PGA reconoce injusticias raciales con momento de silencio
El torneo Colonial ya era demasiado silencioso, sin aficionados en los alrededores al disputarse el primer torneo de la gira profesional de golf en tres meses.
Y luego, a las 8:46 de la mañana, todo se detuvo.
El comisionado Jay Monahan se paró en el primer hoyo para el golpe de salida, a las 8:46. Pero sin ningún nombre en la lista. La Gira de la PGA dejó esa hora abierta como un tributo a George Floyd, cuya muerte a manos de un policía blanco en Minneapolis desató la indignación mundial y una oleada de protestas sobre desigualdades raciales y sociales.
La hora refleja el tiempo —8 minutos y 46 segundos— que las autoridades dicen que el policía mantuvo su rodilla en el cuello de Floyd. El hombre que estaba esposado murió mientras imploraba por aire.
“Mientras la Gira de la PGA se compromete a amplificar las voces y los esfuerzos para terminar con los problemas sistemáticos de injusticia racial y social reservamos la salida de las 8:46 para detenernos y tener un momento de silencio, oración y reflexión”, dijo Monahan.
Al momento de silencio le siguieron tres toques de trompeta mientras los jugadores se detuvieron —en el campo de golf, en el green o en el campo de práctica de tiro. La mayoría de los jugadores se quitaron las gorras e inclinaron la cabeza. Los carros de golf también se detuvieron: el tráfico fue el único ruido en el Charles Schwab Challenge.
Las protestas han compartido los reflectores con la pandemia de COVID-19, que mantuvo al golf suspendido los últimos 90 días. Harold Varner III, uno de los cuatro jugadores de ascendencia negra en la Gira, fue la voz más fuerte. Tiger Woods se unió con un mensaje en Twitter.