El "Paisano" y sus memorias "infernales"
La única ocasión en la que Toros de Tijuana ha enfrentado a Diablos Rojos del México en playoffs, encierra el momento que más recuerda Barry Enright de su estancia con el equipo fronterizo en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Fue la temporada 2015 con los “escarlatas” como campeones defensores y liderados en el dugout por el manejador Miguel Ojeda, quienes se enfilaban al bicampeonato, luego de dominar el calendario regular con el mejor récord de la liga y como el primer sembrado en la Zona Norte.
Toros de Tijuana acabó la carrera como el cuarto lugar del pelotón y tuvo que vencer a Vaqueros Laguna en el duelo de Comodín para de ahí abrir serie contra los “pingos” en el Fray Nano, en una llave que, en el papel, lucía muy desnivelada.
“Yo llegué ya iniciada la temporada, para ser parte de esa carrera rumbo a playoffs con un equipo que no estaba en zona de playoffs, pero logramos acumular y ligar triunfos para alcanzar la postemporada como cuarto lugar y luego ganar a Laguna en el Comodín para avanzar contra Diablos Rojos”, comentó Enright.
Los capitalinos abrieron asestando dos duros golpes para defender su localía en el estadio Fray Nano, un inmueble que estaban “estrenando”, ya que tuvieron que mudarse luego de coronarse en el Foro Sol en 2014.
La batalla se trasladó a Tijuana donde los dirigidos por Juan Gabriel Castro mostraron su poder para imponerse en los tres duelos programados en la frontera y se pusieron a sólo una victoria de dar la sorpresa y obtener la primera serie ganada de playoffs en su historia.
De regreso en Ciudad de México, los “pingos” intentaron dar un mensaje en el sexto juego al propinar una severa paliza que empató la serie a tres triunfos por bando, dejando todo para un séptimo y definitivo duelo, donde el llamado fue para Barry Enright.
“Ese juego siete fue especial, recuerdo lanzarlo y quedará como un juego que nunca voy a olvidar el resto de mi vida”, recordó.
Los Toros tomaron una rápida ventaja de 2-1 en la primera entrada y 7-1 en la tercera tanda para aguantar al final e imponerse 7-6 y eliminar al campeón defensor y líder general en su propia casa, algo que parecía imposible.
“Ganar ese juego 7 que ese quizá el momento más grande que pude disfrutar con Toros; vivir ese último out contra Diablos fue algo muy especial”, agregó.
Con la victoria, la “embestida” se encaminó a la Serie de Campeonato de la Zona Norte, donde se toparon con Josh Lowey y Acereros del Norte, cayendo al final en siete juegos que también tuvieron su toque de dramatismo.
A su llegada al equipo, el derecho californiano estuvo muy cerca de quedar fuera del roster, ya que su contratación se dio iniciada la campaña y en sus primeras actuaciones no mostró todo su potencial.
“Recuerdo que sufrí mucho cuando llegue al equipo, me ayudó que se atravesó la pausa del Juego de Estrellas y pude reagruparme y entrar en ritmo para ayudar al equipo”, recordó.
Ya en la campaña 2016 el “Paisano” se había convertido en un ídolo de la afición y pilar de una fuerte rotación de unos Toros de Tijuana que ya se habían ganado el respeto del resto de los contendientes.
“La temporada 2016 también fue fabulosa con esas victorias en las series contra Monclova y Monterrey; creo que fuimos el mejor equipo ese año, pero quizá ya llegamos a la Serie del Rey un poco cansados por todo lo que dejamos en el terreno de juego en esos enfrentamientos contra Sultanes”, comento.
RETIRADO COMO LANZADOR
Luego de finalizar el 2018 en las sucursales de Diamantes en Reno y Jackson, el pelirrojo decidió poner fin a su carrera como lanzador el 9 de enero del 2019, para iniciar otra etapa en la organización de Arizona.
“Ya estoy retirado, vivo en Arizona y sigo muy ocupado con la temporada de beisbol por acá en la organización de Diamondbacks; afortunadamente tuvimos una gran primera temporada como coach, nuestro pitcheo fue el mejor de toda la liga y estoy sorprendido por la calidad de brazos que hay aquí”, comentó el ahora instructor de pitcheo de Hops de Hillsboro en la Liga Noroeste.
Aunque se encuentra lejos de sus ex compañeros, el ex serpentimero de Angelitos de Los Ángeles y Diamantes de Arizona, confesó que se mantiene en contacto con algunos de quienes jugaron con él en Toros de Tijuana en las temporadas 2015 y 2016.
“El equipo del 2016 fue muy especial, hay muchos compañeros de ese año con los que sigo en contacto como Alex Sanabia, Jason Urquídez, Dustin Martin y varios más que seguimos siendo muy buenos amigos, obviamente que ahorita no los puedo ver por todo este tema del Coronavirus, pero por teléfono me comunico con ellos”, aseguró.
El egresado de la Universidad de Pepperdine se perdió la campaña y el campeonato de Toros en 2017, ya que se dio la oportunidad de intentar un nuevo regreso a las Grandes Ligas con las organizaciones de Padres de San Diego y Rockies de Colorado.
“En ocasiones te llega la nostalgia por todos esos buenos momentos y compañeros especiales; jugar en Tijuana, ya que hizo que me regresara el deseo por mantenerme en el beisbol y jugar en México fue muy especial para mí y en eso mucho tienen que ver compañeros como Horacio Ramírez, Mike González, todos ellos hicieron que ahora recuerde con mucha alegría todos esos momentos”, recordó.
No es un secreto que Barry Enright es un excelente golfista y ahora en el retiro tiene más tiempo para practicar y competir en torneos profesionales.
“Mi juego anda muy bien, he participado en varios torneos y me ha ido bien ya que me he mantenido entre 60-65 en mis tarjetas; siempre me han dicho que soy mejor en el golf que en el beisbol, la gente me lo ha dicho, así que ahora me está yendo muy bien, es un deporte que me gusta mucho y me permite ser competitivo”, indicó.
“ME HICIERON SENTIR UN “PAISANO””
Lo que más recuerda el barbado pelirrojo de su paso por los Toros es el gran ambiente que se vive en el estadio Chevron y a la gran afición fronteriza.
“Los aficionados de Tijuana son muy especiales para mí, desde que llegué me arroparon y haver sido parte de esa organización y ver como se llenaba el parque era muy especial con casi 18 mil personas, recuerdo que gente de Estados Unidlos cruzaban la frontera para vivir la experiencia”, comentó.
El diestro asegura que el apoyo de la afición lo utilizaban los jugadores como un combustible que les hacía tener un mejor rendimiento en cada juego y al final de cuentas fue la ventaja que tuvieron en esas temporadas del 2015 y 2016.
“El equipo no hubiera sido lo mismo sin esa afición, ellos hicieron ese ambiente y decir “gracias” se queda corto y no les hace justicia; siento que los aficionados son parte de mi familia, siempre serán parte de mis recuerdos del beisbol y ojalá continúen con esa tradición de apoyar a su equipo, fue especial para mí y para mi familia, muchas gracias por todo”, destacó.
Aunque los calendarios de juego son muy similares en la LMB y en Ligas Menores estadounidenses, Barry Enright espera volver a Tijuana en un futuro no lejano para rememorar todos esos días en el que los Toros de Tijuana se consolidaron como la sangre joven del beisbol mexicano y empezaron a escribir su propia historia.
“Espero que en un futuro próximo pueda darme una vuelta a Tijuana, porque la pasé muy bien ahí; gran experiencia, grandes aficionados, ambiente increíble, me hicieron sentir como un “paisano” y espero verlos pronto”, concluyó.