Agentes antidrogas catearon la sede de la Asociación de Fútbol de Zambia (FAZ) y decomisaron una computadora portátil y otros artículos de la oficina del secretario general del organismo.

La federación indicó que sus operaciones fueron “parcialmente paralizadas” tras la redada del jueves realizada por elementos de la Comisión de Control de Drogas de Zambia (DEC).

Una computadora asignada al asistente personal del secretario general Adrian Kashala también fue incautada en el operativo, de acuerdo con el organismo rector del fútbol del país. 

“Funcionarios de la FAZ cooperaron totalmente con los agentes de la DEC y han prometido cumplir plenamente con las agencias del orden”, afirmó la federación en un comunicado. 

Los agentes antidrogas ejecutaron una orden de allanamiento en busca de narcóticos “y otras sustancias relacionadas”, de acuerdo con la FAZ. 

La selección de Zambia conquistó el campeonato africano de fútbol en 2012.

Al menos cinco hombres calvos han sido asesinados en las últimas semanas en Mozambique para extraerles los órganos y utilizarlos en rituales tradicionales, informaron hoy medios locales.

 

“Algunos dicen que toda persona con calvicie tiene oro en la cabeza”, declaró a Radio Moçambique el comandante de la Policía Afonso Dias, sobre la creencia que, al parecer, ha motivado los crímenes.

Los asesinatos, por los que han sido detenidas dos personas, se produjeron en distintos distritos de Milange y Morrumbala, en la provincia de Zambezia, en el centro del país.

 

Los dos sospechosos fueron vistos por otros ciudadanos cuando desenterraban en un cementerio un cadáver de un hombre calvo y lo decapitaban, lo que permitió su detención.

 

Curanderos tradicionales, sospechosos por asesinato de calvos

 

La investigación de las autoridades se centra en curanderos tradicionales, que podrían estar en el origen de esta creencia sobre los poderes sobrenaturales de algunas partes del cuerpo de los hombres calvos, según el portavoz policial Inácio Dina.

 

Una creencia similar sobre los albinos ha convertido a las personas con esta condición en objetivo habitual de mafias que venden sus órganos a brujos tradicionales en Mozambique y otros países africanos.