Entrenadores y veterinarios, acusados por dopaje de caballos

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AP,  Estados Unidos, Nueva York, New York, 

Casi una treintena de figuras del hipismo estadounidense, incluido el entrenador de Maximum Security y un colega panameño, enfrenta cargos en conexión con lo que las autoridades describen como un extenso programa internacional de dopaje de caballos de carrera a fin de volverlos más rápidos.

El entrenador Jason Servis, cuyo establo incluye al campeón tresañero, fue acusado de suministrar drogas a ese y otros caballos, con el fin de mejorar su desempeño en las carreras. Maximum Security cruzó primero la meta en el Derby de Kentucky de 2019, antes de ser descalificado por una interferencia.

Después de ello, ganó cuatro de cinco prestigiosas carreras.

Los cargos apuntan a entrenadores, veterinarios y otras personas. Los detalles están incluidos en cuatro documentos acusatorios revelados el lunes en una corte federal en Manhattan.

En total 27 individuos fueron encausados el lunes en el tribunal, acusados de adulteración de drogas y complot para colocar etiquetas falsas en productos.

Las drogas “fueron dadas a los caballos en un esfuerzo por mejorar su desempeño más allá de sus capacidades naturales”, dijo en una conferencia de prensa William F. Sweeney Jr., subdirector a cargo de la oficina del FBI en Nueva York. “Lo que pasó en realidad con los caballos equivale ni más ni menos que a un abuso de éstos. Experimentaron problemas cardíacos, esfuerzos excesivos que derivaron en fracturas de patas, mayor riesgo de lesiones y, en algunos casos, la muerte. En contraste, los seres humanos involucrados en este ardid continuaron llenando sus bolsillos, mientras manipulaban esta industria de las carreras hípicas, que generan miles de millones de dólares, en todo el mundo”.

De acuerdo con las autoridades, se exigía demasiado a distintos caballos, que presentaron problemas cardíacos o incluso murieron. Los investigadores añadieron que también se les suministró a los animales sustancias que les permitían tolerar mejor el dolor, lo que podía dar lugar a fracturas de las patas.

Las autoridades dijeron que los participantes en el fraude afectaron los resultados de carreras en Nueva York, Nueva Jersey, la Florida, Ohio, Kentucky y los Emiratos Árabes Unidos. Añadieron que hubo engaños a los reguladores estatales, los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, varias entidades rectoras del hipismo y los apostadores.

Alex Waldrop, presidente y director general de la Asociación Nacional de Carreras de Purasangre, consideró “execrables” los actos indebidos.

“No hay lugar en nuestro deporte para individuos que tratan a los caballos sin respeto por su bienestar o que socavan la integridad de nuestras competiciones para obtener un lucro personal”, indicó Waldrop. “Apoyamos el esfuerzo para sacar a la luz estos cargos, y confiamos en que su pronta adjudicación ayude a que otros participantes en el hipismo y el público en general tengan la certeza de que no condonaremos ni toleraremos la conducta denunciada en estas acusaciones”. 

Las autoridades federales allanaron establos en la Florida y una fábrica en Kentucky.

En la acusación se señala que Servis dio a Maximum Security una droga llamada SGF-1000, la recomendó a otro entrenador y se alió con un veterinario para hacer que los resultados de los análisis se confundieran con falsos positivos de otra sustancia. El otro entrenador, el panameño Jorge Navarro, figura entre los acusados.

El 29 de febrero, Maximum Security ganó la carrera con mayor bolsa en el mundo, la Copa Saudí de 10 millones de dólares.





Alarma en hipismo de Estados Unidos por escasez de personal migrante

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AP,  Estados Unidos, Kentucky, Louisville, 

Las políticas inmigratorias del gobierno de Donald Trump y el coronavirus amenazan con causar estragos en el hipismo estadounidense, generando una severa escasez de personal, según advierten figuras de esa actividad en momentos en que se prepara para un Derby de Kentucky a la medida de la pandemia.

La carrera más importante del hipismo estadounidense, reprogramada para el 5 de septiembre en el Churchill Downs de Louisville, no ha sido muy afectada por la falta de personal hasta ahora. Pero preparadores y activistas dicen que el decreto de Trump que extiende la suspensión de la entrega de cierto tipo de visas de trabajo genera incertidumbre en un sector que depende en buena medida de la mano de obra inmigrante.

