La eterna batalla, a 30 años de la hazaña de Buster Douglas en Tokio
Treinta años después de su fenomenal victoria ante Mike Tyson, James Buster Douglas se siente saludable y disfruta de la gloria que dice se le negó en su momento.
En estos momentos, todo pinta bien”, dijo Douglas en una entrevista, agregando que libra una batalla constante contra la diabetes. “Me siento bien y los números están bien. Eso es bueno”.
Tyson era el campeón mundial indiscutido de los pesos pesados, un rival arrollador que metía miedo, cuando subió al cuadrilátero para enfrentar a James Buster Douglas el 11 de febrero de 1990 en Tokio. Sólo una casa de apuestas de Las Vegas aceptó apuestas a favor de Douglas, pagando 42-1.
38
victorias acumuló Buster Douglas en 46 peleas en sus carrera
Buster Douglas ganó en contra de todo pronóstico. Pero lo que siguió no fue precisamente jubiloso.
Tyson y el promotor Don King cuestionaron su victoria, diciendo que el réferi mexicano Octavio Meyrán le había dado más tiempo que el reglamentario para que se repusiera después de sufrir una caída. Al final de cuentas, su triunfo fue convalidado, pero después de meses de disputas y costosos litigios.
Don King quiso vengarse, me llamaban a declarar a donde quiera que iba”, dijo Douglas. “Fue todo muy desagradable. No pude disfrutar nada”.
La AP dejó un mensaje en el teléfono de King. Tyson no respondió a pedidos de entrevista. En el 2015 le dijo al presentador televisivo Jimmy Kimmel que el aniversario de la pelea era algo que debía conmemorar Douglas, no él. Acotó que la derrota le vino bien porque le enseñó a luchar contra la adversidad.
25
triunfos fueron por la vía del nocaut, incluyendo el que logró ante Tyson
Los caminos de Tyson y Douglas casi no se cruzaron desde la pelea.
Las disputas sobre el desenlace del combate, combinadas con el dolor por la muerte de su madre poco antes de la pelea, hicieron que Douglas perdiera el rumbo, según él mismo admite.
Créanlo o no, llegué a un punto en el que no me importaba nada”, relató. “Siempre soñé con ser campeón. Lo consigo y resulta una pesadilla”.
Douglas aseguró que en cierta medida se sintió aliviado cuando Evander Holyfield lo noqueó en el tercer round ocho meses después, arrebatándole la corona.
Fue un alivio y al mismo tiempo algo desagradable, por la forma en que se dio todo”, dijo Douglas.
Fue un reinado corto, con un legado duradero. La pelea sigue siendo considerada una de las sorpresas más grandes en la historia del deporte dada el aura de imbatibilidad que tenía Tyson. La historia de Douglas cobró notoriedad nuevamente en 2018 tras la transmisión del documental de ESPN llamado 42 a 1.
6
peleas más tuvo tras conseguir el título y se retiró en 1999
Ese es el nombre que le dio Douglas a su obra de caridad, que apoya programas que enseñan oficios y otras cosas a jóvenes en riesgo.
Cuenta que por un tiempo después de la famosa pelea se desinteresó en la vida. En 1996 se despertó en un hospital, al borde de la muerte. Otra vez la vida lo puso en una encrucijada.
Tuve que decidir si quería seguir viviendo o dejarme ir”, expresó. “Decidí volver a la vida”.
Regresó al ring e hizo seis peleas antes de retirarse en 1999 y empezar a trabajar en programas sociales de la municipalidad de Columbus.
Un fenómeno como maestro
James Buster Douglas, de 59 años, es instructor de boxeo y sus alumnos sienten enorme respeto por él, en quien ven a un maestro, amigo e ídolo.
El excampeón mundial dijo que trabajar con los niños es una de las cosas que más disfruta.
En el Centro Comunitario Thompson de Columbia, donde trabaja, es un gigante entre tantos pequeños boxeadores.
Izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda, izquierda”, les dice en los entrenamientos, mientras los chicos estrellan sus puños contra las almohadillas que tiene en las manos.
Admiro a Mike Tyson, pero no tanto como al profesor”, dijo Colton Matson, un chico de 11 años que es alumno de Douglas desde que tenía seis años.
Tyson era el segundo boxeador más grande de la historia, y lo sigue siendo hoy. Es una locura que el profesor le haya ganado”, agregó. “Tal vez fue suerte, pero puedo asegurarle que el profesor trabajó mucho, por más que lo haya ayudado la suerte”.
Sus alumnos dicen que es una persona gentil, dura, generosa y “muy auténtica”. A lo que se suma su épica victoria de 1990.
Me motiva el que le haya ganado al mejor boxeador del mundo de entonces”, dijo Matson. “Es un fenómeno”.