Posponer el Derby de Kentucky ya fue suficientemente perturbador para una ciudad que debe buena parte de su identidad a esa carrera hípica.
Una cancelación sería por lo tanto impensable.
El aplazamiento de la primera carrera de la Triple Corona al 29 de agosto por la pandemia del coronavirus marca la primera ocasión en que el Derby no se realizará en Louisville durante el primer sábado de mayo desde 1945.
“Esto es lo que hace grande a Louisville y a Kentucky, evidentemente”, dijo Andy Treinen, presidente y director general del Museo Razier de Historia, en el centro de esta localidad. “La carrera es importante, y todos los ojos del mundo están puestos sobre Louisville en esa ocasión.
“Eso no significa que no haya nada aquí en el verano. Espero que sí. Si sobrevivimos a este periodo del coronavirus y la enfermedad COVID 19, y pienso que lo haremos, ¿cómo se verá esto en el verano? Hay muchas actividades veraniegas aquí”.
El hipódromo Churchill Downs jamás contempló siquiera la posibilidad de cancelar la edición número 146 del Derby.
Sin embargo, la oficina de turismo de Lousville estima que el impacto económico de la temporada del Derby de Kentucky en la región supera los 400 millones de dólares, una cifra que incluye la carrera de potrancas Kentucky Oaks, un día antes del Derby.
Está por verse si el mismo estimado de 400 millones de dólares se sostiene este año. El Derby coincidiría ahora con un fin de semana en que suele inaugurarse la temporada de fútbol americano colegial.
Y hay que considerar que había una especie de rito primaveral relacionado con el Derby, que ahora en cambio marcará el final del verano.
Al menos, los aficionados y empresarios tienen tiempo de adaptarse. Y Louisville ha podido emitir un suspiro de alivio, por ahora.
“Este escenario es por lo pronto mejor que el de una cancelación, así que esperamos que la carrera en septiembre ayude a mitigar el impacto económico durante los próximos dos mees”, dijo Sarah Davsher-Wisdom, presidenta y directora general de Greater Louisville Inc., la cámara de comercio de la ciudad.
“Aquí en Louisville, si le preguntas a cualquiera, verás que la gente no está preocupada por la diferencia entre mayo y septiembre, sino por la posibilidad de que esto fuera cancelado. Y el hecho de que no lo fuera representa un gran alivio”.
Aunque el Derby sigue en pie, su nuevo calendario podría confundir a los aficionados acostumbrados a ver mujeres con sombreros grandes y coloridos, u hombres con trajes brillantes de algodón. Era común que los espectadores bebieran un julepe de menta con el emblemático bourbon de Kentucky, y que el humo de los puros se esparciera por el aire.
Louisville se enorgullece de esas escenas propias del Derby.
Ahora, la esperanza es que se puedan ver en septiembre, cuando el Derby abrirá la Triple Corona recandelarizada, si es que Preakness y Belmont adoptan posposiciones similares.
Para las empresas que obtienen buena parte de sus ingresos a partir del Derby, el aplazamiento ha generado un reto inmediato: Obtener trabajo y clientes para mantenerse a flote por ahora.
Se trata de una tarea difícil, ante el cierre de numerosos restaurantes y comercios en el estado por la pandemia.
La postergación del Derby ha llevado a que Kenzie Kapp, originaria de Louisville, deje de fabricar esos sombreros de mujer que son sinónimos de la temporada del hipismo. Ahora, se quiebra la cabeza en busca de diseños para un evento que se ha quedado lejos de la primavera.
“Pienso ahora en el verano, la época más calurosa y pegajosa”, dijo Kapp, quien desde 2008 es propietaria de la marca Mill by Kenzie. “Al hacer el Derby en mayo, está la primavera, colores brillantes. No pienso que esa paleta se vaya a aplicar realmente ahora, a menos que haya gente específica que venga y quiera más bien colores de otoño.
“No voy a ir a los marrones, anaranjados o amarillos si hay afuera una temperatura de 100 grados (Fahrenheit, 38 Celsius).
Jason Shepherd, productor de puros, esperaba también que el Derby impulsara su negocio una vez que se fuera el invierno. El periodo de dos semanas que comienza con una muestra aeronáutica en Louisville ayuda a generar cerca del 25% de los ingresos en su tienda, ubicada a unos cuantos kilómetros de Churchill Downs.
Para la semana del Derby, J. Shepherd Cigars tenía organizadas ocho fiestas. El dueño no está seguro de si esos clientes volverán cuatro meses después.
“Dado que las condiciones meteorológicas serán diferentes, si se puede permanecer afuera, comenzaré a reservar eventos de nuevo”, dijo Shepherd. “Especialmente después de la cuarentena, la gente estará ansiosa por salir y hacer algo. Me enfocaré en hacer mis viejos eventos, dado que perdimos éste, que era grande.
“Todo está en veremos... Pero trataremos de seguirnos moviendo hacia delante, como siempre lo hemos hecho.
La industria del bourbon tiene también que adaptarse. Los tours por destilerías están suspendidos en medio de las precauciones por el coronavirus, pero la actividad se intensificaría pronto, cuando se levanten las restricciones y si es que se autorizan los preparativos del Derby.
Después de todo es difícil imaginar las carreras sin bourbon en esta región.
“Simplemente buscamos ajustarnos a las nuevas fechas”, dijo Lauren Cherry, presidenta de Heaven Hill Brands.
Entretanto, Louisville trata de conservar el optimismo, en medio de la posposición.
“Septiembre es una época maravillosa para estar en Kentucky”, dijo Davasher-Wisdom. “El clima es estupendo, es el mes del bourbon y hay varios festivales de música, así que esto podría funcionar”.