“No pienso seguir en este negocio, y mucho menos crecer, si no puedo contar con una mano de obra estable año tras año”, afirmó el preparador Dale Romans.

Romans, segundo en la tabla histórica de preparadores con más victorias en Churchill, dijo que el problema es sencillo: Si los extranjeros no pueden entrar al país y no hay interesados en tareas fundamentales como alimentar y atender a los caballos, “no hay nadie que haga el trabajo”.

La cantidad de trabajadores disponibles es difícil de calcular, lo mismo que el impacto del coronavirus. El sector usa el programa de visas H-2B para contratar inmigrantes legalmente, pero a menudo termina contratando extranjeros sin permiso de residencia ya que el cupo de 66.000 visas con frecuencia no alcanza para satisfacer sus necesidades. La suspensión se prolongó hasta fin de año y, combinada con la pandemia, hacen que resulte más complicado cruzar la frontera, donde se están registrando menos cruces ilegales que el año pasado. 

Se trabaja todo el año, incluso con mal tiempo o pandemias. En los días previos al Derby los trabajadores que duermen detrás del hipódromo se levantan temprano en la mañana para preparar a los caballos. Generalmente atienden cuatro o cinco animales cada uno, limpian los establos, sacan a caminar a los caballos después de los entrenamientos y se aseguran de que están bien y de que comen.

Las condiciones de trabajo y la paga baja preocupan a Evi Peña, director de comunicaciones del Centro para los Derechos del Migrante. En los dos últimos años, dos centros de entrenamiento tuvieron que pagar decenas de miles de dólares a los trabajadores migrantes por sueldos perdidos y malas condiciones de vida.

La pandemia aumenta los riesgos y los cuidadores y los hipódromos deberían ofrecer más garantías a los trabajadores, según Peña.

Peña sostiene que los trabajadores con visas H-2B tienen menos protecciones que los que son ciudadanos. Corren peligro de quedarse sin trabajo, de perder el status inmigratorio y tal vez la oportunidad de volver a ser contratados bajo ese programa si se quejan.

En general los trabajadores migrantes son considerados gente muy confiable, que cuidadores y dueños de caballos contratan año tras año. Algunos dicen que los estadounidenses a menudo se van después de trabajar unos pocos días. 

Los sueldos bajos son un problema, de acuerdo con Elisabeth Jensen, vicepresidenta del Proyecto de Educación Equina de Kentucky, una organización que apoya el sector hípico del estado.

“Estamos trabajando con los patrones para hacerles entender que las cosas no son como hace 20 años”, manifestó. “Compiten con Amazon y otra gente que puede ofrecer más dinero”.

Los peones de Churchill Downs contratados bajo el programa H-2B ganan unos 11,50 dólares la hora, según información del Departamento del Trabajo. Los empleados de Amazon ganan un mínimo de 15 dólares la hora. Ambos pagan más que el sueldo mínimo de Kentucky, que es de 7,25 dólares la hora. 

Para Romans, la dinámica de los establos hace que resulte difícil crear horarios que satisfagan las exigencias de los trabajadores estadounidenses.

“Un caballo tiene que comer tres veces al día. Deben entrenarse durante ciertas horas porque las carreras se corren por la tarde”, explicó Romans. “Es básicamente imposible contratar gente que no tenga que estar allí, con condiciones más cómodas”.

Una escasez de personal puede tener consecuencias graves para el sector. La cantidad de trabajadores disponibles determina la cantidad de caballos que puede tener un cuidador. De esto depende a su vez la cantidad de caballos de cría que se pueden vender y al mismo tiempo la cantidad de caballos de carrera con que contarán los hipódromos.

Este mes el Departamento de Estado fijó nuevas pautas que permitirán el ingreso de más trabajadores extranjeros. Pero la temporada está encima y es poco probable que se puede conseguir la gente necesaria, según Elizabeth Conley Buckley, abogada de inmigración de Lexington.

“Esta excepción al decreto presidencial no va a ayudar porque no consiguieron las visas”, afirmó. “Se las han tenido que arreglar con lo que consiguieron, estudiantes universitarios, jornaleros... lo que encuentren”.

