Las protestas contra el racismo en Estados Unidos comprometen el regreso de NBA
El torbellino de protestas provocadas por el asesinato del estadunidense George Floyd ponen en riesgo la reanudación de la temporada de la NBA.La competición, en la que predomina un gran número de jugadores afroamericanos, puede sufrir un viraje en sus planes de regreso. Ayer mismo Kyrie Irving, estrella de los Brooklyn Nets y miembro del Comité Ejecutivo de la NBPA que votó para la reanudación de la temporada, fue más allá.
Organizó una videoconferencia con cerca de 200 jugadores para debatir sobre si se debe o no volver a jugar este año. El impacto que ha tenido el suceso de Floyd y el hecho de que muchos jugadores sean negros ponen en peligro ese torneo 'burbuja' de Orlando. Consideran que sería algo incongruente jugar porque daría un mal efecto e iría en contra de lo que reivindican. Creen que estar "encerrados" durante tres meses disputando un torneo para aportar esa carga económica necesaria y alegrar a los aficionados va en contra de sus principios.
En esa línea de desconfianza e incomprensión, uno de los jugadores brindó estas palabras, de forma anónima, a Yahoo Sports: "¿Qué mensaje queremos enviar aceptando estar en este torneo todo ese tiempo?". Una reflexión que pone en alerta a la NBA y hace temer lo peor: que no vuelva la competición.
En su intervención, agregó: "¿Estamos yendo a marchas y protestando para dejar a nuestras familias en estos tiempos de miedo e incertidumbre y reunirnos en un sitio en el que nuestros propietarios no estarán? ¿Qué tipo de sentido tiene eso? Ese lugar no es tan mágico". Sin duda, una declaración de intenciones que Irving respaldó en esa reunión, en la que insta a todos a no jugar o, al menos, considerarlo.
Además, según se apunta desde fuentes cercanas a los jugadores como es el caso de Shams Charania, de The Athletic, otros cracks de peso en la liga como Donovan Mitchell, Carmelo Anthony o Dwight Howard también apoyarían esta rebelión organizada por Irving.
A todo este embrollo hay que añadir que algunos jugadores no hablan por miedo a ir en contra de las superestrellas que son partidarias de volver si la seguridad está garantizada. Otros, en cambio, no quieren volver si no les dan más información sobre el sitio en cuestión. Disney parece no ser tan mágico como se espera. La NBA corre serio peligro.