Un doblete de Sébastien Haller en la primera parte le fue suficiente al Ajax para pasar por encima del PSV Eindhoven en los cuartos de final de la Copa de Holanda y eliminarlo, en un encuentro en el que el primer tanto de los locales nació de las botas de Lisandro Martínez.
El resultado no reflejó lo vivido en el césped, pues el conjunto de Amsterdam mereció mucho más. Los visitantes dispararon una sola vez entre los tres palos, aunque estuvieron a punto de forzar la prórroga en el descuento.
Antes del pitido inicial, la salida desde el túnel de vestuarios dejó una imagen llamativa. Los titulares del Ajax salieron al césped con la camiseta del portero André Onana, suspendido un año por dopaje. El positivo por furosemida se dio, según la versión del guardameta, porque confundió el medicamento de su pareja embarazada con una aspirina. La plantilla mostró con el gesto de la camiseta la solidaridad con su compañero.
El sustituto del arquero camerunés fue Maarten Stekelenburg, el portero de Países Bajos en el Mundial de Sudáfrica 2010 que no pudo parar el gol de André Iniesta en el minuto 116, en la final contra España. Con 38 años a sus espaldas, jugó este miércoles su segundo partido oficial desde que volvió al Ajax el verano pasado. Apenas intervino una vez en toda la noche, en un despeje con el puño de un balón aéreo.
Los hombres de Erik ten Hag dominaron el partido desde el primer minuto. Antony y Mazraoui conectaban por la derecha, Tadic, y el argentino Nicolás Tagliafico por la izquierda. Centrocampistas y delanteros presionaron la salida de balón del PSV, lo que le permitió al Ajax robar el esférico una y otra vez. El mexicano Edson Álvarez y el argentino Lisandro Martínez estuvieron atrás sólidos como una roca.
La jugada del primer gol nació en las botas de Martínez. La defensa del PSV le dio espacio al ex de Defensa y Justicia, éste hizo un pase casi vertical a Davy Klaassen y el neerlandés, en dos toques, vio el desmarque de Haller, que se infiltró en la línea defensiva y batió al portero por arriba a pesar del empujón de Olivier Boscagli.
El PSV no reaccionó al golpe. Se quedó grogui, deambulando por el césped del Johan Cruyff Arena, y lo pagó caro, pues no pasaron ni siete minutos entre el primer gol y el segundo.
Haller se llevó otra vez los honores, pues fue quien hizo el doblete, pero el mérito del tanto en el minuto 24 fue para Antony dos Santos. El centrocampista del PSV Pablo Rosario ni lo vio venir por detrás, pues el brasileño apareció de la nada y se la quitó con el tacón, en un movimiento digno del fútbol-playa. Avanzó hacia el área, se la pasó a Tadic a la izquierda y este a Haller, que desde el borde del área pequeña remató a placer.
El monólogo del Ajax continuó y Álvarez casi hizo el tercero en el 34 con un cabezazo que se fue unos centímetros por encima del larguero, lo mismo que le sucedió poco después a Antony, en su caso con un disparo de rosca.
La mejor ocasión del PSV en la primera parte llegó en el 42. Un error de Daley Blind terminó con Donyell Mallen avanzando a placer hacia el área contraria, pero el chute raso del delantero se fue demasiado a la derecha.
Tras el descanso, el Ajax le bajó dos marchas al partido, se dedicó a aguantar el resultado y el PSV reaccionó. Una bonita pared entre Eran Zahavi y Denzel Dumfries propició un pase horizontal del segundo al área pequeña que se encontró con la colaboración de Jurrien Timber. El defensa de 19 años formado en la cantera del Ajax intentó despejarla y, en su lugar, introdujo el esférico en propia puerta.
El tanto sirvió para que los de Amsterdam espabilaran. Rosario, principal culpable del segundo tanto del Ajax, se redimió de su error salvando en la línea de gol un acrobático remate de Klaassen. En el 72, David Neres disparó en lugar de pasársela a Haller, que se desmarcaba solo, y el balón acarició el palo antes de irse fuera.
Hacia el final del encuentro, ambos equipos se repartieron las ocasiones. Dos paradones de Lars Unnerstall, tras dos latigazos de Tadic y Blind, evitaron el tanto local. El único disparo en todo el partido de un jugador del PSV entre los tres palos llegó en el descuento, cuando un remate de Dumfries fue desviado por Klaassen a escasos centímetros de la línea de gol. El susto local se convirtió en alivio con el pitido final. Los de Amsterdam pasan a la semifinal y dejan en la cuneta a un PSV Eindhoven que no mereció la prórroga.