A las dificultades con las visas se suma la pandemia, que limita el ingreso de personas del extranjero. Mucha de la gente que trabaja para los clientes de Buckley viene de Guatemala, que sigue prohibiendo los viajes.

Laurie Mays, de la Cámara de Comercio de Kentucky, está a cargo de conseguir trabajadores de la zona para el sector hípico. Pero dice que siempre harán falta inmigrantes.

“No hay suficiente gente, incluso si incorporas trabajadores de la zona”, expresó. “El hipismo es muy exigente, necesita mucho personal. Los caballos no saben de feriados. No les simporta cómo está el clima”.



El Belmont será el 20 de junio y abrirá la Triple Corona

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AP,  Estados Unidos, Nueva York, New York, 

El Belmont Stakes se correrá el 20 de junio sin espectadores y le tocará ser la prueba inicial de la Triple Corona del hipismo por primera vez en la historia del deporte.

La Asociación Hípica de Nueva York anunció el martes la nueva fecha del Belmont, que también se disputará con una distancia más corta a la habitual. El Belmont de 2020 cubrirá una milla y un octavo, en vez de la milla y media, la llamada “prueba del campeón” que ha sido la tarjeta de presentación de la carrera durante casi un siglo.

Será la primera vez que el Belmont abra la Triple Corona por delante del Derby de Kentucky y el Preakness. A raíz de la pandemia de coronavirus, el Derby fue reprogramado del 2 de mayo al 5 de septiembre, mientras que el Preakness pasó del 16 de mayo al 3 de octubre.

El Belmont iba a disputarse el 6 de junio. Pero las carreras de caballos en Nueva York fueron suspendidas en marzo luego que un empleado del hipódromo dio positivo por COVID-19. No fue hasta el sábado pasado que el gobernador del estado, Andrew Cuomo, no dio la luz verde para retomar la actividad. 

Las carreras de caballos han empezado a incrementarse en Estados Unidos, con los hipódromos confiados de que pueden funcionar con seguridad y poder sacar ganancias sin la presencia de público debido a las apuestas online y el ingreso televisivo.

Las apuestas online alcanzaron los 90 millones de dólares en el día del Belmont el año pasado, y la NYRA (iniciales de la asociación hípica) recibió parte de ese dinero junto al pago de la cadena NBC. 

Las autoridades del hipismo han tenido que lidiar con el cambio de la temporada de la Triple Corona, una que no ha tenido la habitual jerarquía de purasangres tresañeros.

El Derby, Preakness y Belmont suelen disputarse durante un lapso de seis semanas en la primavera del hemisferio norte. 

“Todo será diferente este año. ¿No es así?”, dijo el entrenador Mark Casse. “Si se puede hacer así, será igual de excitante. ¿Por qué no? No sé si es el momento ideal del año. Son sólo las carreras, y creo que tendremos buenas carreras”.

El Belmont se disputará apenas dos semanas después de ser pautado, pero la distancia más corta altera la dinámica de la carrera y la Triple Corona. Se ha dirimido en la milla y media cada año desde 1926. La última vez que se corrió en la milla y un octavo fue en 1894. 

Apenas 13 caballos han ganado la Triple Corona, con Justify en 2018 y American Pharoah en 2015 como los más recientes.



Louisville se adapta a nueva fecha del Derby de Kentucky

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AP,  Estados Unidos, Kentucky, Louisville, 

Posponer el Derby de Kentucky ya fue suficientemente perturbador para una ciudad que debe buena parte de su identidad a esa carrera hípica.

Una cancelación sería por lo tanto impensable.

El aplazamiento de la primera carrera de la Triple Corona al 29 de agosto por la pandemia del coronavirus marca la primera ocasión en que el Derby no se realizará en Louisville durante el primer sábado de mayo desde 1945.

“Esto es lo que hace grande a Louisville y a Kentucky, evidentemente”, dijo Andy Treinen, presidente y director general del Museo Razier de Historia, en el centro de esta localidad. “La carrera es importante, y todos los ojos del mundo están puestos sobre Louisville en esa ocasión.

