Kareem Abdul-Jabbar batió el récord de Wilt Chamberlain un día como hoy
La cifra inalcanzable entre los récords de la liga. Los 38.387 puntos de Kareem Abdul-Jabbar aparecen como la cumbre imposible, el Everest de las marcas de la NBA, con el permiso de John Stockton y sus asistencias. Y precisamente hoy, el día 5 de abril, es el aniversario del día que cambió todo.
Cuando Wilt Chamberlain se alzó como máximo anotador de todos los tiempos apenas hubo revuelo. El por entonces gigante número uno acumulaba récords como si fuese en su respiración. Era algo cotidiano sumar cifras irreales para el resto. Hoy en día mantiene varias de ellas, como su récord de rebotes en un partido, promedio anotador en una temporada o los 100 puntos en un solo encuentro.
Sin embargo, cuando Kareem superó a Wilt, todo cambió. Comenzaba una nueva era que para los expertos de la época sería inabarcable. El otrora conocido como Lew Alcindor vivía ya el declive de su exitosa carrera, o eso parecía. Los expertos de la época dudaron incluso de si superaría a Chamberlain en la 1983-1984, ya que Kareem comenzó mal. El paso del tiempo era evidente y su promedio anotador cayó por debajo de los 20 puntos.
Pero reapareció. Kareem ganó ritmo y a sus 37 años volvió a superar la marca de los 20 por noche. La eficiencia aumentaba poco a poco según pasaba la campaña, hasta llegar a esa fría noche en Las Vegas. El 5 de abril de 1984, Lakers y Jazz se veían las caras. Magic Johnson, Byron Scott, Kurt Rambis, James Worthy, Michael Cooper o Mitch Kupchak eran algunos integrantes de aquellos míticos oro y púrpura. El Showtime.
Como no podía ser de otra manera, Jabbar batía el récord con su gancho. Ese "skyhook" es recordado como uno de los recursos más mortíferos de la historia del baloncesto y le sirvió para superar al que fuese su enemigo sobre el parqué y, más tarde, amigo.
Kareem conseguía su objetivo a cuatro minutos del final. Se marchó al banquillo con un público entregado, la cara de un niño emocionado a sus 37 años dejaba verse a través de los lentes. Jabbar rompía una barrera que parecía imposible, aunque poco se tardó en tildar la suya con el mismo adjetivo. Era impensable en aquella época ver a un jugador capaz de rondar las 14 temporadas en la NBA a los 37 años de edad. Lo que tiene la evolución.