En lo que podría ser un paso a una eventual extensión de contrato, el comisionado de la NFL Roger Goodell se reunió en privado el lunes con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La NFL tiene firmado un contrato para traer partidos a México hasta el 2021. Hay incertidumbre sobre lo que ocurrirá después de ese año, porque el actual gobierno encabezado por López Obrador ha insistido en que no invertirá recursos federales para sucesos deportivos, como sí lo hizo la pasada administración.

Bajo el actual acuerdo, unos 15 millones de dólares del costo de cada partido son absorbidos por los contribuyentes mexicanos.

“No vayan a decir me hice su amigo, no digan que estoy cambiando de deporte”, dijo en tono de broma López Obrador, mediante un video difundido en su cuenta oficial de Twitter. “Estoy impulsando todos los deportes y este es buen deporte... el fútbol americano, aunque para mí el béisbol es el rey”.

López Obrador es un confeso fanático del béisbol, un deporte que se ha propuesto impulsar de manera especial durante su sexenio, junto con el boxeo y la marcha atlética.

En el video se puede apreciar el momento en que López Obrador, conocido por sus iniciales AMLO, le muestra a Goodell una pelota de béisbol que le autografió el ex astro panameño de los Yanquis de Nueva York, Mariano Rivera.

Hasta ahora, ni la NFL ni la oficina de la presidencia han dado a conocer detalles de la reunión.

De acuerdo con datos de la oficina de la NFL en México, la liga tiene unos 25 millones de aficionados en el país, con lo cual México representa el mercado más grande fuera de Estados Unidos.

Más tarde se disputaba en el estadio Azteca un partido entre los Chargers de Los Ángeles y los Chiefs de Kansas City. Será el cuarto encuentro de temporada regular realizado al sur de la frontera y tercero del acuerdo por cinco años que está firmado.

Recién en febrero, López Obrador dijo que su gobierno cumpliría con los acuerdos ya alcanzados para realizar partidos de la NFL en México, pero no se comprometió a firmar futuros convenios de esa índole. Advirtió que el gobierno tampoco destinaría recursos para la realización del Gran Premio de México de la Fórmula Uno, más allá del que se llevó a cabo este noviembre.

Finalmente, se alcanzó un acuerdo para llevar a cabo el Gran Premio en 2020, sin uso de dinero público. El lunes, Goodell se reunió también con la alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

“Recibimos en la oficina al comisionado de la @NFL, Roger Goodell... estamos buscando un esquema similar al de la F1 para que este evento siga en la Ciudad de México sin necesidad de usar recursos públicos. Vamos por buen camino”, tuiteó Sheinbaum.

Aunque los Cowboys de Dallas todavía pueden meterse a la postemporada, hay un sentimiento de inevitabilidad en una de las temporadas más decepcionantes en los 30 años de Jerry Jones como dueño y gerente general.

La sensación de perdición empieza con que el entrenador Jason Garrett se encuentra en el último año de su contrato y ha guiado a un equipo de bajo rendimiento a una foja de 4-8 luego de arrancar la temporada 3-0 y crear esperanzas de una posible aparición en el Super Bowl, para una franquicia que no ha llegado a uno desde que conquistó el último de sus cinco campeonatos en 1995.

La derrota por 17-9 ante Filadelfia con la oportunidad a la vista para coronarse en la División Este de la Conferencia Nacional dejó a los Cowboys (7-8) con la necesidad de obtener una victoria en casa sobre Washington y que los Eagles pierdan contra los Giants de Nueva York el domingo para poder acceder a los playoffs.

E incluso el siempre optimista Jones no mencionó ese escenario restante en los comentarios que hizo tras el juego.

Frustrante, señaló el quarterback Dak Prescott. Me he sentado aquí después de cada juego y he dicho que lo bueno de esto es que controlamos nuestro destino. Eso se fue. 

Prescott y Ezekiel Elliott comenzaron la campaña creyendo que el cuarto año de los novatos sensación podría ser especial. Cuando el dos veces campeón de yardas por tierra firmó un contrato por 90 millones de dólares en la mañana de la primera práctica de la temporada regular, había una sensación de que los Cowboys habían obtenido la pieza que les faltaba para lograr su objetivo.

En lugar de eso, están a punto de repetir el patrón que ha definido las últimas seis temporadas bajo el mando de Garrett. Un final con marca de 8-8 y sin un lugar en la postemporada también podría ser un poco familiar. Así es como las primeras tres temporadas completas de Garrett acabaron de 2011 a 2013.

Como ya es común cuando los Cowboys se enfrentan a una situación complicada, las interrogantes sobre el futuro de Garrett acaparan la atención. Su respuesta, en tanto, nunca ha cambiado.

Lo que tenemos que hacer es intentarlo y procesar este juego, aprender de esto y seguir adelante, comentó. Vayan y tengan una buena práctica el miércoles y prepárense para el domingo.

QUÉ FUNCIONA 

El receiver Michael Gallup ha mostrado un desarrollo significativo en su segunda temporada. Fue el receptor líder por quinta ocasión en la temporada con 98 yardas contra los Eagles. Gallup tiene su primera temporada con 1.000 yardas y probablemente registrará más del doble de las 507 que tuvo como novato.

QUÉ FALTA
Los Cowboys han construido su identidad alrededor de Elliot y del juego por tierra. Y la inconsistencia en esa zona ha reflejado la naturaleza general del equipo. Una semana después de registrar 263 yardas _la mayor cantidad en la temporada_ en una victoria por 44-21 sobre los Rams de Los íngeles, Dallas tuvo 54 contra Filadelfia. 

