Héctor Herrera fue persona non grata en Porto
El presidente del Porto, Jorge Nuno Pinto da Costa, reconoció que en algún momento el mediocampista mexicano Héctor Herrera llegó a ser una persona non grata para la afición del club.
Lo anterior por una falla que cometió en noviembre de 2016 durante un clásico ante el Benfica, en la que regaló un tiro de esquina y las Águilas empataron 1-1 con un gol en el último minuto del partido. Más tarde el Benfica conquistaría el campeonato de la Primeira Liga.
En esta etapa bajo la dirección técnica de Nuno Espírito Santo a Héctor Herrera le costó mostrar su mejor nivel, incluso por ese error le costó en ocasiones salir a la calle para evitar las críticas, sin embargo se sobrepuso y después se volvió un referente de los “Dragones”.
Es fácil hablar de jugadores que se fueron a un costo cero. Dos años antes del final del contrato, Herrera, en el momento de Nuno Espírito Santo, era una persona non grata para los miembros del FC Porto. Tal vez perdimos el campeonato después de que Herrera concedió un saque de esquina en el último minuto, permitiendo que el Benfica empatara el juego. Herrera incluso tuvo dificultades para salir a la calle”, recordó el presidente del Porto.
En declaraciones al canal oficial del club, Pinto da Costa resaltó que el futbolista tijuanense después mostraría sus mejores cualidades con el arribo del entrenador Sergio Conceiçao para ser querido por la afición e incluso fue capitán.
“Con la llegada de Sergio Conceiçao, se recuperó a Herrera, que pasó de ser no deseado a ser aceptado, estimado y luego amado”, por lo que la directiva del Porto buscó renovar su contrato, pero no se concretó el acuerdo ante el alto salario que solicitaba “HH”.
“Dos años antes, intentamos renovar un contrato con él, pero Herrera pidió 6.2 millones de euros. ¿Crees que el FC Porto puede alcanzar este nivel salarial? Intentamos bajarlo, pero no pudimos”.
Incluso Porto trató de vender al mexicano para sacar ganancias, pero debido a que ningún club apostó por él, los Dragones decidieron retenerlo consciente que más tarde emigraría de manera gratuita al Atlético de Madrid.
“Intentamos venderlo, solo que ningún club estaba interesado en él en esa etapa. Así que tuvimos que elegir entre usar su juego o darle 6.2 millones de euros, lo que no es práctico”, admitió el mandamás de los blanquiazules.