Los Rojos toman nota de sus previas campañas truncadas
Ya sea con huelgas de jugadores o cierres patronales, los Rojos de Cincinnati han pasado por momentos notables en temporadas que fueron interrumpidas. Intuyen que la más reciente les agarrará bien plantados.
Los Rojos fueron uno de los equipos que más gastaron durante el invierno, una inversión de 165 millones de dólares por cinco jugadores. Al repartir los contratos en la agencia libre más jugosos en la historia de la franquicia, lograron despertar el interés en una afición desmoralizada por seis temporadas sucesivas de resultados adversos.
Cincinnati tendrá la oportunidad de demostrar si el gasto rinde dividendos en una campaña singular y condensada, después de la paralización de cuatro meses en las mayores por la pandemia. Los Rojos se sienten optimistas de que podrán encontrar la cohesión durante una campaña de 60 juegos.
“Todos estamos en esto sobre la marcha”, dijo Dick Williams, el presidente de operaciones de béisbol. “Será fascinante determinar el equipo que atina”.
Cincinnati tiene en la memoria que las cosas pueden salir de diversas maneras.
Los Rojos de 1981 amasaron la mejor marca de las mayores, pero quedaron fuera de los playoffs por culpa del formato de clasificación. Una huelga de peloteros frenó la campaña del 12 de junio al 31 de julio, y Cincinnati quedó segundo en ambas mitades.
Un cierre patronal retrasó la temporada de 1990, pero los Rojos sí supieron aprovechar las circunstancias, arrancando con 33-12 rumbo al último campeonato de la Serie Mundial en su historia.
En 1994, marchaban primeros cuando una huelga dio al traste con la temporada. Salieron a todo vapor cuando el béisbol se reactivó a fines de abril de 1995, alcanzando una Serie de Campeonato de la Liga Nacional que perdieron ante Atlanta.
Una buena actuación en el curso de los 60 juegos este año podría revivir a la franquicia.
“Mucha gente en este equipo entiende la oportunidad que tenemos y la clase de talento que hay en el camerino”, señaló el recién llegado Nick Castellanos.
Como parte de la renovación del roster, Castellanos llegó junto al segunda base Mike Moustakas, el jardinero Shogo Akiyama, el abridor zurdo Wade Miley y el relevista Pedro Strop. Akiyama es el primer jugador nacido en Japón que milita con Cincinnati.
El fuerte del equipo está en su rotación, en la que Sonny Gray fue seleccionado para abrir el juego inaugural sobre el dominicano Luis Castillo. Trevor Bauer, Miley y Anthony DeSclafani la redondean.
“Sea cual sea el motivo, este equipo realmente es unido”, dijo el manager David Bell. “Hay una auténtica armonía”.