COLUMNA CADENA DEPORTES: ¿Profesionales del boxeo a los juegos olímpicos?
El rumor creció como reguero de pólvora, boxeadores profesionales podrían participar en juegos olímpicos representando a sus países de origen en la máxima justa deportiva en nuestro planeta.
Aquel ejemplo del equipo de los Estados Unidos cargado de estrellas de la NBA en Barcelona 92 ha sido visto como el camino para hacer que las disciplinas deportivas de los juegos adquieran una dimensión de espectáculo que sea redituable a nivel comercial para televisoras, países anfitriones y patrocinadores, que ven en esta práctica, una forma relativamente “fácil” de monetizar aún más los ya de por si exageradamente onerosos juegos.
Algunos deportes ya lo intentaron, con resultados distintos al éxito e impacto que obtuvo el baloncesto y su equipo de ensueño comandado por su aérea majestad Michael Jordan.
El tennis tuvo medallas a través de profesionales, destacando Andre Agassi para la unión americana en Atlanta 96, o Rafael Nadal en Pekin 2008, y Steffi Graff en Seul 1988 y Serena Williams en Londres 2012, sin embargo, y a pesar del peso histórico de estos nombres, el tennis no tuvo genero el éxito que sus contrapartes del baloncesto obtuvieron.
Hubo profesionales en el beisbol, y desde luego no podemos dejar de lado la participación de futbolistas profesionales en el torneo olímpico del más popular de los deportes, aunque con la salvedad de que deben ser menores de 23 años, y solo se admite a tres mayores de esa edad en la convocatoria olímpica de cada país.
En el boxeo, las cosas han sido diferentes, y los peleadores aficionados han tenido en los juegos olimpicos semillero interminable que germina una vez que, tras conquistar una medalla en dicha competencia, esos estelares jovencitos abrazan una carrera en el boxeo de paga tornándose en estrellas rutilantes del boxeo profesional.
Nombres sobran, empezando con Cassius Marcellus Clay quien después cambiaría su nombre a Muhammad Ali, quien ganó el oro en Roma 1960, o de George Foreman, quien se colgó la medalla aurea en México 1968.
Muchos jóvenes en diferentes países se preparan a fondo en gimnasios de toda índole inspirados por estos, y otros nombres, deseando algún día representar a su país, y ganar una medalla de oro en juegos olímpicos ya que la gloria obtenida va más allá de un logro individual, y se proyecta a países que encuentran en sus boxeadores los modelos a seguir en el ámbito deportivo de esas naciones.
Admitir que los profesionales de la actualidad se sumen a las competencias olímpicas solo añadiría más nombres vendibles a la oferta olímpica mediática, pero bloquearía las aspiraciones de muchos jovencitos que no se han vuelto profesionales motivados por el sueño del oro olímpico.
EL consejo mundial de boxeo se ha declarado en contra de esta iniciativa, figuras del boxeo contemporáneo, como Saúl “Canelo” Álvarez admiten públicamente que sería pegarle un gancho al hígado a los boxeadores aficionados y su entorno, “robando” lugares en la delegación del país en turno para esta competencia.
¿Sería atractivo ver a Golovkin, Alvarez, Wilder, y más en juegos olímpicos? Si, sin duda, pero una vez, en aras del comercialismo se estaría violando una de las premisas originales de la carta olímpica, que ponía como algo indispensable y toral el que deportistas amateurs fueran quienes representaran a sus países en los juegos.
Muchos argumentan que durante la época de la “cortina de hierro” los deportistas del bloque comunista eran profesionales disfrazados de aficionados, y que dichos deportistas hacían de su disciplina su forma de ganarse la vida haciéndolos profesionales encubiertos, ante atletas de naciones capitalistas que eran verdaderos amateurs.
El dominio cubano del boxeo olímpico durante muchos años era una prueba de esta teoría, sin embargo, la calidad de estadounidenses y de los propios mexicanos hicieron contrapeso a esta situación.
Desde la opinión de quien esto escribe, ¡no debe haber boxeadores profesionales en juegos olímpicos! No representa una mejora notable, no ofrece nada que no veamos en las carteleras profesionales que vemos cada sábado por televisión, y si afecta al boxeo amateur a nivel global.
Nos leemos en la siguiente.