“Eso no significa que no haya nada aquí en el verano. Espero que sí. Si sobrevivimos a este periodo del coronavirus y la enfermedad COVID 19, y pienso que lo haremos, ¿cómo se verá esto en el verano? Hay muchas actividades veraniegas aquí”. 

El hipódromo Churchill Downs jamás contempló siquiera la posibilidad de cancelar la edición número 146 del Derby.

Sin embargo, la oficina de turismo de Lousville estima que el impacto económico de la temporada del Derby de Kentucky en la región supera los 400 millones de dólares, una cifra que incluye la carrera de potrancas Kentucky Oaks, un día antes del Derby.

Está por verse si el mismo estimado de 400 millones de dólares se sostiene este año. El Derby coincidiría ahora con un fin de semana en que suele inaugurarse la temporada de fútbol americano colegial. 

Y hay que considerar que había una especie de rito primaveral relacionado con el Derby, que ahora en cambio marcará el final del verano.

Al menos, los aficionados y empresarios tienen tiempo de adaptarse. Y Louisville ha podido emitir un suspiro de alivio, por ahora. 

“Este escenario es por lo pronto mejor que el de una cancelación, así que esperamos que la carrera en septiembre ayude a mitigar el impacto económico durante los próximos dos mees”, dijo Sarah Davsher-Wisdom, presidenta y directora general de Greater Louisville Inc., la cámara de comercio de la ciudad.

“Aquí en Louisville, si le preguntas a cualquiera, verás que la gente no está preocupada por la diferencia entre mayo y septiembre, sino por la posibilidad de que esto fuera cancelado. Y el hecho de que no lo fuera representa un gran alivio”.

Aunque el Derby sigue en pie, su nuevo calendario podría confundir a los aficionados acostumbrados a ver mujeres con sombreros grandes y coloridos, u hombres con trajes brillantes de algodón. Era común que los espectadores bebieran un julepe de menta con el emblemático bourbon de Kentucky, y que el humo de los puros se esparciera por el aire.

Louisville se enorgullece de esas escenas propias del Derby.

Ahora, la esperanza es que se puedan ver en septiembre, cuando el Derby abrirá la Triple Corona recandelarizada, si es que Preakness y Belmont adoptan posposiciones similares.

Para las empresas que obtienen buena parte de sus ingresos a partir del Derby, el aplazamiento ha generado un reto inmediato: Obtener trabajo y clientes para mantenerse a flote por ahora. 

Se trata de una tarea difícil, ante el cierre de numerosos restaurantes y comercios en el estado por la pandemia.

La postergación del Derby ha llevado a que Kenzie Kapp, originaria de Louisville, deje de fabricar esos sombreros de mujer que son sinónimos de la temporada del hipismo. Ahora, se quiebra la cabeza en busca de diseños para un evento que se ha quedado lejos de la primavera.

“Pienso ahora en el verano, la época más calurosa y pegajosa”, dijo Kapp, quien desde 2008 es propietaria de la marca Mill by Kenzie. “Al hacer el Derby en mayo, está la primavera, colores brillantes. No pienso que esa paleta se vaya a aplicar realmente ahora, a menos que haya gente específica que venga y quiera más bien colores de otoño.

“No voy a ir a los marrones, anaranjados o amarillos si hay afuera una temperatura de 100 grados (Fahrenheit, 38 Celsius). 

Jason Shepherd, productor de puros, esperaba también que el Derby impulsara su negocio una vez que se fuera el invierno. El periodo de dos semanas que comienza con una muestra aeronáutica en Louisville ayuda a generar cerca del 25% de los ingresos en su tienda, ubicada a unos cuantos kilómetros de Churchill Downs.

Para la semana del Derby, J. Shepherd Cigars tenía organizadas ocho fiestas. El dueño no está seguro de si esos clientes volverán cuatro meses después.

“Dado que las condiciones meteorológicas serán diferentes, si se puede permanecer afuera, comenzaré a reservar eventos de nuevo”, dijo Shepherd. “Especialmente después de la cuarentena, la gente estará ansiosa por salir y hacer algo. Me enfocaré en hacer mis viejos eventos, dado que perdimos éste, que era grande. 

