Joe Torre cumple hoy 80 años
La crítica y ruda prensa neoyorquina no retrató de la mejor forma a Joe Torre luego de su presentación como manager de los Yanquis para la temporada de 1996. Fue llamado “despistado” o “ingenuo”, en el mejor de los casos, el piloto que llegaba con un récord perdedor general (894-1,003) en su paso al frente de tres equipos de las Grandes Ligas y que tenía la misión de terminar con la sequía de 18 años sin un título de la franquicia más ganadora de las Mayores.
Torre, originario de Brooklyn, se convirtió en el primer neoyorquino en hacerse cargo de los Bombarderos del Bronx a pesar de no ser el candidato favorito. Bob Watson, entonces gerente general de los Yanquis y quien había sido dirigido por Torre en Atlanta, apostó por el nueve veces seleccionado al Juego de Estrellas y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1971, pero que sumaba más de 4 mil partidos, en su etapa como jugador y manager, sin aparecer en una Serie Mundial.
Torre ignoró las críticas y el futuro nada prometedor de trabajar con el dueño del equipo George Steinbrenner, quien estaba acostumbrado a los cambios constantes de piloto a la menor provocación. Decidió tomar un curso de superación personal junto a su esposa. Esos cuatro días en Cincinnati, como lo aceptó tiempo después, fueron cruciales para enfrentar el trajín diario como piloto del equipo más famoso del beisbol.
Con una base de jóvenes destacados como Derek Jeter, Mariano Rivera y Bernie Williams, mezclada con un experimentado grupo de jugadores, Yanquis logró ganar la División Este para meterse a la postemporada y convertirse en monarca de la Liga Americana por primera ocasión desde 1981.
El estreno para Torre en el Clásico de Otoño, después de una carrera que inició a los 20 años en 1960 precisamente con los Bravos, ya era un triunfo, pero estaba preparado para más.
Sin ser favorito ante el equipo de Atlanta, que presumía uno de los mejores elencos de lanzadores encabezado por Greg Maddux, Tom Glavine y John Smoltz, Yanquis tuvo una desastrosa presentación al ser apaleado en el primer duelo.
Poco antes del segundo encuentro en Nueva York, Steinbrenner tuvo una charla con Torre sobre las posibilidades del equipo. “Aun perdiendo hoy, no pasa nada. Iremos a mi ciudad, Atlanta, a ganar tres juegos y regresamos el sábado a Nueva York para coronarnos”. El Jefe no se quedó muy convencido ante la explicación, pero una semana después estaba festejando el título 23 en la historia del equipo en el viejo Yankee Stadium.
Torre fue alimentando una de las carreras más brillantes como manager y dio nacimiento a una nueva dinastía yanqui. En las 12 temporadas como manager, en todas clasificó a la postemporada. Ganó seis títulos de la Liga Americana y cuatro Series Mundiales, tres de ellas de manera consecutiva.
La temporada de 1998 se recuerda como una de las mejores en la historia del equipo al lograr 114 victorias y arrasar con sus rivales en la postemporada, incluyendo a los Padres de San Diego con una barrida en el Clásico de Otoño.
Cuando te casas, ¿crees que siempre estarás sonriendo?”, fue una de las frases más recordadas durante su presentación como manager de los Yanquis el 2 de noviembre de 1995. Quizá fue la que mejor se acomodó, unas campañas después, con el término de la relación luego de cuatro años de no llegar a la Serie Mundial y ante la desafortunada propuesta de la nueva directiva de reducirle su sueldo y establecer una serie de bonos por meta conseguida.
A su salida de Yanquis, luego de la temporada de 2007, dejó un récord general de 1,173-767. Se hizo cargo de Dodgers y lo clasificó a la postemporada en dos ocasiones, aunque no alcanzó la Serie Mundial.
Joe Torre, quien hoy cumple 80 años, 60 de ellos ligados al beisbol de las Grandes Ligas, se convirtió en el director de operaciones de la MLB tras su retiro como piloto.
Se mantiene al frente de la fundación Safe at Home, en contra de la violencia familiar de la que fue testigo en su infancia cuando su madre, Margaret, era agredida por su padre, Joe, quien era de origen italiano y policía en Nueva York. Eran los años en los que aquel chico se refugiaba en el beisbol para no ser parte de esos episodios violentos.
Torre es el único en las Grandes Ligas que como jugador superó los 2,000 hits y como manager las 2,000 victorias. Ingresó al Salón de la Fama en 2014 con la gorra de los Yanquis y actualmente es asesor del comisionado Rob Manfred.
EL DATO
Es originario de Nueva York y seguidor en su infancia de los Gigantes de Nueva York.
Como jugador fue catcher y tercera base, principalmente. Ganó un guante de oro como receptor en 1965.
Le tocó la mudanza de los Bravos de Milwaukee a Atlanta en 1966.
En 1971, ya como antesalista de los Cardenales, tuvo su mejor año para ser nombrado Jugador Más Valioso.
Se estrenó como piloto con Mets en 1976.
Llevó a los Bravos de Atlanta al título divisional en 1982.
Su primera gran decisión con Yanquis fue darle titularidad a Derek Jeter en las paradas cortas sobre el veterano Tony Fernández.
Se ausentó durante los primeros partidos de 1999 porque fue sometido a un tratamiento de cáncer de próstata; regresó para ganar la Serie Mundial, su tercera con NY.
Ganó dos premios como Manager del Año (1996 y 1998).