Hijo de Randy Moss no fue seleccionado en sorteo, pero Washington lo contrata
El ala cerrada Thaddeus Moss, hijo del miembro del Salón de la Fama del Fútbol, el exreceptor Randy Moss, no fue seleccionado en el sorteo universitario 2020 de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), que finalizó esta noche después de tres días de actividades.
Pero los Redskins de Washington si vieron potencial en el joven jugador ofensivo y lo firmaron.
El exdestacado jugador de los Tigers de la LSU, el mismo equipo con el que jugó el mariscal de campo Joe Burrow, seleccionado el jueves con el número uno por los Bengals de Cincinnati, firmó con los Redskins como agente libre no reclutado el sábado por la noche.
Moss, de 21 años, es un excelente bloqueador, pero no presenta el atletismo de campo bajo que los equipos de la NFL buscan en el sorteo en su posición.
Inicialmente había sido proyectado en un rango de agente libre de séptima ronda.
Su valor en el sorteo también pudo haber sido comprometido por la condición de su físico después de haber sufrido una lesión en la pierna derecha que le obligó a pasar por el quirófano.
Aunado a lo anterior, Moss no pudo visitar los equipos para los exámenes de seguimiento debido a las restricciones de permanencia en el hogar debido a la pandemia del coronavirus.
Pero Moss fue titular por una temporada en la universidad. Comenzó su carrera en el estado de Carolina del Norte, donde jugó en el 2016.
Después de estar en el banquillo en el 2017 bajo las reglas de transferencia de la NCAA y perderse 2018 por una lesión en el pie, demostró ser un objetivo confiable para LSU y la selección general número uno en una temporada de campeonato nacional.
Moss atrapó 47 pases para 570 yardas y cuatro touchdowns, consiguiendo su mejor producción en la mayoría de los partidos más importantes de los Tigers.
Atrapó dos pases de anotación en el partido del campeonato nacional contra Clemson, uno más en la semifinal de la LSU College Football Playoff sobre Oklahoma, y sumó seis recepciones contra Alabama.
Su padre es uno de los receptores más prolíficos en la historia de la NFL, habiendo acumulado 10 temporadas de 1.000 yardas cada una y seis acercamientos al Pro Bowl en los 14 años que permaneció en la liga con los equipos de Minnesota ( en dos etapas diferentes), Oakland, New England, Tennessee y San Francisco.