“Todo está en veremos... Pero trataremos de seguirnos moviendo hacia delante, como siempre lo hemos hecho.

La industria del bourbon tiene también que adaptarse. Los tours por destilerías están suspendidos en medio de las precauciones por el coronavirus, pero la actividad se intensificaría pronto, cuando se levanten las restricciones y si es que se autorizan los preparativos del Derby.

Después de todo es difícil imaginar las carreras sin bourbon en esta región. 

“Simplemente buscamos ajustarnos a las nuevas fechas”, dijo Lauren Cherry, presidenta de Heaven Hill Brands.

Entretanto, Louisville trata de conservar el optimismo, en medio de la posposición.

“Septiembre es una época maravillosa para estar en Kentucky”, dijo Davasher-Wisdom. “El clima es estupendo, es el mes del bourbon y hay varios festivales de música, así que esto podría funcionar”.


Regalan caballos para sobrevivir

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Como sucedió con todos los deportes profesionales del país, el nuevo coronavirus detuvo la actividad comercial del Hipódromo de las Américas, provocando un enorme agujero en los ingresos provenientes de las apuestas que desencadenó una serie de daños colaterales.

Para muchas personas las carreras de caballos no son más que un entretenimiento para pasar una tarde entre familiares y amigos, pero detrás de cada sonido de trompeta que da el llamado a los competidores, se encuentra una industria que, al menos en la Ciudad de México, registra en sus libros contables un millón y medio de pesos en apuestas por cada día del fin de semana.

En el hipismo, durante siglos conocido como un deporte de reyes, la pandemia de Covid-19 ha orillado a varios propietarios a regalar algunos animales para reducir los costos de mantenimiento de su cuadra, que mes a mes implican tan sólo por servicios de pensión, un desembolso de 10 mil pesos por cada ejemplar.

Sin la posibilidad de salir a la pista, la afición de muchos de dueños está sumergida en un tobogán de gastos. Aunque el presupuesto para cada caballo se basa en el largo plazo, los premios económicos que otorgan las carreras son parte de los números para sostener las carreras y sus diversas ramificaciones.

Se estima que para cada caballo se emplean cinco personas de manera directa e indirecta.

"Si un dueño tiene siete caballos aproximadamente aspira a correr 14 ocasiones cada 30 días. En este tiempo tiene expectativas de alcanzar entre 60 y 80 mil pesos, que prácticamente sólo sirven para pagar el mantenimiento de los animales", declaró Alfonso Lanzagorta, asesor hípico de la Cuadra GB.

Desde el 18 de marzo, Codere, multinacional española que opera el Hipódromo de las Américas, suspendió las actividades del óvalo más bullicioso de México, en cumplimiento de las medidas sanitarias.

"En Codere la seguridad de nuestros colaboradores y el público general es nuestra prioridad. Estamos conscientes de que esta decisión puede llegar a impactar nuestras metas de negocio, pero confiamos en que, una vez superada esta crisis, por medio de la cooperación saldremos adelante", compartió la administradora a un cuestionario enviado por EL UNIVERSAL Deportes.

Con el calendario deportivo nacional todavía en espera debido a la pandemia de coronavirus, el Handicap de Las Américas -la carrera más importante del año- deberá aplazarse varias semanas de su fecha original, que por tradición se realiza el último sábado de mayo.

"El regreso de las carreras se realizará tomando las medidas necesarias para garantizar la protección y seguridad", compartió Codere.

Cuando la temporada del Hipódromo se retome, con o sin público, los premios tendrán una reducción de entre 20 y 15 por ciento.

"En Codere tenemos un plan de recuperación económica para todas nuestras operaciones. Los premios económicos para las carreras se definirán considerando a nuestros grupos de interés", respondió la empresa a este medio.



Hipismo consigue mayor tiempo en TV en medio de pandemia

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AP,  Estados Unidos, Kentucky, Louisville, 

Cuadrillas de trabajadores en Nueva York y California se cuidan de cumplir con las normas de distanciamiento social, mientras buscan mantener en pie las transmisiones de carreras hípicas en Estados Unidos durante la pandemia de coronavirus.

