Misma historia con los Rockies: Buen bateo, débil pitcheo
Todas esas rectas que acabaron rebotando alrededor de las cascadas, fuentes y árboles de pinos en el Coors Field durante el campamento de verano dejaron en evidencia un detalle para los Rockies de Colorado.
O sus pitchers aún no están en forma y el equipo se expone a ser vapuleado en la que será una temporada de 60 juegos o su toletero Nolan Arenado ya está a punto y es mejor que los rivales estén advertidos.
Los Rockies insisten que el segundo escenario es el correcto.
“Aproveché algunos errores”, dijo Arenado sobre su despliegue de poder que incluyó dos descomunales jonrones en un juego de práctica. “¿Eso no es bateo? Hay que capitalizar esos errores”.
¿Volverán los Rockies a arrasar en el plato, pero dar pena desde el montículo?
Arenado dijo que no le preocupa ver tan malos lanzamientos, dando a entender que sólo se trató de él pasándoles factura.
“Están probando lanzamientos, subir su cuenta de lanzamientos”, comentó Arenado. “Al acercarse la campaña, desde luego que quieres que lo hagan mejor. Pero todos estamos en modo de ensayo”.
Es una situación que incluye tener a Charlie Blackmon, el estelar jardinero que fue el primer jugador de Grandes Ligas identificado en dar positivo por el coronavirus.
Blackmon se enfermó el mes pasado y volvió a los Rockies el 13 de julio antes de recibir el visto bueno.
“No me preocupé. Me sentí enfermo, pero no fue nada comparado con tener gripe”, dijo Blackmon, diciendo que se sintió enfermo durante unas 36 horas. “Como reflexión, hubiera deseado haberlo sufrido meses atrás y sentirme mal por día y medio y luego seguir con mi vida y evitar que todo fuera cancelado en el país”.
“Esa fue mi experiencia. Puede ser mucho más grave para” otros, añadió Blackmon.
Arenado se alegró por el regreso de su socio de ofensiva.
“Todos sabemos lo mucho que lo necesitamos y lo importante que es para nuestro grupo”, señaló Arenado. “No tienes a otro que pueda brindarte lo que él hace”.
La fisonomía de los Rockies es algo diferente este año. Ian Desmond tomó la decisión de no jugar, en parte por el coronavirus. Firmaron a Matt Kemp, torturador del equipo en su época con los Dodgers, para cubrir la ausencia de Desmond en los jardines.
Con Desmond fuera, los Rockies perdieron a un bate importante y alguien popular dentro del camerino.
Kemp podría ser la solución, con la oportunidad de disputar la mitad de sus juegos en Coors Field, donde por vida batea para .327 con 21 jonrones y 77 impulsadas en 86 juegos. Los Rockies confían en que pueda seguir bateando a sus anchas en el estadio de Denver y no por el pitcheo de los Rockies.