cuentan con una gran oferta gastronómica. Un hot dog tiene un costo de 14 dólares, una hamburguesa 20 dólares, mientras que la cerveza puede llegar a costar hasta 20 dólares.
El empresario estadounidense Jim McIngvale apostó 8.5 millones de dólares a que los Astros ganarían la Serie Mundial, pero ahora su equipo está 2-0 abajo y su dinero en riesgo de esfumarse.