Elliott (47 yardas) se vio limitado a menos de 100 por sexta ocasión en siete partidos. Fue su cuarto juego con menos de 50 yardas. Elliott no tuvo más de un juego así en ninguna de sus primeras tres temporadas.

Después de perderse casi toda la temporada 100 de la NFL por una lesión en el codo, no hay garantía de que el quarterback de los Pittsburgh Steelers, Ben Roethlisberger, regrese a los emparrillados.

Roethlisberger todavía no ha empezado a lanzar desde su cirugía de codo en septiembre.

‘Big Ben’ sufrió una lesión en el codo durante en la Semana 2, terminando su temporada 2019 después de solo dos juegos sin pases de touchdown.

Aunque fue colocado en la reserva de lesionados, inicialmente hubo mucho optimismo sobre su regreso con toda su fuerza para el 2020.

El entrenador en jefe Mike Tomlin tenía un enfoque más moderado, pero aún así esperaba que Roethlisberger regresara la próxima temporada.

"Tiene toda la intención de regresar de su lesión, estamos cómodos, y es una gran posibilidad", dijo Tomlin en septiembre.

Sin embargo, ahora parece que el jugador de 37 años tuvo su último partido de la NFL.

Esto podría ser un golpe significativo para Pittsburgh, no solo porque Roethlisberger cuenta con toda la experiencia necesaria, sino también porque a lo largo de 2019 Mason Rudolph y Devlin Hodges han sido inconsistentes, totalizando 18 touchdowns y 17 intercepciones.

Los Steelers podrían fichar a un agente libre veterano como Philip Rivers, Eli Manning o Teddy Bridgewater si Roethlisberger no puede regresar para la siguiente campaña.

Marshawn Lynch y los Seattle Seahawks se reunirán este lunes para discutir una posible contratación, según Ian Rapoport de NFL Network.

Los Seahawks, llenos de lesiones, no tienen a los corredores Chris Carson, Rashaad Penny y C.J. Prosise por el resto de la temporada, dejando solo a Travis Homer en la lista activa.

Lynch jugó para los Seahawks de 2010 a 2015, ganó un Super Bowl y se ganó el apodo de "Modo Bestia" por su incomparable estilo de carrera dura. Se retiró después de la campaña de 2015, pero regresó un año después para jugar para los Oakland Raiders de su ciudad natal.

El jugador de 33 años corrió para 376 yardas y tres touchdowns en 90 acarreos para los Raiders la temporada pasada antes de ser colocado en la reserva de lesionados. Ha sido agente libre desde marzo.

Los Seahawks, con rumbo a los playoffs, han perdido dos de sus últimos tres partidos, pero aún pueden ganar el Oeste de la Conferencia Nacional si derrotan a los San Francisco 49ers en la Semana 17 de la NFL.

Con el primer puesto asegurado de la NFL, los Baltimore Ravens sentarán a su quarterback Lamar Jackson y un puñado de sus otros jugadores estrellas en la Semana 17 contra los Pittsburgh Steelers, anunció este lunes el entrenador en jefe John Harbaugh.

El profundo Earl Thomas, el corredor Mark Ingram, el guardia Marshal Yanda y el tackle defensivo Brandon Williams se unirán a Jackson en la banca para el partido del domingo. Robert Griffin II comenzará en lugar del favorito para MVP.

Los Steelers están luchando con los Tennessee Titans y los Oakland Raiders por el último lugar de comodín de la Conferencia Americana de la NFL, y necesitan ganar para mantener vivas sus esperanzas.

Patrick Mahomes lanzó para dos anotaciones y consiguió otra con un acarreo, en el duelo que los Chiefs de Kansas City ganaron el domingo por paliza de 26-3 a los Bears de Chicago, con lo que siguieron en la pelea por descansar en la primera ronda de los playoffs.

Kansas City (11-4) consiguió su quinta victoria consecutiva y siguió un juego detrás de Nueva Inglaterra en la lucha por el segundo puesto de la Conferencia Americana. Los Patriots aseguraron su undécimo cetro consecutivo de la División Este el sábado, cuando vencieron a Buffalo.

Los Chiefs tienen ventaja en el criterio de desempate, su duelo directo ante Nueva Inglaterra, que ganaron hace dos semanas en ruta a conseguir su cuarto cetro seguido en la División Oeste.

Mahomes, quien disputó su 30mo partido, se convirtió en el jugador que más rápido ha llegado a las 9.000 yardas por aire. El Jugador Más Valioso de 2018 completó 23 de 33 envíos para 251 yardas, y llegó a 9.238 en tres campañas desde que los Chiefs lo reclutaron con la décima selección general del draft de 2017.

Kurt Warner, miembro del Salón de la Fama, llegó a las 9.000 yardas en 32 partidos.

Además, Mahomes acumula 75 pases de touchdown, el jugador que más rápidamente ha llegado a ese número.

Travis Kelce, quien era ya el primer tight end con cuatro campañas seguidas de 1.000 yardas, es ahora el primero que ha arribado a 1.200 en campañas consecutivas.

Los Bears (7-8) sufrieron su segunda derrota consecutiva, luego de ganar cuatro de cinco encuentros. Están en riesgo de terminar con una foja negativa una campaña que comenzaron con sueños de Super Bowl.