Inglaterra alivia restricciones para hacer deporte
El sonido del impacto a un pelota del golf se pudo escuchar en Inglaterra por primera en casi dos meses al reabrirse el miércoles los campos como parte de una moderada relajación de las normas de distanciamiento social debido al coronavirus.
La población podrá ejercitarse ahora más de una vez al día y con una persona ajena a su casa, aunque deben guardar una distancia de dos metros (unos 6,5 pies). Además, se podrán volver a utilizar las canchas de tenis y baloncesto al aire y se podrá nadar en lagos y en el mar.
Además, los centros de jardinería volverán a abrir y los posibles compradores de viviendas podrán visitar propiedades en persona. Y se animó a quienes no pueden trabajar desde casa, como los obreros o los empleados de fábricas, a que regresen a sus puestos si pueden hacerlo con seguridad.
La suavización de algunas de las restricciones, anunciadas por el primer ministro británico Boris Johnson el domingo, se aplican únicamente a Inglaterra. Los gobiernos semiautónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte avanzan más despacio y siguen recomendando a la población que se quede en casa.
Los cuatro territorios del Reino Unido han mantenido estándares uniformes durante el encierre, que ruge desde el 23 de marzo, pero al momento de relajar las restricciones han optado por seguir cada uno su camino.
Johnson justificó el levantamiento de las normas argumentando que Gran Bretaña ha superado la peor fase de la pandemia. El número de muertes diarias ha estado consistentemente disminuyendo desde hace un mes. El Reino Unido ha registrado la mayor cantidad de muertes por coronavirus en Europa, con más de 32.000, y la segunda mayor cantidad de muertes a nivel mundial, después de Estados Unidos.
Hay quienes critican al gobierno, afirmando que los cambios aplicados, incluidos en un documento de 50 páginas, con confusos y potencialmente nocivos, especialmente en cuanto al regreso al trabajo. Las directrices estipulan que quienes no pueden trabajar desde casa pueden ir a sus lugares de trabajo, pero que en lo posible deben evitar el transporte público.
El secretario de Transporte, Grant Shapps, advirtió que se tomarán medidas si se produce un alto volumen de pasajeros en autobuses y trenes subterráneos.
“Estamos llamando a la población a ser sensata y no inundar el sistema de transporte público”, expresó Shapps a Sky News.
“Aunque los trenes y los autobuses lleguen a reanudar sus rutas normales, no habrá suficiente espacio”, añadió.