Dos generaciones; Benjamín y Mateo Gil, con tomateros
Mateo Gil aspira a consolidarse en el beisbol profesional y su ejemplo a seguir lo tiene en su casa y también en el clubhouse.
Gil, prospecto número 23 de los Cardenales de San Luis, debutó el 16 de diciembre con los Tomateros de Culiacán en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), equipo dirigido por su padre Benjamín, quien es un ídolo en esta organización.
Fue un verdadero honor”, dijo Gil, de 19 años. “Cuando era niño recuerdo que mi papá era un ídolo de la afición de este equipo y ahora jugar con esta camiseta es una gran responsabilidad para mí”.
Mateo, nacido en California, fue seleccionado en el draft de la LMP como mexicano, en una decisión en la que el circuito decidió incluir cómo nativos a los hijos de jugadores que hayan tenido acción en la liga.
El joven pelotero no estaba contemplado para ver acción este año, pero una de serie de lesiones, acompañado de un permiso especial de la organización de San Luis, hicieron posible su incorporación al equipo guinda.
Necesitamos darle descanso algunos hombres, y hablé con la organización de San Luis. Él estaba entrenando en Florida y les pareció bien que viniera a jugar aquí, conmigo”, explicó el mánager Benjamín, quien fue campeón de la Serie Mundial en 2002 con los Angelinos.
La verdad es que me puse más nervioso que cuando jugaba. Obviamente, para mí es un jugador más, pero no deja de ser mi hijo y verlo ahí uniformado fue algo muy especial”, explica el expelotero de 47 años.
Mateo, quien al igual que su padre juega las paradas cortas, solo ha participado en cuatro juegos, en los que ha dado un par de imparables en ocho turnos y no será tomado en cuenta para formar parte del roster de la postemporada.
Me pienso quedar con el equipo unos días más durante los playoffs, pero ya sólo para entrenar junto a mi papá”, explicó el joven beisbolista. “No es raro recibir órdenes de él, porque siempre ha sido mi coach personal, en todos los niveles en los que he jugado a lo largo de mi vida; la diferencia es que ahora mismo no sólo me dirige a mí, es a todo un equipo”.