Jones Jr. gana el concurso de clavadas de la NBA
Aaron Gordon perdió otro épico concurso de clavadas. Fue por muy poco, específicamente por la coronilla de Tacko Fall.
Derrick Jones Jr. finalmente logró un aguardado triunfo en la competición de volcadas, que cerró con un signo de admiración las festividades del sábado previo al Juego de Estrellas de la NA, tanto para él como para el Heat de Miami.
Jones Jr. y Gordon debieron realizar dos intentos adicionales por cabeza en la última ronda antes de definir al ganador. El jugador del Heat se impuso por 48-47 en el último mate, para obtener el trofeo.
Bam Adebayo, también de Miami, ganó el concurso de habilidades, mientras que Buddy Hield, de Sacramento, se llevó la competición de triples. Ambos consiguieron la victoria sin polémica alguna, a diferencia de lo ocurrido con las clavadas.
Y esta vez, como ocurrió en esta misma ciudad hace 32 años durante un concurso entre Michael Jordan y Dominique Wilkins, todo se redujo a la opinión de los jueces.
Dwyane Wade era uno de ellos, y manifestó su deseo de que hubiera dos ganadores. Sin embargo, explicó que los jueces habían recibido la encomienda de escoger a un triunfador.
Empeñado en romper el desempate, Gordon, alero de Orlando que cayó ante Zach LaVine durante un concurso inolvidable de volcadas realizado en Toronto hace cuatro años, necesitaba 49 puntos para ganar, y decidió jugársela eligiendo a Fall como ayudante en su intento.
Fall, el senegalés de los Celtics de Boston, jugó en Orlando al nivel colegial, y mide 2,26 de estatura (siete pies, cinco pulgadas).
Al comienzo, Gordon quiso saltar por encima de Shaquille O’Neal, quien rechazó la invitación. Decidió ir sobre Fall, pero no logró pasar totalmente por encima de su cabeza, y los jueces le dieron un 47.
Con ello, el trofeo quedó en manos de Jones Jr.
“Era el tipo más alto en todo el lugar”, dijo Gordon. “Saltar sobre alguien de 7-5 y realizar la clavada no es tan fácil. ¿Por qué me dieron un 47? ¡Hombre! ¿Qué están haciendo?”.
Adebayo superó por un margen estrecho a Domantas Sabonis, de Indiana, en una final de habilidades disputada entre pívots estelares. Tras la victoria, Adebayo recibió un trofeo y un abrazo de Dwyane Wade, astro retirado del Heat.
En las dos rondas preliminares, Adebayo se impuso a Spencer Dinwiddie, quien había ganado esta competición en 2018, y al astro de los Raptors, Pascal Siakam.
“Yo le dije a Spencer que iba a ser el campeón”, contó Adebayo. “Estábamos entrando y le dije a Spencer que yo ganaría esto”.
El concurso se asemeja a una carrera de obstáculos en que los participantes deben lucir sus habilidades para driblar, pasar, saltar al aro y atinar un triple.
Sabonis avanzó con victorias sobre el campeón defensor Jayson Tatum y Khris Middleton, de Milwaukee.
A sus 22 años, Adebayo ha tenido una campaña de despunte, en la que promedia 15,8 puntos, 10,4 rebotes y 4,9 asistencias en 54 partidos con el Heat.
Todos los competidores portaron el sábado un parche con el número 24 de Kobe Bryant y el 2 de su hija Gianna. Ambos perecieron el 26 de enero, junto con otras siete personas, cuando el helicóptero en que viajaban se estrelló contra la ladera de un cerro en Calabasas, California.
“Cuando yo estaba en la secundaria, dije que si llegaba a la NBA quería conocer a Kobe”, dijo Adebayo. “Sentía que éste era el Juego de Estrellas en que lo lograría. Creo que ahora él tiene un mayor impacto que entones. No quiero decir que cuando vivía no significara tanto para mí. Pero significa más ahora, cuando sé que nunca lo conoceré”.
El concurso de disparos de tres puntos se redujo a Hield, Booker y Davis Bertans, de Washington. Los otros cinco participantes, incluido el campeón defensor Joe Harris, fueron eliminados en la primera ronda.
Bertans fue el primero en realizar sus intentos en la ronda final, y sumó 22 puntos. Booker hizo 26 a continuación.
Ello dejó a Hield, con la necesidad de enracharse, tras atinar sus últimos seis disparos en la ronda inicial.
No hubo problema. Encestó el “money ball”, por lo que sus disparos posteriores valieron dos puntos. Tenía que atinar cuatro de cinco tiros del último recipiente para rebasar a Booker.
Logró los tres primeros, falló el cuarto y soltó el último. Comenzó a bailar de alegría cuando la pelota se deslizó por la red.
“Como un disparador, uno tiene esto en su lista de deseos”, manifestó Hield. “Quiere venir y ganar un concurso de triples”.