Las carreras de caballos son uno de los pocos deportes que continúan, aunque de manera limitada, en un puñado de hipódromos vacíos. Su cobertura por parte de la televisión se ha expandido sin embargo, ante la parálisis total en otras competiciones.

La Asociación Hípica de Nueva York ayuda a producir el programa “America’s Day at the Races” en Fox Sports, TVG se ha aliado con NBC Sports para una docena de horas de cobertura cada semana, con la esperanza en que una industria en crisis pueda mantenerse a flote y llegar a más públicos en estos momentos aciagos.

“Las carreras hípicas han sido un sustituto bienvenido de otros eventos que no están disponibles actualmente”, destacó Mike Mulvihill, vicepresidente ejecutivo de Fox Sports. “El número de personas que ven las carreras se ha triplicado respecto del año anterior. Las inscripciones de nuevos apostadores en línea van en ascenso... Esto ha aportado una agradable sensación de normalidad cuando el resto del deporte está prácticamente fuera”. 

Un deporte que normalmente sólo capta la atención nacional durante la temporada de la Triple Corona que comienza con el Derby de Kentucky se está beneficiando de ser la única oferta disponible. El número total de televidentes en Fox Sports 1, 2 y NBC Sports Network ha saltado 206% en 2020, respecto del mismo periodo del año pasado.

Diferentes tipos de espectadores están sintonizando las carreras. Kip Levin, director general de TVG, dijo que el tono de las transmisiones cambió rápidamente para atender a ese nuevo público. 

“Nos quitamos el sombrero ante nuestro equipo de producción y nuestro talento. Literalmente en días hicieron la transición para no hablarle sólo al fanático que conocía mucho del deporte, sino para educar realmente al público en modos en que no lo hacemos normalmente”, comentó Levin.

Más apostadores casuales se están suscribiendo a los programas de NYRA y de FanDuel Racing.

Tony Allevato, director de ingresos de NYRA, dijo que el número de gente que se ha dado de alta aumentó en siete veces durante las últimas tres semanas, en comparación con el resto del año. 

Así, se ha ofrecido la oportunidad de hacer apuestas gratuitas de hasta 20 dólares, para que los principiantes se familiaricen con este deporte.

Los nuevos aficionados pueden ir conociendo este deporte por medio de la TV, gracias a tan sólo unas decenas de personas que trabajan en el Belmont Park de Long Island y en los estudios en el sur de California. Eric Donovan, director de operaciones televisivas de NYRA, supervisa a un tercio del personal habitual, diseminado en múltiples áreas del Belmont Park, mientras que el personal acostumbrado de TVG, de entre 45 y 50 personas, se ha reducido a 10, cada uno en su propio lugar de trabajo.

Los trabajadores observan los parámetros de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) sobre distanciamiento social, mientras realizan su labor para la transmisión de las carreras. 

“Hemos dado espacio a todos en nuestros camiones de la televisión, de modo que las personas no estén muy cerca entre sí. Constantemente limpiamos las instalaciones, así que estamos operando de un modo seguro”, dijo Allevato.

Las carreras en directo en el hipódromo Aqueduct de Queens se suspendieron a mediados de marzo, después de que un trabajador dio positivo de coronavirus. Martín Zapata, de 63 años y quien tenía su base de trabajo en Belmont Park, falleció a comienzos de abril, por complicaciones del COVID-19.

Pero las carreras que no se realizan en Nueva York han sido siempre parte de las transmisiones de NYRA, y ahora, se difunden las competiciones desde lugares como el Gulfstream Park y el Tampa Bay Downs en la Florida; el Oaklawn Park de Arkansas; el Remington Park, de Oklahoma, y el Fonner Park de Nebraska. 

En Belmont park siguen laborando unos 600 trabajadores en el cuidado de los caballos. Allevato dijo que NIRA, como una organización sin fines de lucro, continúa transmitiendo carreras, no para ganar dinero, sino para cuidar de sus empleados y de la industria en general.

“Los mantenemos con empleo, y aseguramos que siga habiendo comida en la mesa de estas personas”, indicó. “Estamos en las carreras hípicas a largo plazo, y nuestra meta es ver que prosperen en Nueva York y que sean exitosas en todo el país. Hay un ambiente colosal que se involucra con esto y que genera decenas y decenas de miles de empleos”.