Senzatela confía en sus ajustes para el 2020
En el béisbol, los jugadores son evaluados en ocasiones en una escala rara y cruel. Uno va bien y, de repente, los números descienden.
El derecho de los Rockies, Antonio Senzatela, ha pasado por eso. El venezolano fue el Novato del Mes de la Liga Nacional en su debut en abril del 2017 y terminó con marca de 10-5 y efectividad de 4.68 en 36 juegos (20 aperturas) ese año. Pero en los dos años posteriores, el derecho ha pasado tiempo en Triple-A Albuquerque y en la lista de lesionados, aunque sí hubo un éxito intermitente.
Ahora, las expectativas para Senzatela son pasar de un talento inexperto a un sólido miembro de la rotación de los Rockies en el 2020.
“Al principio de mi carrera, tuve mucho éxito en los primeros dos meses”, relató Senzatela. “Pero esto es Grandes Ligas. Tienes que hacer ajustes. Creo que me tardé bastante para hacer esos ajustes. Pero en cada temporada, he tratado de dar lo mejor de mí y ayudar al equipo a ganar.
“Este año va a ser grande”.
Senzatela llegó a la Gran Carpa en el 2017, armado con una recta que promediaba 94.3 millas por hora y que tiraba el 72% del tiempo. Los Rockies limitaron sus innings (134.2), lo que ayudó a que los oponentes no lograran descifrar su bola rápida. Un cambio de velocidad que le dio bastantes resultados cuando era prospecto no pudo traducirse en éxito en las Mayores, por lo que Senzatela se vio limitado a utilizar su recta y su slider.
Senzatela echó mano de esa misma mezcla de lanzamientos en el 2018, cuando tuvo foja de 6-6 y 4.38 de efectividad en 23 juegos (13 aperturas). Lanzó aquejado por una ampolla en el dedo medio de la mano derecha y con inflamación en el hombro de lanzar, y se desempeñó lo suficientemente bien para ser nombrado el abridor del Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Nacional contra los Cerveceros (cedió dos carreras y tres hits en cinco entradas y salió sin decisión).
El año pasado, Senzatela se perdió el inicio de la temporada con una ampolla infectada en el tobillo derecho, y más problemas con sus pitcheos secundarios obligaron al equipo a enviarlo a Albuquerque a finales de julio. El venezolano tenía récord de 8-7 y promedio de carreras limpias permitidas de 6.29 en 18 aperturas en ese momento. Parte del problema fue que Senzatela modificó el agarre de su cambio, porque le estaba irritando un nervio en su dedo medio de la mano derecha.
Senzatela regresó a las Mayores en agosto y señales de mejoría llegaron en sus últimas cuatro aperturas, en las que tuvo marca de 3-1 y efectividad de 4.50. Añadió una curva a su repertorio, pitcheo que practicó a menudo mientras lanzaba la bola con su compatriota Germán Márquez, y de pronto ya contaba con un legítimo lanzamiento a baja velocidad.
Entonces, la ciencia tuvo algo que ver, cuando las lecturas del recién instalado “laboratorio de pitcheo” de los Rockies en el complejo primaveral del club en Scottsdale, Arizona, le mostraron ajustes que ayudaron con la rotación y movimientos de sus pitcheos. Para los entrenamientos primaverales, Senzatela comenzó a exhibir destreza, ya que tuvo efectividad de 1.80 en dos aperturas de la Liga del Cactus a principios de este año
“Algunas de las cosas que hemos detectado, con la ayuda de algunos de los aparatos de analítica -- Rapsodo, Edgetronic – hemos convertido eso en lecciones para él”, indicó el piloto de los Rockies, Bud Black. “Y el muchacho ha hecho un gran trabajo para absorber esa información y ayudarlo a generar mejor rotación en la bola.
“Estoy emocionado por ver cuáles serán los resultados con su slider y curva. Tuvo un problemita en un dedo el año pasado al lanzar su cambio. Ahora ése ya no es un problema. Son buenas noticias y ahora tenemos una mezcla de cuatro pitcheos”.
Márquez tiene altas expectativas para Senzatela, quien fungió como su compañero de lanzar durante el paro de labores. Ambos permanecieron en Scottsdale y, como sucedió con la mayoría de los lanzadores y receptores de los Rockies, se prepararon para la temporada siguiendo los protocolos de sana distancia.
“Me siento muy bien por 'Senza'”, celebró Márquez. “Se ve bien. Su material todavía está ahí. Físicamente luce bien. Creo que este año y el próximo van a ser grandes para este muchacho. Es un trabajador. El éxito le aguarda”.
Como cada temporada muerta, Senzatela pasa el invierno en su residencia en Orlando, Florida, donde su esposa, Vanessa, lo mantuvo apegado a un plan nutricional que lo hizo perder 15 libras. El venezolano dijo que siguió sus entrenamientos por video con la ayuda de su entrenador personal en Orlando, para ayudarlo a mantener su acondicionamiento.
Lo más importante es que Senzatela cree que toda su preparación al final valdrá la pena.
“Siento que he aprendido bastante en este receso de temporada y durante esta cuarentena”, enfatizó Senzatela. “Va a ayudarme mucho este año”.