Rahm manda en la PGA; sueño hecho realidad
Jon Rahm visitó el Muirfield Village por primera vez, vestido con un saco oscuro y una corbata con un azul dorado. No cargó palos de golf.
Fue a recibir el premio Jack Nicklaus como el mejor golfista universitario de de Estados Unidos. Rahm logró graduarse en Arizona State luego de cuatro años, pese a que no sabía hablar inglés cuando llegó a un campus tan grande que creyó que estaba en la sala de un cine cuando acudió a su primera clase de macroeconomía.
Eso fue hace cuatro años.
Más significativo fue verse con Nicklaus detrás del green del hoyo 18 tras una exquisita actuación en el Memorial. Rahm, que abrió una ventaja de ocho golpes rumbo a la segunda parte del recorrido el pasado domingo y el más desafiante en el campo de Muirfield Village en 42 años. Pero cedió cinco golpes de esa ventaja en cinco hoyos. Y al final exhibió garra y categoría para salir airoso en los últimos cuatro hoyos.
La victoria catapultó al español a la cima del ranking mundial.
Dio la impresión que Rahm se demoró en hacerlo, pese a que sólo tiene 25 años.
Rahm fue el número uno del ranking amateur durante un reinado récord de 60 semanas.
Phil Mickelson, cuyo hermano fue el entrenador de Rahm en Arizona State, venía anticipando la grandeza del español, desde antes que ganara el primero de sus 10 títulos.
Es alguien que no tiene fisuras en su juego”, dijo Mickelson, reiterando algo que mencionó en 2017, previo a que Rahm obtuvo su primer título en Torrey Pines con un putt para eagle desde 60 pies en el último hoyo.
Durante el fin de semana pasado, Rahm respondió con clase cuando se encontró cuatro golpes detrás en el 13er hoyo el sábado. Embocó birdies en los siguientes cuatro para un 68 y se animó a decir que había logrado la mejor rond de su carrera, al tomar en cuenta el viento y una superficie muy rápida. Fue así que un lapso de 15 hoyos — seis para cerrar la tercera ronda y los primeros nueve del domingo — Rahm volteó un déficit de cuatro golpes a una ventaja de ocho.
Es un jugador explosivo con o sin en el palo de golf en la mano.
Rahm quedó como el quinto jugador que alcanza el número uno del mundo en menos tiempo, detrás de Tiger Woods en 1997, Jordan Spieth en 2015, Rory McIlroy en 2012 y Justin Thomas en 2018. Woods, Spieth y McIlroy han ganado majors desde entonces. Ese es el siguiente paso para Rahm
Por ahora, trata de asimilar haber hecho realidad su ambición de ser el número uno del mundo.
Recordó una charla cuando era un adolescente. Su entrenador le preguntó sobre sus objetivos.
Fui directo. ‘Quiero ser el mejor golfista del mundo’. Me lo propuse desde muy joven”, dijo Rahm. “Empecé a trabajar en busca de ese objetivo, y todo ha sido en busca de ser el número uno del mundo y ser el mejor. Es alucinante pensar que se hizo realidad tan rápido. ¿Cuánta gente puede salir a decir que hizo realidad el sueño de su vida cuando estás en los 20?”
Se olvida de los berrinches
Jon Rahm siempre había sido considerado como un buen golfista, pero se le criticaba su mal genio. Ahora todo cambió para el español de 25 años, quien por fin alcanzó la cima del ranking mundial.
En los últimos dos años logró controlar los berrinches que le caracterizaban. Hace siete meses contrajo matrimonio y todo ello le ha servido para madurar.
Otro aspecto clave en su despegue es el trabajo mental que ha venido realizando con el reconocido coach deportivo Joseba del Carmen.
Rahm bajó ocho kilos durante el confinamiento y trabajó su swing. Aunque los resultados no fueron los esperados en los primeros torneos tras la reanudación, pronto llegó la recompensa con el triunfo del domingo.
No tiene sentido enfadarse por un golpe malo, sino seguir mirando hacia adelante y concentrarse en mejorar el siguiente”, expresó el español.